«Este dulce mensajero murió como vivió, como enseñó, no para redimir a los hombres, sino para mostrar cómo se debe vivir. Lo que dejó como legado a la humanidad es una práctica: su actitud frente a los jueces, esbirros, acusadores y cualquier clase de calumnia y de escarnio, su actitud en la cruz. No resiste, […]
«Este dulce mensajero murió como vivió, como enseñó, no para redimir a los hombres, sino para mostrar cómo se debe vivir. Lo que dejó como legado a la humanidad es una práctica: su actitud frente a los jueces, esbirros, acusadores y cualquier clase de calumnia y de escarnio, su actitud en la cruz. No resiste, no defiende su derecho, no da un paso para alejar de si la ruda suerte, antes por el contrario, la provoca… Y ruega, sufre, ama con aquello, en aquellos que hacen el mal…»
(Friedrich Nietzsche).
Un amplio sector de la Iglesia Católica, donde basan su ideología, desde el Opus Dei, y otras iglesias, que profesan la Fe Cristiana, que decidieron apoyar la candidatura del señor Iván Duque, andan por estos días, desde sus pulpitos con el dedo acusador diciendo, quienes, votamos por Gustavo Petro, somos unos marihuaneros, homosexuales, castro chavistas y lo más novedoso que el candidato de la Colombia Humana es un Ateo, que no cree en «Dios», y que es un enviado del «Diablo». Cuando la religión se mezcla con la política se convierte en el peor enlace químico para una sociedad, que busca una verdadera reconciliación.
Cada quien tiene derecho a profesar su ideología y Fe Cristiana, pero lo que no hay derecho es que se utilice la espiritualidad del pueblo para enquistar una ideología del odio, basado precisamente en el Fetichismo religioso, en eso es que han convertido la espiritualidad los mercaderes de la Fe Cristiana que debería ser basada en amor por el prójimo. Así fue como a Jesucristo a punta de injurias y calumnias lo hicieron crucificar en la cruz, que era el método de tortura de los romanos, pero así como al candidato de la Colombia Humana le enrostran su pasado de haber sido guerrillero, a Jesucristo antes de su crucifixión lo habían tildado de bandido.
En una cultura tan arraigada de la Fe cristiana, desde la época de la Colonia española, en Colombia hace que todavía estas sectas «Cristianas», no todas hago la aclaración, pero si la mayoría, en pleno siglo 21 utilicen la marcatización y estigmatización al más fiel estilo del Medio Evo e inquisición, señalar a quienes no están de acuerdo con su doctrina de Derecha ultraconservadora y cavernaria.
La intolerancia y odio generado por falsos «Sacerdotes» y «Pastores», que lo único que han hecho es ir en contravía de la verdadera Fe de Jesucristo, hombre que enseño el amor por el prójimo, que enseño a perdonar y que decía amaos unos a los otros; estos falsos e hipócritas «profetas» les dio por ensañarsen con los hijos de un mismo «Dios» . Nada más descabellado todavía hacer creer en las mentes de incautos que existen el Infierno y el Diablo.
Esto nos da entender que nos vamos a enfrentar a una cruzada de odio y señalamiento de un sector de la Iglesia del Opus Dei, en cabeza del Ex Procurador Alejandro Ordoñez, Vivian Morales, emisarios de la Neo Torquemada en Colombia, del Centro Democrático.
A estos personajillos siniestros les recordamos que fue El Movimiento del M19, en la Constituyente del 1991, que se propuso la Libertad de Cultos y pasar de un Estado controlado por la Iglesia Católica, a un Estado Laico.
Quiero traer una cita textual del Papa Francisco refiriéndose al Infierno » No existe un infierno en el que sufren las almas de los pecadores para toda la eternidad». Así de rotundo se ha expresado el Papa Francisco en una entrevista con el diario italiano La Republica. Tras la muerte, las almas de las personas que se arrepienten reciben el perdón de Dios y se suman a quienes lo contemplan, pero «aquellos que no se arrepienten y por tanto no pueden ser perdonados, desaparecen», afirma el pontífice argentino. «El infierno no existe; lo que existe es la desaparición de las almas pecadoras», añade Jorge Mario Bergoglio.
¡Bueno que tan pecadores somos los que queremos una Colombia Humana! que entre en una era de paz, donde se respeten los derechos de la naturaleza, se den garantías de derechos humanos a los indígenas, negritudes, mujeres, niños, obreros. En la Colombia Humana de Petro niñas y niños serán educados en el amor y al servicio de su propia felicidad, en la Colombia Humana de Petro el trabajo será generador de riqueza y libertad. Trabajo decente que garantice condiciones dignas de remuneración, estabilidad, seguridad social y calidad, tanto en el campo como en la ciudad.
Señores «Sacerdotes» y «Pastores» ustedes que se rasgan las vestiduras pregonando disque la palabra del Mecías de Nazaret, les pregunto ¿Por qué atizan el odio contra quienes defendemos el ideario de Jesús (que entre otras cosas es Universal), del Estado Social Derecho, de la Libertad de Cultos, de la misma Constitución Política de Colombia?
…Por ultimo Cristo en sus postulados rechazo la barbarie, la avaricia; y ahora son ustedes los cristianos y católicos, no todos, pero si la mayoría, andan apoyando a los que han regentado el verdadero mal en Colombia, perpetuadores de masacres, robo del erario público…
Si ustedes están libres de pecados que tiren las primeras piedras, nosotros las recibiremos en las sagradas escrituras del Crisol de La Colombia Humana.
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