La primera radio dirigida por mujeres fue saqueada y su personal perseguido, pero a pesar de los riesgos, las mujeres cada vez son más visibles en los medios El mes pasado se lanzó Gellara, la primera revista femenina de estilo de vida, y Zan TV (la televisión de las mujeres)
La radio emitía discusiones con académicos religiosos sobre los derechos de las mujeres y emplazaba a las madres de los combatientes talibanes a que impidiesen a sus hijos ir a luchar. «Tuvimos conversaciones sobre mujeres estudiantes y hablamos de mujeres piloto», cuenta Hassan. Ahora, la directora pasa su tiempo entre Kunduz y la capital, Kabul. Desde 2015 ha echado el cierre dos veces en su cadena de radio por el miedo a los avances de los talibanes. Uno de los grandes éxitos del Afganistán posterior a 2001 es tener unos medios de comunicación vivos. Sin embargo, la posición de las mujeres en los mismos es débil. Para muchas familias afganas, cuando la seguridad empeora, la protección de las mujeres se antepone a la mayor parte del resto de preocupaciones.
La Vogue afgana
Una revista espera cambiar esto. En mayo, el primer número de Gellara, la primera revista femenina de estilo de vida, llegó a los kioskos. «Hasta ahora, los medios se han centrado en mujeres que sufren violencia, baad [práctica mediante la cual la familia de un criminal entrega a una mujer a la familia de la víctima como sirvienta o prometida] o que han recibido cortes en la cara», afirma Fatana Hassanzada, de 23 años, la fundadora y editora de la revista. «Queremos mostrar otras caras de la vida de las mujeres». Basada en revistas internacionales como Vogue, Gellara se dirige a las mujeres afganas como consumidoras de moda y cultura, como lectoras de libros y en busca del amor. «Como seres humanos», concluye Hassanzada. La portada del primer número mensual, del cual se han impreso 2.000 copias en oficinas en Kabul, está dedicada a la cantante afgano-canadiense Mozhdah Jamalzadah con el pelo al descubierto. En el interior, artículos sobre el cáncer de mama y el yoga acompañan piezas sobre una película iraní y sobre belleza.
Los prejuicios hacia las mujeres en televisión
Este mes, Afganistán también ha visto el lanzamiento de Zan TV(la Televisión de las Mujeres), el primer canal dedicado a las mujeres. Las presentadoras de televisión son algo común en Afganistán, pero Zan es la primera cadena de televisión cuyas presentadoras son todas mujeres (aunque su dueño es un hombre). Mehria Afzadi, presentadora de 25 años, cuenta que sus padres se opusieron a que trabajase en los medios hasta que su esposo les convenció. «Algunas personas de provincia creen que las mujeres en televisión destrozan la unidad de la familia», indica Afzadi. «Pero llevamos el hijab apropiado. Somos un canal islámico». Las condiciones para los periodistas afganos se están deteriorando. El año pasado fue el más sangriento para los trabajadores de los medios de comunicación desde 2001, de acuerdo con el Comité de Seguridad de Periodistas Afganos.
En una visita esta semana a la Universidad de Kabul para promocionar la revista, los estudiantes de la facultad de derecho islámico intentaron intervenir, calificando la revista de «infiel» antes de que la seguridad les bloquease. Hassanzada afirma que no volverá a la universidad. «Pero tres o cuatro reporteras estudian ahí. Me preocupa que les pase algo». Aun así, cuenta, informar sobre temas polémicos merece la pena. «Somos la segunda generación de democracia en Afganistán. En una revolución, siempre habrá sacrificios». «Esta revista no es peligrosa. Es la sociedad la que es peligrosa».
Traducido por Javier Biosca Azcoiti
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