No pagarán impuesto, ocuparán el agua de los agricultores, contaminarán, destruirán una importante reserva de la biosfera que contiene tres glaciares, no crearán nuevos empleos… y se llevarán dólares a manos llenas. Esta es la historia del mineral de Pascua Lama en la III Región, un gran negocio para la transnacional Barrick Gold y un […]
No pagarán impuesto, ocuparán el agua de los agricultores, contaminarán, destruirán una importante reserva de la biosfera que contiene tres glaciares, no crearán nuevos empleos… y se llevarán dólares a manos llenas. Esta es la historia del mineral de Pascua Lama en la III Región, un gran negocio para la transnacional Barrick Gold y un pésimo negocio para Chile.
Según la última medición sobre inversión en Chile, correspondiente al catastro de marzo de la Corporación de Bienes de Capital, el proyecto minero de Pascua Lama a cargo de la transnacional con asiento en Canadá Barrick Gold es la inversión más importante proyectada para los próximos cuatro años, con casi 1.500 millones de dólares. Un proyecto que además destaca por ser el primero en materializarse bajo el alero del acuerdo minero firmado entre Chile y Argentina por los entonces presidentes Frei y Menem, que permite la explotación de yacimientos ubicados en la frontera de ambos países. Importante además porque éste sería uno de los minerales de oro y plata más importantes del mundo. Datos que hacen brillar los ojos de nuestras autoridades.
El añejo axioma de que más inversión es más crecimiento, más empleo y más desarrollo, vuelve a proyectarse en las marquesinas de nuestros grandes periódicos. Sin embargo… los otros datos parecen más opacos, aquellos que señalan que la Barrick no pagará impuestos, que no absorberá mano de obra, que dañará irreparablemente un valioso ecosistema que tiene como pilar los glaciares que serán desplazados o destruidos y que dan vida a los ríos que alimentan los valles de la Tercera Región y su agricultura, que sus faenas son una letal fuente de contaminación por los residuos tóxicos que emanan… Esos son los datos que tienen a la población del lugar en pie de alerta y que las autoridades parecen no considerar. En Chile el oro manda y la Barrick tiene mucho.
Mega Proyecto
La cordillera de los Andes es generosa y a los últimos segmentos de su largo espinazo le regaló las que se consideran las reservas de agua más puras del mundo… reservas que afortunada -o lamentablemente- se encuentran principalmente en la frontera entre Chile y Argentina en forma de glaciares. Hoy, tres de estos gigantes de vida y hielo están condenados: son los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza -a 150 kilómetros al este de Vallenar- que en Chile alimentan de agua al valle de Huasco, un verdadero oasis en la desértica Región de Atacama, y que en el lado argentino colinda con la provincia de San Juan. Y es que el yacimiento de oro, plata y cobre que pretende explotar la Barrick Gold está justamente bajo los glaciares.
Este proyecto recibió la autorización de las autoridades chilenas para comenzar sus operaciones en 2003, sin embargo el bajo precio del oro en los mercados internacionales puso la iniciativa en barbecho. Un tiempo que sin embargo no fue perdido, pues la empresa, mientras esperaba un repunte en la cotización del commoditie, continuó con las exploraciones. El tiempo de espera terminó y las nuevas exploraciones se tradujeron en un proyecto ampliado, con nuevos descubrimiento que aumentaron las reservas de oro a explotar de las 14 millones de onzas originales a 17 millones de onzas y de las 460 millones de onzas de plata a 635 millones de onzas. Todo lo cual aumentó la inversión de los 950 millones de dólares proyectados inicialmente a los actuales 1.500 millones de dólares. Asimismo se explotarán unas 200 mil toneladas de cobre que existen en el lugar. Este nuevo proyecto hoy está siendo reevaluado por las autoridades, sin embargo todo indica que sería aprobado. Los ejecutivos de la Barrick esperan iniciar la construcción del mineral en enero del 2006, para ponerlo en operaciones en 2009, con una vida útil de 20 años. El mineral espera producir 615 mil onzas de oro, 18,2 millones de onzas de plata y 5.000 toneladas de concentrado de cobre al año.
«Trasladando» glaciares
El proyecto Pascua Lama ampliado sufrió sin embargo un revés inesperado para los ejecutivos de la firma. Si bien el proyecto original fue aprobado por las autoridades, la empresa en su evaluación de Impacto Ambiental «olvidó» mencionar que los yacimiento estaban bajo los glaciares y las autoridades sólo se enteraron del «detalle» cuando el proyecto fue presentado a la comunidad del valle de Huasco que hizo notar el hecho, ante lo cual las autoridades exigieron a la empresa un insólito «Plan de Manejo de Glaciares». Insólito, porque este plan no existía como instrumento de evaluación de impacto ambiental ni en Chile ni en el mundo, por el simple hecho de que la tendencia mundial es justamente a no tocar los glaciares, tal como lo señala el Protocolo de Kioto firmado por nuestro país.
Si bien este plan aún no ha sido presentado, la firma ya adelantó que planea «trasladar» 24 hectáreas de glaciares a dos kilómetros de distancia, utilizando, entre otras herramientas, máquinas bulldozer y explosivos. Para muchos, el mentado traslado de estas masas congeladas no es más que una pobre versión eufemística para la destrucción de los hielos eternos. Considerando además que no existe experiencia en el mundo que acredite que tales traslados son posibles sin dañar irreversiblemente esos glaciares y el entorno de éstos. Y es que no se trata sólo de masas de hielo, sino de complejos ecosistemas que se han construido bajo un delicado equilibrio durante millones de años. Al respecto son elocuentes las palabras del diputado Antonio Leal: «para explotar el mineral de oro, plata y cobre en esta zona habrá un movimiento de suelo de 8 millones de metros cúbicos, de 80 millones de toneladas de material, la construcción de un túnel de 2,7 kilómetros, el uso de 65 mil metros cúbicos de cemento, 12 mil toneladas de acero estructural, 4 mil placas de acero y 99 mil metros de tuberías. Todo ello no puede no provocar un enorme impacto a los glaciares adyacentes».
De hecho, en alrededor de 15 años de exploración, las faenas de la empresa -que incluso contempló la construcción de un camino en medio de un glaciar- han afectado seriamente a estas moles heladas. Según antecedentes de la Dirección General de Aguas, en un informe de enero de este año, los glaciares han disminuido entre un 50% y un 70% por estas actividades mineras.
Este proyecto se hizo posible gracias al Tratado Minero entre Chile y Argentina, firmado por los presidentes Eduardo Frei y Carlos Menem el 29 de diciembre de 1997 y que permite la explotación de los yacimientos mineros que se encuentren en más del 70% de la zona fronteriza entre ambos países, cuestión que antes estaba vedada. Hoy el proyecto de la Barrick, como primer emprendimiento que se realiza bajo el manto de este acuerdo binacional, se presenta como un precedente frente a inversiones futuras; es decir, hoy una normativa permisiva con esta inversión sin duda pone en peligro otros ecosistemas altamente frágiles que se encuentran en la frontera y las comunidades locales que dependen de él.
Los mitos de «Barrick»
Minería responsable, empleo, crecimiento, planes de manejo ambiental… frases que a rato sólo merodean y en otros golpean como metralla, son los argumentos de la Barrick Gold que hacen suyos las autoridades chilenas. Frases que a la luz de los hechos pesan menos que en papel en que vienen impresas.
Minería responsable y manejo ambiental: cuesta creer que exista un manejo ambiental «responsable» en este caso, no sólo por la naturaleza de una actividad que se caracteriza por su fuerte impacto en el medio ambiente, sino por el propio historial de la Barrick Gold Coorporation en la materia.
Frente a lo anterior es necesario señalar que la minería del oro es la más contaminante del mundo, debido a que en su procesamiento, entre otros, se utiliza el método de lixidación con cianuro, lo que es altamente tóxico y se corre el permanente peligro de derrame. Estos desechos son altamente nocivos, en particular para las aguas, así como se corre el riesgo de derrame de metales pesados, que es otro de los desechos de este tipo de faenas, sin contar con las emanaciones gaseosas.
Asimismo, la empresa informó que planea instalar un llamado «depósito de estériles» en el nacimiento del río El Estrecho, que es uno de los tributarios del río Huasco. Por «estériles» la empresa no habla de materiales inocuos, sino de todos los materiales extraídos de la montaña que para ella no tienen valor económico, entre los que se pueden hallar materiales altamente contaminantes y peligrosos como el mercurio. Este depósito estaría a la intemperie, por lo que el que las lluvias o la erosión los arrastrasen al río es una posibilidad cierta.
Por otro lado, el historial de la firma pone en duda su real voluntad para respetar el medioambiente y la salud de las personas. Cabe recordar que esta firma fue la propietaria del mineral de oro El Indio en nuestro país. El Indio produjo dos emergencias ambientales, en 1993 y en 1997, por producir dos episodios de contaminación por cianuro, afectando a Vicuña, La Serena y Coquimbo.
Pero esto no es todo. Barrick tiene operaciones en todo el mundo y en todo el mundo éstas han producido graves daños al medioambiente. Este es el caso, por ejemplo, del lago Cowal en Australia, en donde sólo en marzo pasado la comunidad indígena Wiradjuri decidió movilizarse contra la Barrick Gold por haber contaminado el lago con cianuro.
Una situación similar se produce actualmente en Perú, específicamente en la región de Ancash, donde la comunidad de Huaraz inició una paralización indefinida exigiendo que la Barrick pague una indemnización a los pobladores del lugar por la contaminación generada por el mineral de Pierina, de propiedad de la firma, lo que ya ha provocado serias enfermedades en la población. De hecho, sólo en el continente americano se han registrado 33 denuncias por envenenamiento contra la empresa y en Argentina ésta ya fue sancionada.
Generará empleo: lo cierto es que el proyecto Pascua Lama tiene los mismos grandes defectos que todos los emprendimientos mineros en materia de empleo: son altamente intensivos en capital pero absorben muy poca mano de obra. De hecho, en los últimos 15 años la producción de cobre se triplicó y sin embargo el empleo disminuyó más del 30%.
En cuanto al proyecto mismo, la empresa señaló que durante los tres primeros años -que se destinarán a la construcción de la infraestructura de la mina- se crearían 5.600 empleos sumando los creados en Chile y Argentina; para posteriormente ofrecer alrededor de 1.600 empleos permanentes. Ahora solamente en Chile se crearían unos 4.500 empleos en la primera etapa y unos 1.000 en la segunda; de estos últimos, apenas medio centenar de empleos serían para personas de la zona.
El problema aquí no es sólo las escasas plazas nuevas que crearía Pascua Lama, sino peor aun, los empleos que se ponen en peligro por la realización del proyecto. Aquí se presentan dos graves problemas para una de las actividades que genera más empleos en la región, como es la agricultura que se desarrolla en los valles, de la que viven alrededor de 70 mil personas. El primero es el impacto que Pascua Lama tendrá en la disponibilidad de agua. Al destruir o afectar seriamente los glaciares se pone en peligro la principal fuente de agua de la región, ya que éstos hacen las veces de verdaderos tanques de agua naturales y que son los principales alimentadores de los ríos, así como está el hecho de que la actividad minera es intensiva en el uso del vital elemento; por lo pronto la Barrick ya anunció que utilizará unos 300 litros de agua por minuto sólo en sus faenas productivas. Por otro lado están los efectos de la contaminación, que pueden afectar seriamente la producción; de hecho, muchos agricultores que hoy exportan sus productos señalan que el sólo hecho de que se instale una empresa con un historial tan negro en materia ambiental les va a cerrar las puertas de importantes mercados.
Finalmente está el aporte económico que este proyecto puede ofrecer al país. Frente a esto basta sólo mirar lo ocurrido con la Barrick Gold mientras estuvo al frente de El Indio: en 10 años de actividad no pagó un peso de impuesto. Hoy se habla de aplicar un nuevo impuesto a la minería a través del proyecto de ley denominado «Royalty II». Lo cierto es que no siquiera esta precaria medida hoy afecta a esta empresa, ya que se piensa cobrar este impuesto específico a aquellas mineras que produzcan entre más de 10 mil toneladas de cobre al año y Pascua Lama «sólo» producirá 5 mil toneladas, por lo que es considerado como un pequeño o mediano productor.
Sin duda, para la Barrick un gran negocio o, como algunos dirían, un gran golpe.
Historial de la Barrick Gold Corporation
Esta que es una de las compañías productoras de oro más grande del mundo -la primera en Canadá y la tercera en el planeta- nació turbia. El fundador de la Barrick Gold es el multimillonario y conocido traficante de armas saudí Adnan Khashoggi, quien es además amigo personal del ex presidente de EE.UU. George Bush padre, el que a su vez terminó siendo desde 1995 hasta 1999 Asesor Honorario de la Junta de Asesoría Internacional de la firma
Mr. Khashoggi tiene un largo prontuario criminal: estuvo involucrado en el escándalo Irán -Contras, operación a través de la cual la CIA financiaba a los paramilitares que combatían al gobierno sandinista a través de los recursos obtenidos de la venta ilegal de armas a Irán. Asimismo, Khashoggi fue encarcelado en EE.UU. en 1989 por su vinculación con un fraude cometido en complicidad con el ex dictador de Filipinas Ferdinando Marcos. Curiosamente -o no tanto- quien pagó la fianza de 4 millones de dólares que puso en libertad al traficante saudí fue Peter Munk, actual presidente de la Barrick Gold, tal como lo señalan versiones de «The Observer» y «The Guardian».
Como si esto fuera poco, según un artículo publicado en «The Times» la Barrick Gold tuvo una activa participación en la guerra civil en la ex Tanzania, hoy República Democrática del Congo, y en las posteriores invasiones de Ruanda y Uganda. En 1996 EE.UU. brinda su apoyo a la rebelión de la etnia tutsi que se produce en el este del país, una revuelta apoyada por los vecinos Ruanda y Uganda. Diversas fuentes vinculan a la Barrick como una de las empresas que financió el levantamiento tutsi y movió sus influencias a favor de éste en la Casa Blanca. Con el cambio de régimen en el país, cuya consecuencia más vistosa fue el cambio de nombre a República Democrática del Congo, la Barrick Gold y la Anglo American obtuvieron jugosas concesiones mineras de oro, diamantes y petróleo.
En otro lugar del mundo, en 1996 y por gestiones directas hechas por el ex presidente norteamericano y ex jefe de la CIA George Bush padre, el entonces dictador de Indonesia, Suharto, vendió irregularmente a la Barrick Gold la mina de Busag, ubicada en el estado de Kalimantán Oriental.
En el directorio de esta empresa podemos encontrar algunos de los más conspicuos oligarcas del hemisferio, como el venezolano magnate de las comunicaciones, Gustavo Cisneros; el ex primer ministro conservador de Canadá, Brian Mulrone; y el potentado chileno Andrónico Luksic.
Pero esta empresa tiene bastantes más nexos con Chile y hoy sería socia de la minera estatal Codelco. La sociedad se produje en forma indirecta, cuando la Barrick absorbió a la empresa canadiense Homestake en 2001, la que tenía un proyecto minero conjunto con Codelco para explotar el yacimiento de oro de Aguas de la Falda, tal como lo señalan las cartas económicas del economista Hugo Fazio. Existen otros proyectos emprendidos en asociación, como la explotación del yacimiento de Coipita en la IV Región, así como exploraciones en brasil.
Marcel Claude, director ejecutivo de Océana
Estos grandes capitales son poderosos en La Moneda
«Lo que la gente tiene que entender es que estos glaciares son una especie de tanque de agua para la región. ¿Qué pretenden?, ¿sacar ese tanque de agua? ¿Y de qué se alimenta la región? Después de todo, son más de 8 mil las personas que trabajan en la agricultura.
La minería en esa zona sólo ha sido una pérdida. Desde 1973 las inversiones totales que se han hecho en la región en la minería supera los 2.000 millones de dólares, sin embargo la cesantía supera el 10%, los ingresos son un 25% mas bajos que el promedio nacional y más encima en esta región está el 30% de todos los tranques de relave del país. Imagina lo peligroso de esto.
Además, estas inversiones no generan gran demanda interna: el coeficiente de eslabonamiento el proyecto minero es bastante bajo. Es el caso de la minera Pelambres, que está entre Salamanca e Illapel, y emplea 900 trabajadores, lo que en términos de aporte a la economía local es irrelevante.
Algunos costos de Pacua Lama para la zona: sólo por concepto de costo de uso del agua, es decir, del agua que se utilizaría para la faena minera, es de 7.500 millones de dólares, versus los 500 millones de dólares que tendría de beneficio por concepto de empleos, consumo y pago de otros derechos.
La Barrick Gold ya tiene antecedentes en Chile por el manejo de la minera El Indio. Nunca pagó impuestos y hubo dos episodios de contaminación por cianuro el 93 y el 97.
Entonces, esta minera no da un peso al fisco, no da trabajo, contamina. ¿Cuál es su aporte?, ¿por qué se le autoriza este tipo de proyecto?: porque hay influencias superiores. Estos proyectos no se definen en las regiones, se cortan en Santiago y en La Moneda, entonces está claro que la influencia de estos grandes capitales es poderosa en La Moneda.
Aquí la Concertación tiene que saber explicar lo que está pasando. Hay una hipótesis que está circulando y es que hubo un acuerdo político entre la Concertación y las corporaciones multinacionales y los grandes grupos locales, de aceptar el advenimiento de esta democracia, como se ha administrado hasta ahora, a cambio de que la Concertación abriera las puertas de la minería. Ahí hay un pacto secreto que la Concertación debe saber explicar».
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
Historial de no respetar medioambiente
«Este caso es preocupación de muchas organizaciones en el mundo, porque Barrick tiene la trayectoria de ser una empresa no respetuosa del medioambiente ni de las comunidades locales.
Hay un precedente respecto a las operaciones que esta empresa tiene en Perú, Australia y Africa, de que ya significa un riesgo.
Para obtener el permiso ambiental de parte del gobierno, la empresa presentó un estudio de impacto y en él no incorporó que donde iba a estar ubicada la mina había glaciares. Ocultó esa información. Cuando se hace el proceso de evaluación y se da la oportunidad de que la comunidad conozca el proyecto de impacto ambiental, la gente le dijo a la Conama que había glaciares y que de éstos dependía el abastecimiento de los ríos del valle. Se dieron cuenta de que estos glaciares existían. Cuando las autoridades señalaron a la empresa la presencia de ellos, respondió que no había problema porque los moverían.
Las autoridades pusieron como condición que tres meses antes de iniciar las faenas, tenían que presentar un Plan de Manejo de Glaciares. Hasta hoy no lo ha hecho y pretende iniciar a fines de año la construcción de la mina.
La empresa puso como ejemplo algunos lugares donde supuestamente se habrían realizado estos planes de manejo, pero de acuerdo a lo que hemos rastreado en el mundo no hay ningún antecedente sobre manejo de glaciares. Lo que hay son antecedentes donde se han destruido glaciares por faenas mineras.
Los glaciares, a estas alturas de la situación del planeta y en particular en una zona semidesértica como es la Tercera Región, no se pueden tocar. Esa es la recomendación de los científicos que investigan los problemas de agua en el mundo.
Tiene una autorización desde el año 2001 condicionada a la elaboración de un Plan de Manejo de Glaciares, pero la empresa en diciembre presentó un nuevo estudio de impacto ambiental para ampliar la mina».
Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política
No generará más empleo
«Cada uno de los glaciares son ecosistemas -no son pura agua- que van a ser destruidos. De hecho, los glaciares ya han sido afectados por las exploraciones y la CONAMA no ha dicho algo importante al respecto.
La empresa dice que producirá una cantidad de empleos, pero esta empresa era la propietaria de El Indio, por lo tanto lo que hay es un desplazamiento de gente que trabajaba allá hacia acá. Lo tienen contemplado. En cuanto al empleo para la gente de la zona, va a ser nulo.
Los más perjudicados son los agricultores, pues ellos exportan uva de mesa, y por lo tanto la amenaza de alguna contaminación termina con las posibilidades de exportación. Allí el agua es un elemento controlado en la exportación del producto. Si usted exporta una fruta o pisco, las dos materias primas más importantes son el sol y el agua, por lo tanto no se podría exportar productos regados con aguas de ríos contaminados.
El segundo perjuicio tiene que ver con la destrucción de los glaciares. Los glaciares ‘retienen’ el agua, la van soltando de a poco y son como un colchón que se mantiene helado, sobre el cual se deposita la nieve que es la que se derrite, pero los glaciares van quedando allí.
La destrucción de estos glaciares terminará con una capacidad importante de acopio de agua y esto se traducirá en una merma importante en el caudal de los ríos.
Trasladar 300 mil metros cúbicos de hielo es algo que creo no se ha realizado nunca. La empresa dice que alguna vez se hizo en algunos territorios de la ex Unión Soviética, pero no ha entregado ningún antecedente que demuestre que es un sistema viable. Esto lo consideramos como un ‘ecocidio’, porque se destruye ecosistemas.
Más aun ahora que en Los Alpes o Australia está contemplado crearles cubiertas a los hielos para protegerlos, y aquí donde hay cambios climáticos y se trata de zonas muy vulnerables eso no ha sido comprendido, sino que se hace lo contrario. Es francamente un desastre».