El gobierno socialdemócarta que preside Rodríguez Zapatero, dijo, por boca del ministro de Defensa José Bono, que las tropas españolas estarán en Haití más allá de las anunciadas elecciones «democráticas» que se celebrarán en ese país caribeño. Parece disiparse así cualquier esperanza de que los ocupantes, que ampararon con su acción el golpe de Estado […]
El gobierno socialdemócarta que preside Rodríguez Zapatero, dijo, por boca del ministro de Defensa José Bono, que las tropas españolas estarán en Haití más allá de las anunciadas elecciones «democráticas» que se celebrarán en ese país caribeño. Parece disiparse así cualquier esperanza de que los ocupantes, que ampararon con su acción el golpe de Estado auspiciado por la CIA contra el presidente Bertrand Aristide, abandonen la isla. Del mismo modo, las críticas y amenazas vertidas contra la ONU por parte del Gobierno español, cuando se retrasó en el pago por tener las tropas en Haití, se han convertido ahora en alabanzas a la gestión del organismo internacional. Está claro que ha llegado el cheque.
El ministro de Defensa, José Bono, se mostró partidario de prorrogar la misión conjunta de la ONU en Haití (MINUSTAH), a la que España aporta 200 militares, e insistió en que «los ejércitos son eficaces en la lucha contra el terrorismo».
Así lo puso de manifiesto el titular de Defensa en la inauguración de la III Semana Iberoamericana sobre Paz, Seguridad y Defensa, junto con su homólogo chileno, Jaime Ravinet.
Bono respaldó la petición del ministro chileno, quien propuso que las fuerzas internacionales en Haití, lideradas por Brasil y con participación de varios países, principalmente iberoamericanos y España, amplíen la duración de la misión, en un principio prevista hasta principios del próximo año.
Bono, quien viajará los próximos 21 y 22 de septiembre a Haití para visitar a las tropas españolas allí desplegadas, se mostró a favor de que la misión MINUSTAH, amparada por Naciones Unidas, permanezca activa durante varios años más, durante los cuales se cree una Academia de Policía y se establezcan mecanismos para montar estructuras de gobierno democráticas.
El despliegue de las tropas españoles en Haití comenzó a finales del pasado año y desde entonces mantiene un contingente de doscientos efectivos de infantería de Marina, que tienen un área de responsabilidad en una amplia zona del país caribeño junto con militares marroquíes.
La misión de la ONU en Haití fue establecida por resolución del Consejo de Seguridad en 2004 y tiene como objetivo lograr la seguridad y estabilidad del país, apoyar el proceso político de transición y promover los derechos humanos de la población.
Hasta ahora, el ministro Bono había reiterado en varias ocasiones que España retiraría antes de fin de año las tropas allí destacadas si no llega la ayuda económica prometida por los países donantes.
En su intervención, Bono resaltó la actuación de las fuerzas multinacionales en misiones de «paz», auspiciadas por la «legalidad internacional» de Naciones Unidas, como el tsunami de Indonesia, el huracán Katrina o la situación en Afganistán, y subrayó que los ejércitos son eficaces en la lucha contra el terrorismo.
Añadió que frente a quienes piden la supresión de los ejércitos, «antes hay que acabar con delincuentes y tiranos», siempre bajo las órdenes de la ONU.
Destacó que la presencia de las fuerzas armadas son tan necesarias como las ONG y afirmó que el 60 por ciento de la industria de la defensa en España se destina a fines civiles.
Apostó por aumentar la cooperación en materia de defensa entre Iberoamérica y España, y subrayó que la pobreza y la injusticia son armas que destruyen de forma generalizada y masiva el Planeta. «No se puede hablar de Defensa y Seguridad sin bienestar para todos los seres humanos», aseguró Bono.