A los gobiernos socialdemócratas les cuesta cada día un poco más disimular su condición de lacayos del sistema. El caso de Ricardo Lagos, presidente de Chile, es un ejemplo perfecto de ello. El señor Lagos acaba de otorgar un indulto al asesino fascista Manuel Contreras Donaire. La reconciliación nacional, la concertación y los consensos tienen […]
A los gobiernos socialdemócratas les cuesta cada día un poco más disimular su condición de lacayos del sistema. El caso de Ricardo Lagos, presidente de Chile, es un ejemplo perfecto de ello. El señor Lagos acaba de otorgar un indulto al asesino fascista Manuel Contreras Donaire. La reconciliación nacional, la concertación y los consensos tienen un precio seguro: la dignidad de los que mandan. Lagos, obviamente, no es excepción alguna. En leer más encontrarán un comunicado hecho público por los ex presos políticos de Valparaiso. Vale la pena.
En un comunicado oficial remitido esta mañana, los ex presos políticos de Valparaíso increparon al gobierno del Presidente Ricardo Lagos, a causa de la política de conceder indultos a militares que cometieron violaciones a los Derechos Humanos (DDHH).
«Frente a las pésimas actuaciones del gobierno en el tema de los Derechos Humanos (DDHH), que culminan con la designación de Rubén Ballesteros (conocido promotor de la impunidad) como nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia, y la utilización del indulto presidencial para favorecer a Manuel Contreras Donaire, asesino de Tucapel Jiménez, queremos expresar nuestra molestia y nuestro más enérgico rechazo», indica el texto de la declaración.
También se lee que «no aceptamos que se ponga en el mismo saco a torturados y torturadores, a luchadores sociales y a asesinos, pues no podemos equiparar a un Bernardo Leighton con los torturadores de niños de Villa Grimaldi, a Miguel Woodward con los torturadores de la Esmeralda o a Carlos Lorca, Víctor Jara o Miguel Enríquez, con el «Mamo» Contreras, ni a quienes lucharon contra la dictadura con los agentes asesinos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) o la Central Nacional de Informaciones (CNI)».
«Todos quienes aparecen en los listados del Informe Valech, y los miles que no aparecen, actuaron en el mundo social y político con las armas de la democracia, pero incluso quienes resistieron con las armas en la mano, ejercieron el legítimo derecho a la rebelión frente a la tiranía», aduce la declaración al momento de diferenciar los tipos de crímenes cometidos a causa de la Dictadura de Pinochet.
Así, los ex presos políticos de la Quinta Región criticaron al Primer Mandatario porque «nos llama una vez más a olvidar el pasado y enfrentar el futuro; pero esto nos recuerda lo que decían nuestros carceleros al liberarnos: «no mires para atrás, ahora estás limpio», no sólo para que no volteáramos para identificarlos, sino especialmente era un llamado a que olvidáramos una vida de compromiso solidario con la política y la lucha, que olvidáramos a los compañeros que seguían en cautiverio y que olvidáramos nuestros sueños de una sociedad mas justa y solidaria».