Hechos los descargos pertinentes en dos tachos imaginarios, pongamos que se abrirá al fin el debate y frente a frente las partes en pugna… Se me hace que las partes en pugna tienen pugnas internas, o aun no se ponen de acuerdo: O sea habría que definir este punto primero, entre los que no estamos […]
Hechos los descargos pertinentes en dos tachos imaginarios, pongamos que se abrirá al fin el debate y frente a frente las partes en pugna…
Se me hace que las partes en pugna tienen pugnas internas, o aun no se ponen de acuerdo: O sea habría que definir este punto primero, entre los que no estamos con la línea política del Partido sin pretender su autodestrucción, los que estamos a medias entre el encanto y la decepción y los que estemos en disputa franca y subversiva, ah… se me olvidaban ya los miles y miles de seres que sin militar en el Partido estarían cerca, apoyarían, aportarían y crearían a la causa esencial abrazada por este Partido que es una vida mejor, basada en la justicia social, la dignificación del ser humano y su entorno, la creación lenta o acelerada (del cómo, cuándo, con quienes y con qué herramientas) de una sociedad política y culturalmente Superior. Tenemos así que este primer punto debe cuajar en una tarea casi única, la de debatir abiertamente entre agrios, oportunistas y dulzones. Pues bien, se pueden generar foros y debates virtuales, reuniones en centros de estudio, bares, sedes políticas, donde sea. Hacer llegar inquietudes y respuestas sólidas a comunistas militantes, a las células, al politburó, a sindicatos y organizaciones sociales varias, a revistas o publicaciones, a la radio y sus programas de discusión universitaria o comunitaria.
Pero hay que articular algo, creo. En forma común o no común, articularse uno en organizaciones, en el Partido o fuera de el se debe tejer para ser parte del chaleco social, político y cultural. Hay que escribir las opiniones, problematizar sin caer en la moledora de carne de la chimuchina, el cahuín y la estupidez extrema…
Pero hay que articular…
Por otro lado debiera, creo, canalizarse aquello que algunos compañeros de ruta plantean respecto a casos de abuso, persecución, explotación en los medios de comunicación del Partido, revisionismo y manipulación en el Comité Céntrico, etc. Hacerse cargo de la plasta y revisar seriamente, porque son casos aparentemente muy serios. Según esas denuncias debe haber entonces, gente que toma o se hace cargo de decisiones que lesiona elementos como la formación y acceso de nuevos cuadros, la tarea honesta y decidida para con el tejido social, la holgura y sacrificio moderado para los estipendios y otros recursos administrados, la apertura cultural y política a la sociedad en todos sus nichos, la creación de ejercicios dinámicos, respetuosos y convocantes, etc.
Dilatar la depuración interna es no ver en ello la tarea básica que significa, por todas partes estos escándalos asoman tras la bandera roja, ensucian y eliminan al Partido o se quedan con él. Sea por responsable de malas prácticas o sea responsable por poco criterio el compañero que falla debe ir a buscar su sombra mientras otro, más responsable y resuelto ocupe su lugar en el Central, Regional, Comunal, Local o Célula. Se dice que el Partido alega por los malos dirigentes sociales de la población o barrio pero no son capaces de permitir la democracia interna de opinión siquiera en sus células, tanto como la poca participación en las decisiones medias (llámese manejo de información de todo tipo, por ejemplo en los Comunales).
Este último punto indica que no solo en el Olimpo Central hay situaciones deplorables, la falta de auto educación en todos los temas relacionados con los ideales y en todo lo referente a políticas publicas, municipio… por parte del dirigente y militante de base, la ausencia de nexo local con otras organizaciones y movimientos sociales, religiosos y políticos, la falta de ideas propulsoras que chorreen dialéctica, propuestas, compromisos.
La distancia casi odiosa que hemos puesto es tan odiosa como la de muchos compañeros no militantes, ex militantes, militantes y ex militantes de otros partidos y movimientos, etc. Mientras se ríen los dioses y demonios que nos rodean, tan pequeños somos, ni una lupa agranda nuestro cuerpo de lucha unida, de propuesta seria y alternativa, responsable, convocante, amplia, franca y amistosa… Uf. Las descalificaciones y aislamiento mutuo entre ovejas disconformes mantienen tranquilo al pastor neoliberal.
¿Es necesario acercarse a la Concertación? Si es necesario ¿sería antes o después de acercarse a los del pueblo mismo y sus organizaciones pero seriamente (de aquí a dos años por ejemplo)? Si no es necesario o es inmoral lo justo seria forzar un debate de altura (No en las alturas) intra Partido, Asamblea, mesas varias de discusión. Al menos ese es el Partido que muchos han abrazado cuando creyeron en la necesidad de herramientas para no ser expoliados o tragados por la hiena capitalista (o colonial, imperial, etc.) Ese el Partido de hombres medio libres compartiendo opiniones simples con otros menos libres, ese el Partido de una sociedad mejor… y cuando nos ponemos románticos o incluso pragmáticos, queda la impresión que vamos mal, los militantes y los no militantes. ¿Se ha renunciado a la discusión militar al interior del Partido? ¿Es necesaria, peligrosa, viable? Mis respuestas las tengo a flor de labio, pero hay que escucharnos entre todos, como dice el lema de los Zapatistas en México, «Vengo a escucharte». No a imponer, semejante pretensión es un insulto a cualquier compañero, a cualquier idea para cualquier pueblo.
Se acusa al Partido de falta de respuestas, pero hay quienes desde afuera poco aportamos (hasta ahora) y la cosa avanza al precipicio y uno responde y ya le cambiaron la pregunta. Muy atrasada nuestra tarea común.
En este debate del cual hemos sido juez y parte aparecieron temas de que si estos son o no trotskistas, algunos otros con diálogos odiosos o afiebrados o incluso desinformados, otros con oportunas frases de unidad y frescos análisis. Hay de opiniones redundantes, personalistas, impetuosas, tranquilas, rectas y curveas, que no llegarán a ser no más que una excusa o una anécdota Internet si no se organiza algo, en nuestro interior y entorno, en pos de abrir la puerta y que sean chilenos concientes los que decidan qué hacer con sus vanguardias.
Excusas sobran por parte de algunos compañeros que no se interesan en estos debates porque creen que su desorganización es mas activa y no tienen el mínimo respeto hacia un Partido que en su historia ha sido de clase, que ha educado, alojado, o ha sido dirigido por grandes mujeres y hombres, muchos de ellos caídos en la misma vereda que hermanos caídos de otras militancias o simpatías. Eso de reformista, de aclanados, de moralistas se puede discutir pero por favor… respeto. Hay una historia, hay un pueblo, están nuestros seres queridos, nuestras niñas y niños, todos observando y siendo testigos de nuestra pusilamia cómoda y llorona, de nuestro egoísmo solapado, de la obsecuencia (tan bien descrita estos días por un compañero), de nuestra poca rectitud a la hora de enfrentar choque de opiniones. Muchos paran su bandera de lucha sobre lo que hacen o no los comunistas, y finalmente no hacen nada comportándose como el perro que ladra a los mismos quiltros que lo rodean.
Tan en tinieblas se ve el hoy, que nuestra lucha ya no parece ser para transformar al mundo si no para evitar que empeore, aun así hay ganas, convicciones pues muy poco rentable o posición de status ofrece la actualidad a quienes aun nos declaramos de izquierda u opositores al modelo social impulsado, impuesto y manejado por mafiosos, egoístas y perversos, a costa de nuestro sudor y sangre por generaciones.
Si hay debate es porque hay intención, darle cuerpo creo yo, otorga verbo al significado que apostamos.
Dónde la representación en trabajadores, cuán lejanos los dirigentes estudiantiles de las poblaciones, dónde el espacio abierto a los pensamientos de la juventud, donde las plataformas del debate y la acción. Porque es calcada la decepción masiva de jóvenes que, por las altas expectativas terminan fuera en los procesos electorales, cuánto dirigente popular que se va desgastando con la pala y chuzo impuestos por lineamientos no discutidos como si la antonomasia se apoderara del espíritu funcionario. Funcionarios complicados todos aquellos que pasamos o pasan por las estructuras del Partido, la funcionalidad acorta la mirada y nos va alejando de la cotidianeidad, espontaneidad, creatividad y análisis que justamente nos puso en el puesto que ocupamos, teniendo en cuenta que no aportan mucho las estructuras medias o de base.
Dónde el impulso y/o participación metódico y sistemático, no oportunista en escuelas populares, en organizaciones que hacen teatro infantil, preuniversitarios populares, a las que ejecutan proyectos sociales absorbidos por el doble discurso y la maquinaria gubernamental, el impulso a las artes territoriales, a la organización de coleros de feria, microempresarios, clubes deportivos, ancianos, etc. A la red social en definitiva. Un mejor cuadro de acción no será óptimo sin apertura, sin consideración al trabajo de tantas hermanas y hermanos que a través de micromedios, de intentos fallidos y certeros ponen diamantes de dignidad y resistencia y oposición directa en la balanza de los tiempos.
Dónde los medios de comunicación con apertura y altura de miras, con propuestas novedosas, con tinta y letra que no le falte el respeto al ojo del lector no militante. Salvo la página WEB de la Jota (que no han de verla los miles de jóvenes llamados a la revolución) no parece atisbo alguno de calidad y estética en los medios.
A eso le llamo yo aislamiento, no al aparecer en la contienda mediática (que por lo demás debiera tener apariciones brillantes por parte de nuestros representantes) ni electoral (si, se puede discutir) pero el convertirnos en un corcho que flota en el océano electoralista desgasta, decepciona, se fugan recursos millonarios (pobre que gasta tres los siente como veinte), y se gana solo promesas por un pedacito de poder en el cuento del «siga participando». La cuenta la van a pasar los PPD y Socialistas en algún momento, si hay comunistas gritando afuera de La Moneda, si se articulan acuerdos amplios al margen de la Concertación, se acusará a los comunistas de poco serios, de traidores… una vez más ninguneados por los mismos y más despreciados por la clase y aquellos allegados al huertito de la hoz y el martillo. Puede ser así y no, discutamos.
Sea la intención por depurar, aclarar y engrandecer al Partido Comunista de Chile y sea para nutrir a otras organizaciones todo esto.
De un comunista miope pero con un catalejo en la mano.