Nuevas denuncias de fumigaciones aéreas en la frontera colombo ecuatoriana revelan el poco respeto que Colombia tiene a la soberanía Ecuatoriana. Moradores de la comunidades ecuatorianas ubicadas en la rivera del Río San Miguel de la provincia de Sucumbíos de la Red Fronteriza de Paz denunciaron que desde el lunes 26 de septiembre se habrían […]
Nuevas denuncias de fumigaciones aéreas en la frontera colombo ecuatoriana revelan el poco respeto que Colombia tiene a la soberanía Ecuatoriana.
Moradores de la comunidades ecuatorianas ubicadas en la rivera del Río San Miguel de la provincia de Sucumbíos de la Red Fronteriza de Paz denunciaron que desde el lunes 26 de septiembre se habrían dado inicio a nuevos procesos de fumigaciones colombianas frente a la zona ecuatoriana ubicada entre Puerto Mestanza y Puerto Quito.
Los pobladores denuncian que las avionetas colombianas recorrieron la zona de frontera sin respetar los 10 km. de distancia a la línea de frontera, pues se encontrarían fumigando localidades colombianas que quedan a cerca de 2 km. de distancia de nuestro territorio.
A pesar de que hace pocos días el presidente ecuatoriano, Dr. Alfredo Palacio, solicitó a Colombia, en declaraciones en la Asamblea de la ONU, que el país vecino debe parar las fumigaciones aéreas en un margen de 10km. de distancia en relación al territorio ecuatoriano en la zona de frontera común; pareciera que al presidente Uribe no le importara la posición del Ecuador en la materia.
Debido a dichas denuncias la APDH del Ecuador, el Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia y la Defensoría del Pueblo visitarán este fin de semana las zonas denunciantes para recopilar testimonios de los hechos ocurridos durante esta semana. Así mismo presentarán un informe a su regreso con la finalidad de solicitar al gobierno nacional que actúe en defensa de su derecho a la prevención e inste nuevamente a Colombia a respetar por lo menos los 10km. de distancia a la hora de fumigar su territorio.
El Ecuador desde abril de este año ha sido enfático a través de la Cancillería Ecuatoriana en su derecho soberano de precautelar su territorio frente a los impactos que se han causado por las fumigaciones y ese derecho no puede ni debe ser vulnerado por nadie.