El candidato presidencial de la Alianza por Chile, Joaquín Lavín, ha hecho una declaración valorando como un gesto de hombría el reconocimiento por parte de Sergio Fernández de su responsabilidad política mientras fue ministro de la dictadura. Textualmente Lavìn dijo: «Hay que ser bien hombrecito para decir eso y habla muy bien de él». Este […]
El candidato presidencial de la Alianza por Chile, Joaquín Lavín, ha hecho una declaración valorando como un gesto de hombría el reconocimiento por parte de Sergio Fernández de su responsabilidad política mientras fue ministro de la dictadura.
Textualmente Lavìn dijo: «Hay que ser bien hombrecito para decir eso y habla muy bien de él». Este «reconocimiento de responsabilidad política» es una maniobra deleznable pues con ella Fernández pretende evitar su desafuero por su responsabilidad penal como cómplice y encubridor de crímenes que se cometieron durante sus dos períodos como ministro del Interior y como responsable directo de la relación de la CNI con el Poder Judicial
Fernández hace esta declaración a sabiendas que con su participación personal la Concertación aceptó que en las modificaciones de la Constitución de 1980, que se aprobaron en 1989, se introdujera un artículo transitorio que excluía toda responsabilidad política de cualquiera de los funcionarios de la dictadura. Por lo tanto, su reconocimiento no tiene el menor valor.
Lavín también conoce esto y en esas condiciones, su declaración es igualmente una pretensión de engaño a la opinión pública.
En el escrito que hemos presentado ante el ministro de fuero se entregan antecedentes contundentes sobre la responsabilidad de Fernández como cómplice y encubridor de crímenes de lesa humanidad. Sólo un ejemplo: tuvo el descaro de negar que Villa Grimaldi, donde murieron más de 300 chilenos, hubiese sido un centro de detención. Esta es la catadura moral de Fernández y sus defensores.
– Jorge Insunza es miembro de la Comisión Política del Partido Comunista de Chile.