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Conversando desde Chile con Claudia Korol

«La transformación revolucionaria, un proceso de construcción»

Fuentes: Rebelión

Entrevista realizada en Santiago de Chile durante el Seminario «Chile 30 años: alternativas populares y perspectivas socialistas en América Latina»

Franck Gaudichaud [1]: A 30 años del golpe de Estado en Chile, ¿para ti cual es el interés hoy día de retomar el tema de la Unidad Popular y del proceso revolucionario chileno?

Claudia Korol [2]: Para mí, hay varios aspectos que tienen interés. El primero es conocer mejor para quienes lo vivieron, desde una mirada reflexiva y autocrítica, para los que no lo vivieron saber de que se trato: una de las experiencias interesantes en América Latina de búsquedas de alternativas socialistas, con mucha creatividad, con mucho esfuerzo genuino de protagonismo de los trabajadores y los sectores populares en este proyecto. Entonces, saber que fue ese gobierno de los 1000 días de la Unidad Popular (UP), me parece que es muy importante en un momento en que se debaten las alternativas al capitalismo. Eso por un lado, destacar cuales fueron los alcances y los limites, cuales fueron los errores, ya no desde la perspectiva que la izquierda toma de solo pasarse facturas, sino sacar experiencias, que esto es lo interesante. Me parece que para los compañeros de América Latina, por ejemplo de Venezuela, de procesos que están abiertos y en búsqueda de alternativas, puede resultar muy interesante indagar en esto. Lo otro, ver por que el golpe de Estado que se dio en Chile es parte del plan y de la política imperialista hacia América Latina, no verlo desarticulado de esa política imperialista, entender y comprender las relaciones de las Fuerzas Armadas latinoamericanas, el Plan Cóndor. Son distintas cuestiones que me parece importante analizar, también la política imperialista de ese momento encuentra su conexión con las políticas actuales. Y muchas veces, en estos países, cada uno vive su drama y no logramos ver la continuidad de esas políticas en la actualidad, y también esto nos lleva a disolver conceptos como el «imperialismo». Y en estos países, el solo mirar la historia aclararía algunos debates teóricos. El tercer tema, tiene relación con los orígenes de la revista América Libre. La revista nació en el año 93, hace 10 años, la idea nace en un seminario que se hizo en Rosario. Y ese año en plena crisis de todos los paradigmas de la izquierda, nos juntamos un grupo de gente y dijimos: «bueno aquí hay que seguir luchando, las causas por las que estábamos luchando no se cayeron con el muro de Berlín, no vamos a quedar atrapados en a nostalgia ni en los errores, incluso transformarlos». Entonces fue una apuesta muy grande a la voluntad de seguir construyendo una perspectiva socialista para los pueblos de América Latina. Y yo creo que esto es muy importante hoy, retomando lo que decía en el comienzo, en el momento que se reabre este camino, pero también en esta reapertura, hay un debate, si es humanizar el capitalismo, si es posible el socialismo hoy o no. Es decir en las fuerzas alternativas esta tensa la discusión y nosotros seguimos discutiendo de que esto no es posible, es necesario. Bueno, yo vengo de la Argentina y ahí hemos visto a donde llevan las políticas capitalistas a rajatabla, los más obedientes han sido los gobiernos argentinos, ellos aplicaron sin objeciones las políticas del fondo monetario y llevaron a la destrucción al país. Entonces, seguir poniendo en discusión la aplicación de estas líneas políticas, yo creo que es una vocación de auto inmolarnos. Creo que tenemos que ponerle freno y decir es necesario la perspectiva socialista en América Latina.

FG: Si bien es difícil en pocas palabras, ¿para ti cuales son las grandes lecciones o las grandes problemáticas que se puede sacar del proceso de la Unidad Popular (UP)?

CK: Creo que hay un aporte importante al nivel de la experiencia de la UP, de todo ese protagonismo que se desarrollo, el contenido del programa de la UP, las 40 medidas y toda la lógica que se dio de integrar al pueblo, trabajadores, mujeres, al pueblo Mapuche. Creo que fue muy interesante la participación de la juventud, la unidad de las fuerzas de Izquierda en la UP. Ese momento de alianza socialista – comunista, que se rompió después. Desde ese punto de vista, creo que existe un montón de cosas a profundizar pero que son aportes reales. Es interesante también la voluntad de explotar al máximo la institucionalidad, pero creo que hubo limites también en esa política, que hubo errores en la visualización de cómo era el enemigo, hubo confianza en que las Fuerzas Armadas iban a aceptar este orden de cosas, respetarían la institucionalidad vigente y más que las Fuerzas Armadas, las fuerzas oligárquicas. Es decir hubo una confianza que da cuenta de un error teórico que es no conocer bien al enemigo, por eso yo digo que necesitamos conocer bien la política imperialista y las políticas de las burguesías de nuestros países. Un error grave es no haber estado preparados para defender ese proceso. No lo digo yo como una cuestión externa, me siento parte de una izquierda que tenia esas limitaciones teóricas. Pero bueno, creo que eso también se vio, que lamentablemente esa búsqueda del camino pacifico, que era una apuesta legitima desde el punto de vista de la humanidad, finalmente fue trágica.

FG: Hoy día, y guardando todas las diferencias, vemos que el gobierno de Lula parece adaptarse cada vez mas a la institucionalidad burguesa y al sistema capitalista neoliberal: ¿para ti, es posible ir hacia una alternativa socialista dentro de la institucionalidad existente en América latina?

CK: Mira, yo creo que estamos haciendo un camino ahora, y que yo no me atrevería a dar consejos a ningún país menos desde la Argentina, un país donde la acumulación de fuerzas que hemos logrado es realmente muy limitada. Entonces, yo respeto muchísimo los procesos de construcción del movimiento popular en Brasil, que tiene el Movimiento Sin Tierra, la Central de Trabajadores, el mismo PT. Pienso que hay una intención de forzar los limites de la institucionalidad, por lo memos en sectores del PT, no sé si todo el PT piensa así, pero creo que la búsqueda fundamental es de alternativas al neoliberalismo. Hablar de socialismo es hablar de un cambio en las relaciones de fuerzas de un carácter que va a implicar rupturas: si las rupturas van a ser dentro o fuera de la institucionalidad, eso no lo sabemos. Mira a mí me impacto, y cambiando de tema, la intervención de Chávez en el Foro Social cuando dijo: ¿si no nos dejan camino los golpistas, que nos va a quedar, si nosotros apostamos al cambio dentro del marco de la institucionalidad? En el caso argentino, hubo una explosión que se salió a la calle y se burlo toda la institucionalidad, por que la institucionalidad se había vuelto una coraza que no nos dejaba vivir. Entonces en el caso nuestro el respeto por la institucionalidad es baja, pero esto tiene que ver con la propia historia de cada país.

FG: Justamente tocando este tema: ¿cuál es el panorama hoy día de las luchas populares visto desde Argentina?

CK: Yo personalmente lo que siento, como algo muy importante, es la revitalización de los movimientos populares, en primer lugar. Algunos conceptos que se van construyendo en esto como el de la autonomía, como la búsqueda de generación de poder popular, la realización de experiencias concretas. Por que hace unos años, hablamos de poder popular en la Argentina pero no teníamos experiencias concretas: las experiencias de empresas recuperadas por los trabajadores que están funcionando bajo control obrero, tenemos experiencias de empresas recuperadas que trabajan como cooperativas, tenemos experiencias de cortes de rutas y piquetes que ponen en jaque a gobiernos, entonces se van dando pequeñas muestras de poder popular, que lo veo también expresado en los campamentos del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, en las búsquedas que hacen los compañeros Zapatistas en sus juntas de buen gobierno, en sus caracoles y que van abriendo un camino donde lo fundamental es el protagonista del cambio histórico que se va constituyendo como sujeto. En ese sentido es inminente la transformación revolucionaria, lo veo como un proceso de construcción, tal vez estratégico y de largo plazo que requiere de un cambio cultural muy profundo, pero lo que siento es que se están dando esos pasos y a veces aceleradamente. Lo que significó el 19 y 20 de diciembre 2001 en la Argentina fue un gran aprendizaje, una gran escuela en pocos días, se perdió el respeto a los bancos, a la propiedad, a las instituciones del Estado, del poder legislativo, bueno fue una gran experiencia. Luego, que después no hallamos sido capaces de proyectar eso en cambios políticos mas profundos, esos son los limites que tenemos como izquierda. De todas maneras lo que esta pasando hoy en la Argentina no esta al margen del cambio de conciencia general y el gran desafío que tenemos es consolidar este criterio de autonomía de los movimientos o si no hay un proceso de cooptación por parte de las instituciones de los partidos del sistema. Creo que ese es el riesgo que hoy tenemos. Pero creo que esto, la capacidad que tenemos de construir movimientos autónomos, que vayan teniendo experiencias de poder popular y que vayan teniendo una mayor elasticidad en esta dinámica: si se ocupa el espacio de la institucionalidad, se pone al servicio de ese poder popular y si no, se seguirá peleando…

FG: Hay una discusión muy amplia dentro del movimiento altermundialista y dentro de la izquierda de América latina en el que se habla mucho del «sujeto histórico». Pero detrás de estas palabras, esta la pregunta de la significación del sujeto histórico: ¿este agente de transformación es el movimiento social, es el partido, es la llamada «sociedad civil»? Viendo lo que paso en Argentina, creo que no podemos poner de lado una problemática esencial de las luchas de clases actuales: ¿Que herramienta política utilizar o construir para agrupar esta fuerza social que ha quedado dispersa?.

CK: La diversidad de construcciones que hay es muy grande y una respuesta a priori de la construcción de esas fuerzas seria imposible sin excluir a partes de estos movimientos sociales o políticos. Lo que sí tengo claro, es que la vitalidad de la respuesta esta fundamentalmente en las organizaciones populares que están haciendo estas experiencias. Insisto: hay poblaciones completas en Argentina, como General Mosconi, que es una población del norte del país, en que los piqueteros están dirigiendo de hecho. Ellos tienen al 60% de la población organizada y funcionan a veces sin municipio, sin Intendencia por que el poder esta construido ahí. Claro, tienes el problema de que es un poder local y después tienes el gobierno provincial, nacional, pero es interesante ese proceso. Yo pienso que esto nace como respuesta a la exclusión y hasta ahora han resistido fuertemente a las políticas de cooptación. Para los planes del capitalismo esa zona de Argentina sigue siendo inviable, desde sus términos no desde los nuestros, o sea que deberían seguir siendo zonas de exclusión. Si ellos aprenden a organizarse y a como vivir por cuenta propia, después se van dando cuenta que no necesitan de ese gobierno. Ahí es donde están madurando las contradicciones, en ese ejercicio de poder popular que los compañeros y compañeras, por ejemplo en Mosconi y en otros lugares, empiezan a realizar. Como es muy fuerte el caso de la experiencia de Zanon, la empresa que esta funcionando con 13000 trabajadores autogestionada en el sur del país, se dan cuenta que no necesitan al patrón y que no necesitan al gobierno del capitalismo y que llevan mas de un año y que viven mejor por que sus relaciones se han modificado también, se han perdido la jerarquía de autoritarismo y de mando. Como experiencia de conciencia yo creo que no se retrocede. Este el tema más esperanzador, podrá haber modificaciones, va a haber políticas de enfrentamientos, creo que viene una época mas dura, por que el ALCA si se establece va a ser duro. Por ejemplo, estas 2 poblaciones que te menciono están en zonas petroleras, entonces no es casual, pero también van a ser factores de resistencia. Después, tenemos por ejemplo, las comunidades de los pueblos originarios, como es el pueblo mapuche en el sur de Argentina, que también aprendieron a vivir en la exclusión y que están aferrados a la tierra hasta por una cuestión de cosmovisión y no van a entregar lo que es su vida, que es la tierra por que no están dispuestos a morir. Entonces, a mi me parece que vienen batallas mas duras, pero este sentimiento de poder popular puede ser realmente interesante.

FG: Para volver a tus actividades militantes y académicas: eres conocida por tu trabajo con otros compañeros y compañeras dentro de la Universidad de las Madres, particularmente en tu labor de educación popular. ¿Cuál es la situación hoy en día de la Universidad de las Madres, cuales son los resultados, los desafíos pendientes?

CK: Bueno, la universidad esta ya en su cuarto año y para mí es una experiencia maravillosa desde el punto de vista simbólico, por que hay que pensar que es un grupo de las Madres de la Plaza de Mayo, compañeras que salieron a pelear por que se habían llevado a sus hijos y muchas veces no sabían por que se los habían llevado y fueron chocándose con el poder, con todas las formas del poder y fueron aprendiendo de eso en la calle y 25 años después, ellas, ya viejitas, muriéndose algunas, empiezan a decir: ¿bueno cual es el legado? Por que ellas no aceptan la reparación económica, ellas dicen la vida de nuestros hijos no vale dinero, no aceptan monumentos, entonces que podemos dejar y deciden crear una universidad y a mí me parece que ese sentido de la universidad es maravilloso. Por que dicen, bueno, queremos dejar los sueños y los ideales por los que pelearon nuestros hijos en otros jóvenes. Esto no es sencillo, como idea es maravillosa, después estamos los que la hacemos, que somos los docentes de la universidad, que lo hacemos con mucha pasión, ponemos el alma en esto. Estamos atravesados como intelectuales y como militantes de izquierda por los problemas de la izquierda, entonces no es sencillo esa vida cotidiana, transformar eso en una universidad popular y que sea realmente antagónica a estas universidades que reproducen la dominación. El esfuerzo es muy lindo, tenemos mas de mil estudiantes, más de 100 compañeros docentes y todo se hace sin cobrar un peso, todo se hace de manera militante, con carreras de sicología social, de derechos humanos, de educación popular, de comunicación, arte, economía política. Bueno, yo creo que el desafío central que tenemos es la articulación con los movimientos populares, existe y bastante fuerte, por que las madres tienen una articulación con los movimientos populares bastante fuerte. Entonces nuestros estudiantes, la mayoría son becados, viene de los movimientos piqueteros, de los trabajadores de las empresas recuperadas. Lo que incluso nos plantea desafíos muy interesantes, por que vienen compañeros que son de diferentes organizaciones, que no se encuentran y que en la lucha cotidiana están enfrentados por posiciones políticas y los tenemos a todos juntos.

FG: ¿Los estudiantes son trabajadores, jóvenes, militantes?

CK: Hay muchos jóvenes que quieren seguir una carrera ahí. Yo coordino una carrera de educación popular, tenemos doscientos compañeros estudiando en 1er año. Hay varios que envían los movimientos piqueteros por acuerdos de becas, otros trabajadores de empresas recuperadas y otros jóvenes. Bueno, esta carrera que dura dos años y tiene clase una vez por semana no les da ningún titulo habilítante, por que esa es otra cosa que las madres desde su perspectiva no quieren oficializar la universidad. Entonces, hay como mil jóvenes estudiando para no tener ningún titulo, entonces el único titulo real es que puedas servir a los movimientos populares. Allí ya le pones un marco muy fuerte, por que uno que se inscribe (y hay carreras de 4 años), en el caso de los que no son becados, pagan una matricula, que no es mucho ni muy barata, pero es un aporte para la universidad. Entonces, se va generando una conciencia diferente, que por supuesto nos va generando dificultades y no siempre es fácil sostenerla. La universidad no recibe plata de ninguna parte, pero esto se corresponde con sueño original de las madres. Nosotros, como docentes nos sentimos obligados y los compañeros se van metiendo en el sueño, muchos vienen por que es la universidad de las Madres y por que en un país donde están muy desacreditadas las fuerzas políticas, hay compañeros que quieren el cambio, la revolución y no encuentran por donde transitar y tiene la referencia ética de las Madres. Creo que el desafío es, y lo vuelvo a repetir, es que no solo vengan los compañeros y se formen, sino que estemos al servicio de esos movimientos.

FG: ¿Por ejemplo, sé que se dio un ensayo de articulación entre las madres y las empresas tomadas, en particular con Zanon y Brukam, que también se saco un periódico con el apoyo de la Universidad, etc… ¿Qué de eso? ¿Cuál es el balance?

CK: Si, si. Por ejemplo, la comisión de apoyo a las empresas tomadas funcionan en la universidad. Se han dado cursos en Zanon, los compañeros han dado cursos en la universidad. Por ejemplo, cuando se dio el principal periodo de luchas en Brukman, se daban clases en la puerta de la empresa con las trabajadoras, las trabajadoras han dado clases allá, con los piqueteros lo mismo. Es el estilo de la Universidad. Pero, lo que esta sucediendo es un apoyo efectivo y una ayuda de difusión y de sistematización de las experiencias. Sacamos un libro sobre la experiencia que te mencionaba en Mosconi. Fue hecho por la carrera de educación popular, como un aporte al movimiento de Mosconi de sistematizar su experiencia. Pero ahora además necesitan formar cuadros para esas tareas con una perspectiva de clase y eso nos exige mas a nosotros, como formadores, de que sean más eficaces las acciones pedagógicas que llevemos desde el punto de vista político. La relación entre política y pedagogía se torna muy interesante. Sobre todo, esto que te dije de poder afirmar esta cuestión del poder popular y la autonomía es un desafío adicional que nos beneficiamos en un momento, que a mi entender, lo que viene es un gran momento de cooptación de los movimientos.

Transcripción Rocio Gajardo Fica

[email protected]



[1] Doctorante de la Universidad Paris VIII y coordinador de la sección Chile de la revista Rebelión (www.rebelion.org/chile.htm)

[2] Docente de la Universidad de las Madres de la plaza de mayo (Argentina) y secretaria de redacción de la revista América Libre (www.nodo50.org/americalibre)