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La Visita de Manu Chao al CAS, el 1 de mayo del 2000

Un contacto vital

Fuentes: Rebelión

Un día de visita, de nosotros los prisioneros políticos chilenos en la Cárcel de Alta Seguridad, conversábamos con el Nico, un joven chileno (hijo de un prisionero del Lautaro). La conversación rápidamente llegó a la música dado que tanto a él como yo somos fanáticos de esta expresión de la creación humana. En ése momento […]

Un día de visita, de nosotros los prisioneros políticos chilenos en la Cárcel de Alta Seguridad, conversábamos con el Nico, un joven chileno (hijo de un prisionero del Lautaro). La conversación rápidamente llegó a la música dado que tanto a él como yo somos fanáticos de esta expresión de la creación humana. En ése momento (2000) me enteré por el Nico de que Manu Chao venía en gira con su disco «Clandestino» a Chile. A mi siempre me gustó la música del «Manu», desde sus tiempos de Mano Negra, de hecho estado en Libertad (el 92) supe que estos casi tocan en la Estación Mapocho junto con una delegación artística fracesa (Roxal de Luxe), en fin, nos los vi, ellos no pudieron tocar y además la clandestinidad y sus «códigos» me impidieron. Soñando despiertos, se nos ocurrió con el Nico la idea de que cuando llegara a Chile el «Manu» se le tratara de acercar como pudiera, para invitarlo a conocer nuestra realidad de Prisioneros Subversivos, nuestra lucha por la libertad y nuestros sueños por una vida distinta y mejor para nuestro Pueblo… y así pasó la visita, llegaron los carceleros a pedir el de ésta y nuestro sueño quedó en manos de habilidad del Nico y su hermana. Bueno, como los sueños son para concretizarlos, al Nico le fue bien. Ubicó al «Manu» cuando tocó, se acercó y le planteó la idea que habíamos soñado entre rejas. Mágicamente el «Manu» se entusiasmó enseguida y aunque su banda ya viajaba a Argentina, él se quedó un día más para poder venir a visitarnos. El día de la visita, estábamos expectantes los siete Prisioneros Subversivos (todos lautarinos) que teníamos ése turno de visita, no era para menos, «Manu» es una persona no menor en el movimiento musical y cultural mundial y, específicamente latino. Se abrieron las rejas, y allí, al espacio de visita llegó el «Manu», el Nico y su hermana. Era menudo, sencillo, cristalino y alegre, esa es la primera «foto» que tuvimos… los abrazos fueron apretados, algo que anunciaba lo que viviríamos con él… Más que una visita, fue un encuentro, un instante de contacto entre subversivos, entre vagabundos-soñadores. El espacio, se hizo una sola visita, nos sentamos con él, con nuestros familiares y a amores; unos cigarros, bebidas y abundante café… De ahí en adelante, compartir, conocernos, soñar, reír. El Manu, venía en gira por Latinoamérica, nos contó de su vagabundeo, de las vitalidades que conoció de otros Pueblos, de sus cotidianidades y sueños. Un hombre sencillo, con muchas ganas de escucharnos, de sentirnos, de saber de nuestra prisión. Siete horas estuvimos juntos. Por ahí, una arrancada a un baño a compartir un pito de marihuana con el cual lo sorprendimos y que gozamos juntos… «Volando» seguimos compartiendo hasta que uniformes verdes avisaban del fin de la visita. El Manu compartió con el Colectivo Lautarino, supo que éramos una parte de la realidad prisionera ya que se lo hicimos saber, en ése instante aún quedábamos 50 Prisioneros Políticos (hoy quedamos, conmigo incluido, seis). Empezó la despedida con fuertes abrazos cristalinos, Manu nos dejó Cds para repartirlos al resto de Prisioneros… y nos dejó su presencia, su solidaridad y subversión. Nada de compromisos demagógicos, Manu habló franco: «me comprometo a hablar de ustedes, de que se sepa de sus luchas y sueños» y bueno, el hombre cumplió, un par de meses después nos llegó una revista «Rolling Stone» (Junio 2000), que se edita en Argentina, y en una entrevista con él, se extiende largamente en lo que significo para él la visita a la CAS de Santiago de Chile, dijo así: «Fue un momento increíble… ¡Pahhh! Yo no sabía muy bien a lo que iba a encontrar, no tenía una información clara sobre quienes eran. Pasé toda una tarde hablando con los tíos, y… no se cómo decirte. Estoy con ellos a muerte… una dignidad, una serenidad, un discurso que a mí me llegó al lama. Los tíos tienen condenas a 100 años de prisión. Y bueno, Pinochet ha matado a miles de personas y le vamos a meter como diez años par a que pase dos días de cárcel en su vida.. tanto caso Pinochet… Sabemos que al final, hijos de puta, no lo vais a meter preso. Entonces, por lo menos, suelten a los presos políticos… yo no apuesto a cualquier guerrillero. En Colombia aprendí que ha de todo. Pero ellos y su Movimiento Lautaro me han llegado hasta el alma». Después, nos han legado otros reportajes donde le Manu sigue hablando de ese encuentro. Para mí y mis compañeros, la alegría de conocer a un subversivo, para él estoy seguro, una experiencia que jamás olvidará. Antes de irse a Argentina, Visitó a casa del Nico y su hermana en un barrio popular de Santiago, sus vinos y compartir, fue la despedida a un buen hombre, a un subversivo al cual respetamos y estimamos».

Claudio Melgarejo Chavez. Prisionero Lautarino – Cárcel de Alta Seguridad

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Manu en Verde
(poema del Prisionero Político Hardy Peña, basado en la visita de
Manu)

Ahora me harán falta
Para cantar, porque si callo el encierro
Puede volve a trabajar día tras día
Sin que nadie note su negro mantel,
Nos dice Manu
Que es hombre de andar por la tierra,
Y tiemblan de indigación
Los micrófonos israelies.

Yo me voy a otra parte siempre
Los llevaré conmigo,
Y atodos diré que esta carcel
Es propiedad del Señor Matanza.

De par en par la puerta de hierro
Abierta puede vivir
Asó comenzará mi próximo disco
Son más hermosas las canciones cuando
Una causa les asalta el corazón

Sucede que amo demasiado el horizonte
Y veo que no hay forma de desprenderlo
De vuestra mirada
La clave de esta coincidencia
Es que somos amantes
De un mismo sueño.

Y para que no falte ningún detalle
La mariguana
Insiste en que hay que llamar al infinito
A pesar de la reja

Y se va Manu
Y nuestra Voces se besan mutuamente
en cualquier muro
nos vemos en Tijuana