La resolución de Izquierda Libertaria, que planteó crear un partido legal y federado, además de instar a un proceso de unidad política y estratégica entre las fuerzas de izquierda, cayó como un balde de agua fría al interior de Movimiento Autonomista, Nueva Democracia y Socialismo y Libertad, las organizaciones que están en convergencia con la […]
La resolución de Izquierda Libertaria, que planteó crear un partido legal y federado, además de instar a un proceso de unidad política y estratégica entre las fuerzas de izquierda, cayó como un balde de agua fría al interior de Movimiento Autonomista, Nueva Democracia y Socialismo y Libertad, las organizaciones que están en convergencia con la IL. Una propuesta, que según los dirigentes borra con «el codo» el trabajo realizado durante meses, aunque no sea diametralmente distinta a lo ya consensuado. Por otra parte, Izquierda Autónoma también ha anunciado un proceso de convergencia y estaría en conversaciones con el Partido Poder.
La denominada «convergencia» o estas alturas «convergencias» de las organizaciones de izquierda que son parte del Frente Amplio se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza a la interna del conglomerado.
Hasta hace un mes atrás eran cuatro las organizaciones que habían iniciado un proceso de conversación y pre-congreso para lograr la unidad en un proyecto político que le dé viabilidad estratégica a la izquierda al interior del Frente Amplio y que conforme un partido político que les permita disputar las elecciones municipales.
A principios de año, Movimiento Autonomista (MA), Izquierda Libertaria (IL), Socialismo y Libertad (SOL) y Nueva Democracia (ND) acordaron iniciar un proceso de convergencia política y orgánica, la que ha ido avanzando a paso lento y con varias dificultades, con miras a la realización de un Congreso en septiembre de este año.
Las dirigencias que han llevado la negociación reconocen que el proceso ha sido «complejo» y que han tenido que dejar de lado los egos de cada organización, manteniendo los equilibrios entre las bases. Antonia Orellana, parte de la dirección de SOL, asegura que el proceso «ha sido todo pisando huevos, pero es importante que lleguemos a un consenso rápido».
Ha llegado carta
El pasado fin de semana hubo un punto de inflexión en la convergencia. Izquierda Libertaria, movimiento del cual es integrante la diputada Gael Yeomans, realizó su pleno de Dirección Nacional, el cual definió una propuesta alternativa o complementaria, para «materializar la unidad de las fuerzas de izquierda con vocación revolucionaria y transformadora», detalla el documento de resolución que publicaron el pasado domingo 18 de agosto.
Los libertarios señalaron que el actual proceso de convergencia «no ha logrado un nivel de profundización acorde a la envergadura que implica el proceso», además de que han prevalecido «declaraciones en base a voluntades individuales más que diseños colectivos».
En el comunicado recalcan que están dispuestos a buscar la unidad política y estratégica desde las bases de cada organización, pero que en lo inmediato «no existen las condiciones políticas y orgánicas para la disolución de nuestros proyectos políticos en una sola fuerza».
En su carta proponen la construcción de un partido legal y federado, «que contemple un marco de acuerdos políticos mínimos de orden táctico-programático», junto con la construcción de un proceso de unidad «que muestre voluntad y disposición para trazar un marco estratégico – ideológico».
La propuesta cayó como un verdadero balde de agua fría al interior de las otras fuerzas en convergencia. Desde SOL, MA y ND recalcan que en las cinco reuniones que han tenido como convergencia se habían zanjado pisos mínimos «que no se borran con el codo». Explican que consensuaron la constitución de un partido único, que incluya tendencias bajo el horizonte de la síntesis ideológica a largo plazo, además de dar un proceso de discusión congresal desde las bases y democrático. Puntos que no son totalmente contradictorios a los señalados por IL.
Pero la acción no quedó ahí, tras publicar el comunicado desde Izquierda Libertaria dieron un golpe de timón y convocaron al resto de las fuerzas en convergencia, MA, ND y SOL, a una reunión para este viernes 24 de agosto, pero, también incluyeron a Izquierda Autónoma (IA), movimiento que ha sido una constante sombra para el proceso de convergencia.
La invitación aumentó las tensiones, la que se tradujo en un intercambio de correos y mensajes entre las fuerzas convergentes, en las que se destacó la forma en la que se dio a conocer la postura por parte de IL, además de solicitar una reunión a solas entre las fuerzas convergentes, con el fin de que Izquierda Libertaria pudiera explicar su propuesta.
La inclusión de los militantes de Izquierda Autónoma ha sido una temática recurrente y compleja entre los convergentes. El movimiento no estuvo contemplado en el grupo original para el nuevo partido de izquierda, a pesar de que ha mostrado la voluntad de converger en una nueva orgánica, incluyendo a sus ex compañeros que conformaron el Movimiento Autonomista, con quienes quebraron hace dos años atrás.
Desde Movimiento Autonomista explican que las bases para determinar las fuerzas en convergencia fueron las «relaciones y trabajo con una historia común (…) siempre dijimos que con quiénes íbamos a converger» y agregan que «es evidente que tras el quiebre con Izquierda Autónoma no hubiera un trabajo en común». Explican que ahora se está discutiendo la ampliación de la alianza.
La secretaria general de Nueva Democracia, Marjorie Cuello, señala que reciben las señales de Izquierda Libertaria como una propuesta, «que no es la más adecuada para garantizar ese horizonte de partido». Recalca que desde ND apuntan a un partido unitario y democrático dotado de unidad política, y «esto queremos hacerlo con las organizaciones con las que hemos venido desarrollando trabajo y confianza durante años».
Desde SOL, Antonia Orellana indica que como organización siguen «defendiendo el principio de no exclusión» y «esperan conversar con IL sobre los alcances de su propuesta». Aunque destacan que «SOL no está a favor de un partido federado», ya que dicha propuesta daría como resultado un «Frente Amplio más chico, esto no es funcional a lo que hemos zanjado en el proceso y no cumple las necesidades del periodo».
Desde la Dirección Nacional de MA, recalcan que «nos parece central que este proceso se dé en el marco de un Congreso que abra la discusión sobre las distintas definiciones tácticas y estratégicas y construya acuerdos para la conformación de una organización unitaria que sea resultado de todo el proceso de discusión».
Por otra parte, Daniel Riquelme, secretario político de Izquierda Libertaria, recalca que siguen «comprometidos con la convergencia política y estratégica». Destaca que es necesario generar una «unidad de carácter estratégico e ideológico, dando un debate que incluya la cultura militante y el trabajo sectorial».
Riquelme señala que IL propone una «hoja de ruta», que incluye la resolución «del punto del partido», y que su característica federativa responde a que ahora «no estamos dispuestos a disolvernos (…) lo que hemos dicho siempre es que las condiciones para una convergencia estratégica ahora no están, no queremos ser un PPD 2.0».
Los otros convergentes
El viernes pasado, dos días antes del encuentro de la IL, Izquierda Autónoma anunció que iniciaría un proceso de confluencia entre fuerzas de izquierda, que estén fuera y dentro del Frente Amplio. Esto, con el fin de «iniciar la conformación de un nuevo partido político amplio y heterogéneo». Proceso que -hasta la semana pasada- avanzaba en conversaciones con el Partido Poder, el cual ya está legalizado.
Esta otra convergencia tendría el mismo objetivo, lograr una unidad que dé viabilidad y sustento orgánico al proyecto de la izquierda al interior del FA, haciendo un contrapeso a la hegemonía que ha mantenido hasta el momento Revolución Democrática. La idea sería utilizar la misma herramienta ya legalizada con la cuenta Poder y hacer converger en ella a Izquierda Autónoma, más otras orgánicas del Frente Amplio y algunas externas.
Desde Poder reconocen que con Izquierda Autónoma están «en un diálogo en que se han puesto en la balanza los múltiples elementos que componen una orgánica política». Andrés Hidalgo agrega que con Izquierda Autónoma «compartimos una visión acerca de lo que significa ser parte del FA, sus debilidades y necesidades, y en este último punto en particular, la urgencia de -por un lado- enfrentar el problema que significa la dispersión para los procesos de izquierda y populares y en segundo lugar que nuestras orgánicas y nuestros militantes deben prepararse para gobernar y empujar un programa ambicioso y transformador. En eso estamos de acuerdo y aunque es bastante, no es suficiente para sostener que hay un proceso desplegado ni mucho menos».
Agregan que es un proceso «sin vetos, por supuesto, somos parte de un gran esfuerzo por cambiar el rumbo y el sello de la política y por lo tanto nos sentimos parte de este gran diálogo entre fuerzas políticas que son parte de una misma coalición, pero para nosotros es fundamental subrayar nuestro rechazo a cualquier tipo de censuras previas».
Desde Izquierda Autónoma, su encargada de relaciones políticas, Javiera Toro, recalca que «estamos empujando un proceso del que creemos tienen que participar todas la fuerzas de izquierda». Añade que «aspiramos a formar un partido donde quepan todas las fuerzas comprometidas con un proyecto antineoliberal de fuerte arraigo social», y agrega que comparten algunas líneas con la declaración de Izquierda Libertaria, principalmente en que es «urgente conformar un partido legal amplio de izquierda».
Respecto a si es posible lograr que todas estas fuerzas, IL, SOL, MA, IA y ND confluyan también con Partido Poder en un solo partido, desde las cuatro fuerzas de la convergencia original, recalcan que no es una discusión que se haya dado. Aunque destacan que «es un tema a discutir», indican que «se ve difícil» ya que dicho partido no comparte los mismos espacios de trabajo e historia de las otras organizaciones.