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Pinochet: Traidor, asesino… y ladrón

Fuentes: www.cctt.cl

El armazón de impunidad que tejíó antes de abandonar el poder, la complicidad de los gobiernos de los países desarrollados, y las formas de protección que tuvo del gobierno de la Concertación de su país, han garantizado que el Gral. Augusto Pinochet Ugarte no haya sido juzgado. Se sumaron después los tramposos y cobardes ardides […]

El armazón de impunidad que tejíó antes de abandonar el poder, la complicidad de los gobiernos de los países desarrollados, y las formas de protección que tuvo del gobierno de la Concertación de su país, han garantizado que el Gral. Augusto Pinochet Ugarte no haya sido juzgado. Se sumaron después los tramposos y cobardes ardides sobre su presunta «enfermedad terminal», que contaron con la anuencia de los gobiernos de Londres, Madrid y Santiago. Con ellos consiguió burlar en 1998 su detención preventiva en Londres y el procesamiento iniciado por el juez español Baltasar Garzón .

Hasta entonces se acumularon pruebas por su responsabilidad en las operaciones represivas, las órdenes para detener y ejecutar funcionarios y simpatizantes del gobierno constitucional derrocado por su golpe artero. También su paternidad en el Plan Cóndor, especie de sangriento consorcio de las dictaduras latinoamericanas de los años 70 para el asesinato de opositores en cualquiera de esos países.

En julio del año pasado, el Banco Riggs con sede en Washington admitió que entre sus clientes había figurado el ex dictador, quien durante 8 años había manejado depósitos que oscilaban entre 8 y 10 millones de dólares.

Ahora, el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado norteamericano ha revelado que en realidad el ex dictador mantuvo más de un centenar de cuentas bancarias en entidades financieras de los Estados Unidos durante 25 años.

A su probada condición de traidor ( era el Comandante en Jefe designado por el presidente Salvador Allende por recomendación de su camarada de armas Gral. Prats, a quien luego mandó a matar ) sumó la de asesino e instigador de torturas.

Ahora, las nuevas revelaciones sobre la existencia de más de un centenar de cuentas bancarias en distintas entidades, indican que el ex dictador controla fondos multimillonarios. Si con los datos de julio pasado la oposición denunciaba que esos fondos jamás podían ser producto de los «sueldos» percibidos durante el ilegal ejercicio del poder, el nuevo informe no deja lugar a dudas de que se trata de dinero del cual se apropió ilegalmente. Dicho más claramente, robado. El ex dictador suma otro atributo delictivo: el de ladrón.

Y aunque por lo expuesto anteriormente es muy probable que muera sin ser juzgado por ningún tribunal, para una gran parte de la humanidad están claras sus responsabilidades delictivas. Y también van quedando en evidencia sus instigadores, cómplices y protectores, muchos de ellos fuera de las fronteras chilenas.

Las nuevas revelaciones

El Subcomité Permanente de Investigaciones del Senador norteamericano, precisó que el ex dictador chileno Augusto Pinochet montó una red de cuentas secretas seguras en diversos bancos de los Estados Unidos.

El senador Carl Levin, miembro del subcomité, aclaró que los portavoces del Banco Riggs solo dijeron «parte de la verdad» en julio del 2004 cuando admitieron haber gestionado durante 8 años algunas cuentas secretas de Pinochet en Miami y Londres por unos ocho millones de dólares. El informe señala que el ex dictador abrió cuentas -entre otras entidades – en el Citibank de Nueva York, en el Pacific Bank, en la filial del Banco Nacional de Chile en Estados Unidos; en la del portugués Espíritu Santo en Florida; en el Banco Atlántico ( ahora bajo control del Banco Sabadell, de España ); en el Bank of América y en la sociedad Coutts & Co, desde el 2003 en manos del español Banco Santander que preside Emilio Botín, y las mantuvo operativas durante 25 años.

Los primeros trascendidos periodísticos sobre el contenido total del informe que será revelado en las próximas horas, hacen referencia a los vínculos entre Pinochet y Joseph Allbritton, dueño del Banco Riggs, y también sobre los movimientos de esas cuentas secretas, quienes fueron sus titulares autorizados y los ejecutivos implicados en el ocultamiento de la identidad del ex dictador, entre otros detalles.

Algunos estrechos colaboradores de Pinochet procuran distanciarse de este tema. Un ejemplo de ello es el General Garín, quien admitió que como jefe de la Casa Militar y agregado militar en España manejó varias cuentas entre 1981 y 1988, pero las desvinculó de operaciones personales del ex dictador. Eso sí, el General Garín sigue refiriéndose al ex dictador como «el presidente» Pinochet.

Se sabe que Pinochet utilizó varios documentos aparentemente expedidos por el gobierno chileno pero con distintas identidades, ya que en algunos figuraba con otros datos: «José Ramón Ugarte» o «Augusto Ugarte», por ejemplo.

Se estima en el informe preliminar, que Pinochet mantuvo al menos 125 cuentas bancarias en Estados Unidos durante 25 años.

Los antecedentes

El reconocimiento parcial del Banco Riggs en julio pasado de haber administrado cuentas secretas de Pinochet, determinó que en Chile se abriera un juicio que en su primera fase determinó que el imputado tenía una fortuna cuyos orígenes se desconocían, y que superaba los 16 millones de dólares. Otra investigación posterior realizada en Chile sobre los ingresos del ex dictador entre los años 1980 y 2003, determinó que durante ese período Pinochet dejó de pagar impuestos por unos 17 millones de dólares, lo que constituye una estafa al Estado chileno.

A finales de 2004, el Banco Riggs se declaró culpable de ocultar esas cuentas –descubiertas por el mismo Subcomité Permanente de Investigaciones en julio de ese año– y debió pagar una suma de 16 millones de dólares. Más tarde, y a raíz de una querella contra Pinochet interpuesta por víctimas de la dictadura y que era investigada por la Audiencia Nacional española, el Banco Riggs llegar a un acuerdo con la parte acusadora, compensándola con 9 millones de dólares que se destinarían a las víctimas de la represión de la dictadura chilena.

Pero el Banco Riggs, no había revelado entonces la dimensión real de la red de cuentas secretas del ex dictador.

«La corrupción es bella»

En los próximos días se irán conociendo más detalles de este enriquecimiento ilícito de Pinochet, que al parecer, coincidió con su gestión como gobernante de facto de Chile. Y rememorando los amparos y protecciones que ha tenido el ex dictador que le han servido como «paraguas de impunidad», inevitablemente los asociamos con las recientes declaraciones de Moisés Naim, director de la revista norteamericana Foreign Policy ( su edición en español comenzó a publicarse recientemente ).

Naim afirma que la corrupción es consustancial con la humanidad y que oponerse a ella no solo es inútil sino perverso, porque genera efectos negativos sobre la sociedad. Naim insinúa que desplazar a los corruptos, lleva a que la sociedad los reemplace por funcionarios honestos, pero ineficaces, que causan efectos más dañinos que los corruptos. Con lo cual más o menos viene a predicar que la honestidad es una desaconsejable virtud para desempeñar la función pública.

Con esta teoría, «blanquea» la gestión de personajes como Carlos Menem, Salinas de Gortari, Fuijmori o Sánchez de Losada, por mencionar solo algunos y acotándolos a Latinoamérica. Todos ellos, «caballos de troya» del neoliberalismo, y de la liquidación de empresas y recursos nacionales en sus respectivos países a favor de las grandes multinacionales.

Y tiende un manto piadoso de olvido o de perdón sobre escándalos como los de la petrolera Halliburton – que dirigió el hoy vicepresidente norteamericano Dick Cheney – y que se quedó ilegalmente con decenas de millones de dólares por sus contratos y prestaciones en Irak, o el de Enron, que implicó una colosal estafa a los propios accionistas de la empresa estadounidense.

Así como el gobierno Bush ha creado pretendidas teorías para justificar dictaduras, invasiones, guerras y atropellos contra diversos pueblos, es posible que las afirmaciones de Moisés Naim desde una de las publicaciones de mayor fuerza de propagación ideológica en Estados Unidos, constituyan una avanzada para legitimar a los corruptos.

Siempre – claro está – que se trate de «sus corruptos». Y no quedan dudas que Pinochet es uno de ellos.