Asesinatos selectivos y desapariciones de hijos de dirigentes campesinos, tanto del sur de Bolívar como del Cesar, ocurren cada vez con más alarmante frecuencia. Una región convulsionada por los desplazamientos forzosos, el despojo de tierras y el paramilitarismo. Una denuncia sobre este cuadro de amenazas y de homicidios en los dos departamentos que tienen unos […]
Asesinatos selectivos y desapariciones de hijos de dirigentes campesinos, tanto del sur de Bolívar como del Cesar, ocurren cada vez con más alarmante frecuencia. Una región convulsionada por los desplazamientos forzosos, el despojo de tierras y el paramilitarismo.
Una denuncia sobre este cuadro de amenazas y de homicidios en los dos departamentos que tienen unos conos geográficos limítrofes, pero igual de empobrecidos como Bolívar y Cesar, fue sustentada por La Comisión de Interlocución de los sures, ante una situación que está atacando a los hijos de líderes agrarios.
En la vereda Varahonda, de Arenal, al sur del departamento de Bolívar asesinaron a un joven. En Aguachica, Cesar, está en plena ejecución un desalojo de campesinos que no cuentan con protección alguna.
El joven Osneider Jaimes Viviescas, hijo de José David Jaimes Lesmes presidente de la junta comunal de la vereda «La Bonita», fue asesinado. El padre de Osneider es reconocido activista de un proceso de restitución de tierras en el sur del Cesar, ante lo cual la comunidad considera que se está al frente de una retaliación criminal.
La Comisión de interlocución del sur de Bolívar, centro y sur del Cesar denuncia también que están ocurriendo los llamados «falsos positivos» o montajes judiciales, que son creadores de un ambiente de desorientación y confusión.
El joven Osneider no pertenecía a ninguna organización o movimiento popular, pero después del encarcelamiento de su padre, se hizo cargo de labores agrícolas como un gran campesino.
Otro caso denunciado es la desaparición del joven Anderson Vargas Espitia, hijo de un líder agro minero del sur de Bolívar. La Comisión citada rechazó las afirmaciones del gobierno nacional, que afirma que en la región se vive en completa paz.
«El gobierno nacional está promulgando una tranquilidad inexistente, no es cierto que haya paz la comunidad está en el medio, arriesgándose. Esto está bastante complicado» denuncia la Comisión de interlocución del sur de Bolívar, centro y sur del Cesar.