Al menos nueve mil personas de diferentes organizaciones sociales de izquierda e indígenas chilenos aclamaron al Presidente Evo Morales en el Estadio Nacional de Santiago y gritaron con él la consigna «mar para Bolivia». Algunos gobiernos oligárquicos del pasado no quisieron saldar esta cuenta histórica con Bolivia, les dijo Morales ataviado con un poncho andino, […]
Al menos nueve mil personas de diferentes organizaciones sociales de izquierda e indígenas chilenos aclamaron al Presidente Evo Morales en el Estadio Nacional de Santiago y gritaron con él la consigna «mar para Bolivia». Algunos gobiernos oligárquicos del pasado no quisieron saldar esta cuenta histórica con Bolivia, les dijo Morales ataviado con un poncho andino, a pocas horas de la asunción al mando de Michel Bachelet, la primera mujer presidenta de ese país.
Las grandes expectativas que se tenían sobre la llegada del presidente boliviano a suelo chileno se desataron la tarde de este viernes cuando el primer mandatario fue vitoreado por cerca de 400 organizaciones sociales indígenas. El cálido ambiente que se tejía llevó a Morales a hablar sobre la hermandad latinoamericana, sobre su trayectoria en el sindicalismo y su eterna lucha social. «Soy un presidente circunstancial, pero el Evo de lucha por la vida será eterno compañeras y compañeros». La frase del líder cocalero convertido en Presidente arrancó los aplausos del público.
El emotivo reencuentro boliviano chileno reunió más de 9.000 asistentes entre estudiantes, intelectuales, trabajadores, campesinos mapuches. Estuvieron presentes senadores del Partido Socialista de Chile como Nelson Avila, diputados como Sergio Aguiló, el ex candidato presidencial de Juntos Podemos Mas de Chile Tomas Hirsh, el máximo ejecutivo del magisterio chileno Jorge Parez y el ex ministro de trabajo Jorge Arrate.
«Nunca me había imaginado que ustedes hermanos chilenos pedirían mar para Bolivia. Esto me llena de entusiasmo y fuerza para seguir trabajando por la unidad de dos pueblos hermanos como Bolivia y Chile que nos necesitamos para seguir avanzando», dijo Morales.
El coliseo quedó repleto de banderas de Bolivia, Chile, Venezuela y Palestina y de símbolos de organizaciones políticas de izquierda, organizaciones estudiantiles, gremiales y ecologistas de todos los rincones de Chile, informa el enviado especial de la agencia ABI. Las pancartas desplegadas a lo largo del coliseo decían «América sin fronteras, mar para Bolivia», «Un nuevo mundo», «Por la revolución latinoamericana», «Presidente Evo, Bolivia real, democracia participativa», «No a Pascual Lama» (una concesión minera en la frontera chileno-argentina), «La patria es América» y «Jallaya Evo».
El presidente boliviano mostró la disposición de su gobierno para arribar a acuerdos que desemboquen en un beneficio común para ambos países. «Nosotros estamos dispuestos a compartir nuestros recursos naturales», indicó al expresar la vocación solidaria que es inherente a la moral de los pueblos indígenas latinoamericanos.
En su discurso también se refirió a la hoja de coca, tema sensible en las relaciones con EEUU. «Los productores hemos sido falsamente acusados de narcotraficantes, de cocaineros. Si en los 70’s fuimos acusados de comunistas, en los 80’s fuimos acusados de narcotraficantes (…) Nosotros no somos de la cultura del narcotráfico», señaló luego de hablar de su trayectoria sindical cocalera y su proyecto político.
Morales indicó que la actividad sindical es la única forma de librarse de la Casa Blanca y del «imperio».
Se refirió a los pueblos indígenas como «dueños absolutos de esta noble tierra, dueños de los recursos». Llamó a la conciencia de las empresas que buscan hacerse «ricas» con la explotación de recursos del pueblo. En está parte del discurso varios indígenas comenzaron a reclamar «mar para Bolivia».
Minutos antes del encuentro con organizaciones sindicales, Morales tuvo una reunión protocolar con la presidenta Michel Bachelet en la que se trataron algunos temas bilaterales, pero el tema marítimo no fue parte de la conversación, informaron fuentes allegadas al gobierno chileno. Ese primer encuentro rompe con los anuncios del mandatario boliviano antes de su arribo al vecino país. El Presidente Morales viajó a Chile con la firme intención de «cambiar nuestra historia» y procurar una «comprensión» del pueblo y gobierno vecino para profundizar los temas de interés bilateral y tratar «deudas históricas», en relación a la demanda marítima. «Tras la visita a Chile, con seguridad las relaciones -bilaterales- cambiarán», aseguró el Jefe de Estado.
Bolivia y Chile mantienen un diferendo limítrofe que se arrastra desde hace más de un siglo. Los bolivianos demandan en diferentes foros internacionales la solución de este problema que se originó después que Chile arrebatara al país su costa en el Pacífico.
Ambas naciones no mantienen relaciones diplomáticas, aunque en los últimos meses avanzaron en diferentes temáticas de interés bilateral bajo una «agenda sin exclusiones» que también contempla la reivindicación marítima boliviana. Morales es el primer presidente que asiste a una transmisión de mando en Chile desde 1970. El y su equipo de gobierno tienen la intención de reestablecer lazos diplomáticos y un ministro de Estado boliviano abrió la posibilidad de vender electricidad al país vecino.
Evo regala un charango a Bachelet
Morales felicitó al pueblo chileno «por haber apostado por una mujer presidenta». Una caravana de seguridad trasladó al Presidente al Palacio de la Moneda, lugar en el que fue saludado por la población chilena con gritos de Evo, Evo, Evo. En La Moneda se reunió por espacio de 20 minutos con el presidente saliente Ricardo Lagos. Posteriormente la comitiva fue trasladada a la Academia Diplomática, donde se reunió con la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet.
El encuentro también duró 20 minutos y al ser despedido en la puerta de la Academia Diplomática una vez más destacó la elección de Bachelet como presidenta para luego regalarle un charango, cumpliendo así con un encargo que llevó de Bolivia.
Un compacto grupo de periodistas lo asedió en este lugar y nuevamente se escucharon saludos de Evo, Evo Evo, tanto de pobladores como de algunos periodistas.
A las 16:45 el presidente fue trasladado al Consulado boliviano en Santiago, donde ofreció una conferencia de prensa. En este mismo lugar se reunió con el Comité de Coordinación del Reencuentro boliviano-chileno, una agrupación de personalidades del ámbito político, intelectual y sindical.