Miles de mujeres marcharon este jueves último, desde Plaza Italia hasta la Plaza de la Constitución, para decir nuevamente: «Basta, No + violencia contra la Mujer». Decenas de colectivos y organizaciones, ONG y sindicatos, se dieron cita el día de ayer en la Plaza Italia, lugar desde donde marcharon vestidas de blanco y con antorchas, […]
Miles de mujeres marcharon este jueves último, desde Plaza Italia hasta la Plaza de la Constitución, para decir nuevamente: «Basta, No + violencia contra la Mujer».
Decenas de colectivos y organizaciones, ONG y sindicatos, se dieron cita el día de ayer en la Plaza Italia, lugar desde donde marcharon vestidas de blanco y con antorchas, ocupando parte de la calzada norte de la Avenida Alameda, hasta la Plaza de la Constitución donde finalmente realizaron un acto artístico-cultural frente a La Moneda. «Se va acabar, se va acabar: esa costumbre de golpear» ; «quien ama no mata, no humilla, ni maltrata» y «Liberar, liberar a la mapuche por luchar»; fueron algunos de los gritos escuchados en la caminata.
En la actividad denunciaron la violencia que viven a diario miles de mujeres «heterosexuales, lesbianas y trans, las indígenas y migrantes, las trabajadoras, las niñas, las jóvenes y las ancianas, en sus relaciones públicas y privadas». «En Chile, en el año 2003 hubo más de 57.000 delitos de violencia sexual, lo que significa que se cometen 157 agresiones sexuales cada día, una cada 9 minutos», señaló la Red Chilena Contra la Violencia Doméstica y Sexual la organizó el evento.
El Encuentro por la libertad, una de las tantas organizaciones convocadas en esta marcha, puso de relieve la situación de violencia que sufren las presas políticas chilena y mapuche, respectivamente, Elizabeth Núñez y Patricia Troncoso. «Si hoy denunciamos la violencia ejercida contra la mujer, es legítimo acusar al gobierno de ejercer violencia física y psicológica contra nuestra hermana Patricia Troncoso Robles condenada por el Estado Chileno a 10 años y un día y a más de 420 millones de pesos a favor de la Forestal Mininco, por oponerse a la expropiación de sus tierras ancestrales»; señaló la organización de derechos humanos.
Clase contra Clase, en un comunicado repartido en la marcha, expresó también que: «Las mujeres somos las más pobres entre los pobres. Las mujeres somos el 70% de los 1300 millones de pobres que hay en el mundo. Las mujeres trabajadoras ganamos un tercio del salario de un hombre por el mismo trabajo…», agregando que «el capitalismo refuerza la opresión y la une a la explotación, de esta manera asegura con dobles cadenas la vida de millones de mujeres. Opresión y explotación son dos caras de una misma moneda que unen al patriarcado y al capitalismo».
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Llamado de la Red Chilena Contra la Violencia Doméstica y Sexual antes de la marcha de este jueves
¡Las Mujeres decimos: Basta!
Nada justifica la violencia hacia las mujeres, sin embargo, día a día centenares son maltratadas y muchas asesinadas por sus parejas o ex parejas, tras largas historias de amenazas y castigos que no fueron sancionados a tiempo.
Dentro y fuera de la familia, las mujeres somos violentadas de múltiples formas: acosadas sexualmente en el trabajo y en las calles, en las escuelas y universidades, estereotipadas y objetualizadas en la publicidad, violentadas sexual, psicológica y económicamente, y como expresión última de este continuo de violencia, asesinadas. Esto es el femicidio, la manifestación más extrema de violencia contra las mujeres.
La transición democrática postergó los derechos de las mujeres. La promulgación de la nueva Ley de violencia intrafamiliar que, entre otras medidas, tipifica el delito de ‘maltrato habitual’, físico o psicológico, salda en parte la deuda histórica que el Estado chileno tiene con las mujeres.
Sin embargo, es indispensable reconocer, prevenir y sancionar las diferentes formas de violencia que recaen sobre las mujeres heterosexuales, lesbianas y trans, las indígenas y migrantes, las trabajadoras, las niñas, las jóvenes y las ancianas, en sus relaciones públicas y privadas.
El Estado debe cumplir cabalmente los compromisos adquiridos a través de los tratados internacionales vigentes en el país. Quien asuma el próximo gobierno y quienes resulten elegidos en el Parlamento, y el poder judicial, tienen la obligación de dar cuenta pública de su gestión y sus resultados ante la ciudadanía. Las organizaciones de mujeres estaremos vigilantes de que esto se cumpla.
Los medios de comunicación y todas las Instituciones de la sociedad son también responsables de promover los cambios culturales necesarios para la erradicación de la violencia contra las mujeres. De otra forma seguirán siendo cómplices de este delito.
La Red Chilena Contra la Violencia Doméstica y Sexual, organizaciones feministas y de mujeres, convocamos a una marcha nocturna para manifestar nuestra decisión de no tolerar en nuestras relaciones públicas y privadas ninguna forma de violencia sexista.
Por nuestro derecho a una vida libre de violencia
¡Únete a la marcha!