Denuncia Pública: Escribo para denunciar una situación que me ocurrió recientemente y que, me parece, afecta el libre ejercicio de mi profesión. Soy periodista y, desde hace ya varios años, vengo publicando libros vinculados a violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet: La danza, El despertar y A la sombra de […]
Denuncia Pública:
Escribo para denunciar una situación que me ocurrió recientemente y que, me parece, afecta el libre ejercicio de mi profesión. Soy periodista y, desde hace ya varios años, vengo publicando libros vinculados a violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet: La danza, El despertar y A la sombra de los cuervos, fueron mis primeros tres libros, seguidos de Camaleón, doble vida de un agente comunista.
El día 18 de julio de 2019 fui notificado de una querella criminal por injurias en mi contra, de parte de Carolina Paz Quintana Poblete, hija del teniente coronel de Ejército, Raúl Quintana Salazar, debido a que publiqué parte de su historial policial y judicial en mi libro, Camaleón. La señorita Quintana, representada por el abogado Juan Carlos Manns, presentó su acción ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, solicitando pena de cárcel en mi contra. El día 8 de mayo de 2018, el juez titular declaró inadmisible a través de una resolución de tres páginas donde explica técnica y profundamente por qué lo publicado en Camaleón no es «ni siquiera potencialmente» ofensivo al honor de la querellante, desestimando en todas sus partes la acción judicial. Sin embargo, el abogado Manns apeló a la resolución ante la Corte de Apelaciones, y el día 13 de junio la Tercera Sala desestimó lo resuelto por el tribunal de origen señalando escuetamente que «los hechos que fundan la querella, pueden ser constitutivos de delito». A partir de ese momento me encuentro encausado y citado con apercibimiento de la fuerza pública para el 16 de agosto.
Dicho uniformado se encuentra recluido en el penal Punta Peuco cumpliendo diez años y un día de presidio como autor del delito de secuestro calificado de cinco detenidos desaparecidos. A ello suma cinco años de condena por aplicación de tormentos en contra de detenidos en el campo de prisioneros Tejas Verdes, el lugar donde se creó la DINA y un grupo de torturadores, integrado por Quintana Salazar, experimentó con ellos. Igualmente, se encuentra condenado en última instancia a cinco años de presidio como autor del secuestro calificado de dos ciudadanos uruguayos. Y está procesado en otra causa de lesa humanidad por asociación ilícita, secuestro, aplicación de tormentos y secuestro calificado.
La señorita Quintana, quien se sintió injuriada, tiene todo el derecho de querellarse en mi contra, lo que me parece grave es que el segundo tribunal más alto de Chile lo haya acogido. Es la primera vez en la historia del nuevo sistema judicial que un periodista chileno enfrenta la posibilidad cierta de ir a la cárcel por hacer su trabajo en causas de lesa humanidad, esto es divulgar información que le parece relevante para los demás chilenos.
Detrás del abogado Manns, entiendo, hasta hace un tiempo cancelando sus honorarios, se encontraba una corporación vinculada al Ejército llamada «Jure», que sacaba o saca los dineros para pagar a abogados de violadores a los derechos humanos desde integrantes de esa institución. En ese caso, la situación sería aún más grave, pues se trataría de una acción mancomunada en contra de un periodista.
Atentamente
Javier Rebolledo Escobar
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