Hace dos años fue detenido Nelson Vargas, más conocido como «El Marrano», sindicado de ser el responsable por los asesinatos de tres indigenistas norteamericanos en Arauca. El fiscal general de la nación puso todos sus dedos en la Biblia y declaro al «Marrano» culpable por los asesinatos. Hace poco, las autoridades norteamericanas devolvieron El Marrano […]
Hace dos años fue detenido Nelson Vargas, más conocido como «El Marrano», sindicado de ser el responsable por los asesinatos de tres indigenistas norteamericanos en Arauca. El fiscal general de la nación puso todos sus dedos en la Biblia y declaro al «Marrano» culpable por los asesinatos.
Hace poco, las autoridades norteamericanas devolvieron El Marrano a Colombia, donde su señora y cinco hijos han sufrido el hambre durante el tiempo cuando Vargas estaba ausente. La señal gringa a Colombia era muy clara; ¡»No nos joden más con estos casos chimbas»!
Recordé el caso cuando escuché esta mañana una entrevista en la emisora «WFM» que entrevistó a Aldemar Rodríguez que, según un comunicado de la vicepresidencia anoche 25 de agosto, «tiene una ONG de Derechos Humanos llamada Fundación de Liderazgo Social». Este señor suministró informaciones y datos contra Luz Perly Córdoba, presidenta de la organización campesina ACA en el departamento de Arauca y también subrayó, en «Noche con RCN», que los tres dirigentes sindicales muertos por el ejército el 5 de agosto en Arauca «eran sencillamente elenos», es decir, guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional.
Para reducir la terrible tensión que viven las organizaciones sociales en ese departamento, se planeó un encuentro entre el vicepresidente, encargado por el tema de los derechos humanos en el gobierno de Dr. Uribe y las organizaciones mencionadas. Pero fue un fracaso.
Según los asistentes araucanos que se retiraron del encuentro, el señor Aldemar Rodríguez es un reconocido integrante de las fuerzas militares en Arauca. Trabaja, según Yerly Ángela Méndez, de la Humanidad Vigente, en la emisora de la 18ª Brigada del ejército donde diariamente acusa a los líderes sociales del departamento de ser guerrilleros.
LA MITAD DE LAS SILLAS en la sala por el encuentro entre Santos y las ONGs estaban ocupadas por militares que incluso filmaron a las personas que venían. Lo que me llamó la atención sobre este señor, entrevistado por WFM, que incluso reconoció que si, ha dado y da informaciones al ejército, fiscalía y las autoridades sobre hechos en Arauca, es que acusaba a al Comité permanente de Derechos Humanos por ser un organismo fachada de las Farc. Agregó que ahí se encuentra Martín Sandoval, presidente del comité que en Arauca es un reconocido líder popular, elegido varias veces como diputado a la asamblea departamental por la Unión Patriótica que en Arauca han enterrado centenares de miembros, víctimas por la guerra sucia contra la corriente política más fuerte del departamento hace unos anos.
Según el informante avalado por Santos, Sandoval y el Comité Permanente esta ayudando a la organización campesina ACA y su presidenta encarcelada, Luz Perly Córdoba. Desertores de las Farc la sindican, según El Espectador del domingo pasado, de ser auxiliador de de ese movimiento en Arauca. Ella ha facilitado contactos con mucha gente, entre ellas periodistas, según el informante.
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Yo soy una de esos periodistas y quiero relatar, para aclarar un poco el panorama, mis propias experiencias, tanto con Arauca como con Luz Perly Córdoba.
La conocí hace dos anos en el Departamento de Derechos Humanos de la organización nacional campesina FENSUAGRO. Como periodista uno siempre busca los mejores contactos. Nada insólito.
CON REPRESENTANTES DE FENSUAGRO salí varias veces en el departamento de Cundinamarca y entrevisté campesinos en Sumapaz, Viotá, Tequendama, lugares donde centenares de dirigentes campesinos han sido asesinados durante el gobierno de Álvaro Uribe, supuestamente por grupos paramilitares. Ni en Cundinamarca ni en Arauca estaba programado algún encuentro o reportaje con la insurgencia, que si, tiene presencia histórica en esta parte de Colombia.
Viajé en octubre del 2002 a Arauca1) a raíz de la decisión del nuevo gobierno de Álvaro Uribe Vélez de declarar el departamento a una «Zona de rehabilitación y de consolidación» popularmente conocido como «Operaciones de Teatro de guerra».
Sin embargo, el gobierno restringió el acceso para los periodistas extranjeros de llegar allá. Según el «Decreto 2002» teníamos que solicitar el permiso primero a las FF.MM a entrar al departamento, respuesta que no demoraría más que ocho (8) días. En el caso mío demoraron 21 días.
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ARRIBANDO EN ARAUCA, EL DAS SI, era más eficaz que el Ministerio del Interior, que a final se encargó de mi solicitud de «visa departamental». Tres horas después de haber arribado fui detenido2) en el casco urbano de Arauca. Según el oficial de los organismos políticos de la seguridad colombiana «alguien había visto un mono (rubio) en el centro», por lo cual le pregunté ¿si DAS consideraba a todos monos como «presuntos terroristas internacionales»?
La verdad es que este periodista estaba llegando a la asamblea departamental para entrevistar al ex coronel José Miro Palencia Álvarez3), designado por el presidente Uribe como gobernador de Arauca. Primero quería saber la posición del gobernador antes de iniciara mi gira de trabajo por los tres municipios Arauca, Arauquíta y Saravena, declarada zona de guerra.
Pero la «bienvenida» estatal no fue la que esperaba yo. Pero si, el gobernador me recibió amablemente y puso sus puntos de vista del panorama político y del orden público.
Cuando el «informante de la vicepresidencia y el ejercito» Aldemar Rodriguez dice que el Comité Permanente de los derechos humanos es una fachada a las Farc, hay que informarse primero. Aquella organización es respetada en todo el mundo, recibe apoyo de estados entre ellos Suecia y Suiza que incluso, anteriormente, ha aportado el financiamiento de los congresos anuales en el Hotel Tequendama, cuyos dueños es el ejército. Su presidente de honor hace pocos años fue el ex canciller y conservador, Alfredo Vásquez Carrisoza.
En Arauquíta entrevisté al presidente4) del comité que, en una de las partes, también denunciaba acciones por parte de la guerrilla.
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A LA OFICINA LLEGABAN MUCHAS VÍCTIMAS que me dieron, no solamente mucho trabajo, sino también mucho para pensar ¿cómo es posible que tantos testimonios no se reflejen en los grandes medios de comunicación colombianos?
Ahí estaban profesores y padres de familia que relataban como el comandante de la estación de policía la acusaba a La «Hermana Fania»,5) una monja y rectora jesuita del colegio Simón Bolívar, de «guerrillera». La simple razón fue, que la señora rectora estaba preocupada y prohibió a los alumnos de visitar a la estación de policía. El comandante, acusado por reclutar a los niños como informantes a través de plata o caramelos, según los padres de familia y profesores del municipio, la llamó y la trató de guerrillera, decía la gente. Cuando enfrenté al oficial Vargas con las denuncias decía: «No, eso no tiene nada de razón. A veces los padres exageran.»6)
En unos de los corregimientos en las afueras de Arauquíta los niños mismos dieron testimonios5) que el ejército también trata de reclutarlos como informantes o de sacarlos información sobre la guerrilla.
«Nos regalaron galletas y plata pero yo no quería recibir, dice el niño. Entraron unos 50 soldados a mi casa y me iban a dar 400.000 pesos (aproximadamente 125 dólares) si les contara donde estaban las armas y la base, la mercancía. Le dije que no, que ‘el patrón vivía por allá’, y me indica con la mano a una dirección», contaron los niños.
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SI, ENTREVISTÉ A CAMPESINOS, PERO NO GUERRILLEROS. Si me habría cruzado algún comandante guerrillero, por supuesto que había aprovechado el momento para entrevistarlo. Cualquier periodista colombiano o extranjero lo habría hecho. Pero no pasó, a pesar que había programado varios temas en Arauca justamente con Luz Perly Córdoba.
Pero creo que las denuncias de la Sra. Inocencia Pineda7) fue lo que más impactó durante la semana que trabajé en Arauca el 2002. Su marido fue asesinado por un militar que la violó toda la noche al lado de sus tres niños.
«Llegó y me alumbró con la linterna de mi esposo y me dijo con voz agresiva que saliera de ahí (se había escondido bajo la cama). ¡»No me mates»! le dije. «Usted se me acuesta». Me agarró con la fuerza y se subió a mi».
La mujer, de 36 años, fue violada en todas las formas más bestiales y el soldado no se fue hasta la madrugada cuando dejó Sra. Inocencia Pineda con sus tres niños horrorizados. Las últimas palabras eran la advertencia, que si iba a dar testimonio sobre los hechos, la mataría igual como a su esposo. Los niños quedarían huérfanos.
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MARTÍN SANDOVAL, acusado por el informante Rodriguez por ser un auxiliador de las Farc, decía en la entrevista que «No son zonas de «rehabilitación», son zonas de represión»8). La acusación del informante a Sandoval es en realidad una condena a muerte.
Y es curioso, por que Sandoval también tenía su crítica contra las Farc, que en esa época empujaba a todos los políticos a dejar sus puestos en alcaldía, consejos o asambleas departamentales. También en Arauca.
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EN EL REPORTAJE DE El Espectador del 22 de agosto9), acerca de las acusaciones de la fiscalía contra Luz Perly Córdoba, que en nivel internacional no tienen ninguna validez jurídica, el semanario, sin chequear ninguna otra fuente, hace referencia de la fiscalía a la organización de derechos humanos, «Joel Sierra para adelantar campañas de desprestigio contra la Fuerza Pública a nivel nacional e internacional», desde Arauca.
Según El Espectador «Samuel Morales», que es tesorero de la CUT-Arauca y uno de dos sobrevivientes de la masacre el 5 de agosto, «lo sindican de ser comisario político del Comité Departamental de Masas del ELN».
Pero hay otras fuentes, que los de El Espectador:
«En noviembre de 2002 José Rusbel Lara, defensor de derechos humanos del Comité Regional de DD.HH «Joel Sierra», fue asesinado a una calle de distancia de la estación de Policía sin que ésta reaccionara. Así mismo, cabe mencionar las reiteradas incursiones «paramilitares» contra la población civil, contra las cuales hay reiteradas denuncias de las víctimas que señalan haber reconocido a sujetos que en un momento portan brazaletes que los identifican como miembros del Ejército y en otros casos como paramilitares», dice el informe de la Comisión de Investigación del asesinato de los líderes araucanos Héctor Alirio Martínez, Leonel Goyeneche y Jorge Prieto, bajo el título: «CRÓNICA DE OTRA MUERTE ANUNCIADA EN ARAUCA», y redactada por Alèxia Guilera Madariaga.
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DESDE LA OFICINA DE «JOEL SIERRA» declaró Darío Tulibila, presidente del Comité Regional de los Indígenas de Arauca, CRIA, a principio del 2003 una terrible masacre, cometida, según él, por el ejército:
Pregunta: En su comunicado también denuncia que «esta última víctima estaba embarazada y la comunidad guahíbo tuvo que ver horrorizada cómo los supuestos paramilitares le abrían el vientre a la muchacha, sacaban el feto, lo troceaban y lo lanzaban en una bolsa plástica al río junto a la madre».
«Sí, ellos agarraron a Omaira Fernández de 16 años con un cuchillo, la abrieron, sacaron vivo el niño (de 6 meses) y después despedazaron el feto y ahí los echaron al río. Le faltaban tres meses para tener el niño, y es triste para nosotros. Las tres otras niñas que fueron violadas, están vivas… bueno, no sabemos si están vivas, porque después de que las soltaron, no sabemos dónde se encuentran. ¿Y quién que tenga 11 años, se va a aguantar estas cosas?»
• Pero, ¿fueron violadas por los mismos soldados?
– Sí, porque ¿quiénes estaban ahí más? Ahí estaban los mismos soldados porque no hay paramilitares, aquí hay ejército, repite el dirigente indígena varias veces para rechazar y desmentir las declaraciones hechas por los grandes medios de comunicación, que han informado a la opinión pública que en la zona hay combates entre guerrilla y paramilitares y no se sabe la autoría de los crímenes atroces, cometidos contra la población indígena, según lo escribió el diario El Tiempo.
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QUIERO ENTREGAR ESTOS ELEMENTOS, sobre todo a mis colegas, tanto colombianos como extranjeros que no ha recurrido a éste o a otros departamentos que viven en un conflicto social muchas veces complejos. Pero aclaro, que la experiencia que tuve para programar mi gira periodística a Arauca no tenía los más mínimos elementos que le acusa el informante Aldemar Rodríguez a la dirigente social, Luz Perly Córdoba.
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1) Reportaje el 21-26 octubre bajo el «Decreto 2002»:
REPORTAJE EN EL DEPARTAMENTO DE ARAUCA, «ZONA DE REHABILITACIÓN Y CONSOLIDACIÓN» O POPULARMENTE CALIFICADO COMO «TEATRO DE OPERACIONES DE GUERRA»
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/pag_Arauca.htm
2) Detenido por el DAS
3) Entrevista con el gobernador encargado de Arauca, Emiro Palencia: El gobernador desconoce presencia paramilitar
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/7.htm
4) El Decreto 2002 ha conllevado un aumento de las violaciones de los derechos humanos en el departamento de Arauca, dice Enrique Pertús, presidente de la Comisión Permanente por los Derechos Humanos en el municipio de Arauquíta.
Degollador de familia testigo del ejercito
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/5.htm
5) «El ejercito y la policía reclutan niños como informantes»
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/13.htm
6) «A veces los padres exageran»
La policía en Arauquíta desmiente acusaciones de reclutar «informantes» entre los niños en Arauquíta
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/9.htm
7) «El soldado mató a mi esposo y me violó»: Denuncia en Arauquíta de una campesina.
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/13_violada.htm
8) «No son zonas de «rehabilitación», son zonas de represión»
Martín Sandoval, diputado departamental del Partido Comunista Colombiano en Arauca, actuando bajo zonas de «Rehabilitación y consolidación».
http://www.fortunecity.com/marina/victory/653/Olika_teman_A_Z/comunas/Arauca/4.htm
9) El Espectador del 22 de agosto: «El dedo acusador de los desertores.
Con testimonios de reinsertados de las Farc y el Eln como soporte principal de los expedientes, las autoridades judiciales buscan develar nexos de sindicalistas y ONG de DH de Arauca con la guerrilla.
http://www.elespectador.com/judicial/nota1.htm