Nos reunimos hoy aquí en Estocolmo para dar vida, también en Suecia, a este hermoso y conmovedor proyecto Memoria Amaranto, que por iniciativa de un numeroso grupo de queridos compañeros nuestros, se ha iniciado en Chile con los objetivos de recuperar una de las etapas más importantes de la historia de las Juventudes Comunistas de […]
Nos reunimos hoy aquí en Estocolmo para dar vida, también en Suecia, a este hermoso y conmovedor proyecto Memoria Amaranto, que por iniciativa de un numeroso grupo de queridos compañeros nuestros, se ha iniciado en Chile con los objetivos de recuperar una de las etapas más importantes de la historia de las Juventudes Comunistas de Chile, destacamento juvenil del PC de Chile, cuando a principios de los años 70 devino en la más poderosa e influyente organización juvenil de nuestro país y recuperar la memoria de aquellos que lo hicieron posible y que ofrendaron sus noveles vidas a la causa de la democracia y la libertad, durante la cruel dictadura de Pinochet.-
Transformar a la Jota en una organización juvenil de la juventud trabajadora, campesina, estudiantil, de los jóvenes artistas y deportistas fue ante todo una obra colectiva de varias generaciones de jóvenes comunistas que tuvo un momento muy importante bajo la dirección de Ricardo Fonseca, quién trazó los rasgos esenciales de una verdadera organización juvenil revolucionaria cuyos logros más significativos fueron en esa época
del Frente Popular, el grupo Avance y la Alianza Libertadora de la Juventud, que unificó a la juventud chilena en contra del fascismo y la guerra
Sin embargo, como producto de la traición de González Videla y el consiguiente período de clandestinidad y por la supervivencia de concepciones estrechas, la jota redujo sus efectivos y volvió a ser algo parecido a un partido de Jóvenes. Esta situación empezó a cambiar en consonancia con la política de la más amplia unidad de todas las fuerzas populares, en torno a la clase obrera, que el Partido Comunista de Chile puso en el centro de todas sus tareas. Los no más de 1000 jóvenes comunistas de todo el país (500 en Santiago), con Manuel Cantero, primero y luego con Mario Zamorano como Secretarios Generales, tomamos en nuestras manos la tarea de llevar a las más amplias masas juveniles, la política de unidad y cambios revolucionarios, tomando los problemas reales y las inquietudes de la juventud, imprimiendo a toda la actividad los rasgos y los métodos propiamente juveniles. En Santiago, pero también en todo el país, muchas veces con la comprensión de los viejos del Partido y algunas otras en contra de su opinión, empezaron a irrumpir las algaradas callejeras, las fiestas Juveniles, las comparsas, los grupos musicales y de teatro, los festivales en los barrios sindicatos y poblaciones, los paseos, las salidas al campo para la venta de El Siglo y excursiones, las bandas musicales, los diarios murales, boletines y publicaciones como Gente Joven y Cuadernos Universitarios. Se fortaleció el Departamento Juvenil en la CUT y en las Federaciones y sindicatos, que le dieron un nuevo impulso a la actividad sindical juvenil y a las acciones unitarias con los otros sectores de la juventud chilena siguiendo la tradición de Recabarren.Se puede decir que la Jota vivió en primera persona la construcción de la unidad política y social del pueblo chileno, desde el Frente del Pueblo luego el Frente de Acción Popular (FRAP) y sobre todo, a partir del XI Congreso Nacional del Partido que trazó la línea de masas que desembocaría en la unidad popular.-
Ya bajo la dirección de Gladys Marín como Secretaria General y Omar Córdova como Subsecretario y luego con José Weibel, las JJ.CC. emprendieron grandes y multitudinarias tareas, verdaderos desafíos por el espíritu audaz, entusiasta y desinteresado de la juventud, alcanzando influencia nacional en la juventud trabajadora y estudiantil, entre los jóvenes artistas y creadores, algunas de cuyas movilizaciones y gracias al apoyo del Partido dirigido por el compañero Luís Corvalán, constituyeron verdaderos acontecimientos de la vida juvenil de nuestro país, como por ejemplo las dos grandes marchas contra el imperialismo de Valparaíso a Santiago, la segunda en solidaridad con la juventud y los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya, en contra de la agresión imperialista, en el marco del Encuentro Latino-norteamericano de la Juventud en Solidaridad con Indochina, con el patrocinio de la mayoría de las organizaciones juveniles del país, La UIE y la FMJD, que tuve el honor de presidir junto al compañero Pedro Henríquez, encargado juvenil de la CUT, quién meses después presidiría también la Asamblea General de la Juventud , realizada por la Organización de Naciones Unidas en su sede central de Nueva York.También tuvieron gran repercusión los encuentros nacionales de la juventud trabajadora, el Festival Latinoamericano de la canción, el movimiento de la nueva canción chilena, el movimiento de trabajos voluntarios, por nombrar algunos de los mas destacados.
Transformar a la Jota en una organización juvenil de la juventud trabajadora, campesina, estudiantil, de los jóvenes artistas y deportistas fue ante todo una obra colectiva de varias generaciones de jóvenes comunistas que tuvo un momento muy importante bajo la dirección de Ricardo Fonseca, quién trazó los rasgos esenciales de una verdadera organización juvenil revolucionaria cuyos logros más significativos fueron en esa época
del Frente Popular, el grupo Avance y la Alianza Libertadora de la Juventud, que unificó a la juventud chilena en contra del fascismo y la guerra
Sin embargo, como producto de la traición de González Videla y el consiguiente período de clandestinidad y por la supervivencia de concepciones estrechas, la jota redujo sus efectivos y volvió a ser algo parecido a un partido de Jóvenes. Esta situación empezó a cambiar en consonancia con la política de la más amplia unidad de todas las fuerzas populares, en torno a la clase obrera, que el Partido Comunista de Chile puso en el centro de todas sus tareas. Los no más de 1000 jóvenes comunistas de todo el país (500 en Santiago), con Manuel Cantero, primero y luego con Mario Zamorano como Secretarios Generales, tomamos en nuestras manos la tarea de llevar a las más amplias masas juveniles, la política de unidad y cambios revolucionarios, tomando los problemas reales y las inquietudes de la juventud, imprimiendo a toda la actividad los rasgos y los métodos propiamente juveniles. En Santiago, pero también en todo el país, muchas veces con la comprensión de los viejos del Partido y algunas otras en contra de su opinión, empezaron a irrumpir las algaradas callejeras, las fiestas Juveniles, las comparsas, los grupos musicales y de teatro, los festivales en los barrios sindicatos y poblaciones, los paseos, las salidas al campo para la venta de El Siglo y excursiones, las bandas musicales, los diarios murales, boletines y publicaciones como Gente Joven y Cuadernos Universitarios. Se fortaleció el Departamento Juvenil en la CUT y en las Federaciones y sindicatos, que le dieron un nuevo impulso a la actividad sindical juvenil y a las acciones unitarias con los otros sectores de la juventud chilena siguiendo la tradición de Recabarren.Se puede decir que la Jota vivió en primera persona la construcción de la unidad política y social del pueblo chileno, desde el Frente del Pueblo luego el Frente de Acción Popular (FRAP) y sobre todo, a partir del XI Congreso Nacional del Partido que trazó la línea de masas que desembocaría en la unidad popular.-
Ya bajo la dirección de Gladys Marín como Secretaria General y Omar Córdova como Subsecretario y luego con José Weibel, las JJ.CC. emprendieron grandes y multitudinarias tareas, verdaderos desafíos por el espíritu audaz, entusiasta y desinteresado de la juventud, alcanzando influencia nacional en la juventud trabajadora y estudiantil, entre los jóvenes artistas y creadores, algunas de cuyas movilizaciones y gracias al apoyo del Partido dirigido por el compañero Luís Corvalán, constituyeron verdaderos acontecimientos de la vida juvenil de nuestro país, como por ejemplo las dos grandes marchas contra el imperialismo de Valparaíso a Santiago, la segunda en solidaridad con la juventud y los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya, en contra de la agresión imperialista, en el marco del Encuentro Latino-norteamericano de la Juventud en Solidaridad con Indochina, con el patrocinio de la mayoría de las organizaciones juveniles del país, La UIE y la FMJD, que tuve el honor de presidir junto al compañero Pedro Henríquez, encargado juvenil de la CUT, quién meses después presidiría también la Asamblea General de la Juventud , realizada por la Organización de Naciones Unidas en su sede central de Nueva York.También tuvieron gran repercusión los encuentros nacionales de la juventud trabajadora, el Festival Latinoamericano de la canción, el movimiento de la nueva canción chilena, el movimiento de trabajos voluntarios, por nombrar algunos de los mas destacados.
Pero lo mas sobresaliente fue el accionar juvenil, el trabajo cotidiano y abnegado de las bases de la Jota allí donde trabajaba, estudiaba y creaba la juventud que fueron las fábricas y sindicatos, en los clubes juveniles, deportivos y culturales, en los clubes de amigas, en los barrios y poblaciones populares a través de todo Chile, en las pequeñas localidades y en los cinturones de poblaciones en las grandes y medianas ciudades. Los clubes patrióticos en los asentamientos y lugares agrarios y en los centros de alumnos de los liceos, escuelas industriales y comerciales en las escuelas normales y profesionales, en los centros estudiantiles universitarios, en las federaciones provinciales y nacionales de estudiantiles universitarios secundarios, normalistas y técnicos industriales. Allí se hizo realidad la política de masas de las juventudes comunistas, bajo la orientación y el trabajo esforzado de los compañeros de las Comisiones Nacionales, los Comités regionales y locales, en unidad de acción y lucha ideológica con las otras corrientes políticas juveniles democráticas.
Así en rasgos muy generales, la Jota contribuyó a la conformación de la Unidad Popular en el terreno de la juventud, que constituyó la unidad mas amplia lograda de las fuerzas progresistas de nuestro país, en la cual los aquí presentes participamos con todo nuestro entusiasmo juvenil y nuestro compromiso revolucionario. Las experiencias vividas, sintetizadas y popularizadas por la Dirección de las JJ.CC., encabezada por Gladys, que le imprimió su característica audacia, exigencia y combatividad, y que integrábamos José Weibel, Jorge Cáceres, Pedro Henríquez, Carlos Cerda, Sergio Muñoz Riveros, Juan Carlos Arriagada, José Espíndola, Alejandro Yánez, Soledad Parada, Manuel Guerrero, Alberto Ríos ,entre otros compañeros, que sirvieron para movilizar a la juventud tras el objetivo de conquistar el Gobierno Popular que encabezó el compañero Salvador Allende que fue ante todo el Gobierno de la Juventud.
Enormes fueron las tareas que se propuso el Gobierno Popular para transformar las estructuras económicas, políticas y sociales del país, y poner en práctica una verdadera política exterior independiente de unidad antiimperialista. Memorable fue la participación del Presidente Allende en la Asamblea Gral. de la ONU en 1971 y la participación de Chile en el Movimiento de países no alineados donde representó al país nuestro querido compañero ex jotoso, Luís Sánchez Michea, embajador plenipotenciario de la República de Chile.-
Con una alegría y entusiasmo sin iguales y hasta los más apartados rincones de la Patria, grandes contingentes de jóvenes marcharon al trabajo voluntario Póngale el hombro a la Patria, para contribuir en la producción, en la alfabetización, en los trabajos agrícolas y en la construcción de nuevas vías ferroviarias. Pero también en los momentos más dramáticos de ese período histórico, aportando al abastecimiento y la distribución de alimentos, ante la descarada política de la reacción de tratar de vencer por el hambre al pueblo y en lucha ideológica permanente y frontal con determinados grupos de ultra izquierda que torpedeaban al Gobierno Popular.-
Nos correspondió junto con diversos compañeros, participar en eventos internacionales donde recibimos el apoyo moral y la solidaridad de la joven generación con la causa y la lucha del pueblo y la Juventud chilena. Así lo sentimos en el Congreso internacional de estudiantes, en Bratislava, en la Asamblea Mundial de la juventud democrática en Budapest y en el X Festival mundial de la Juventud que se realizó en Berlín en el verano europeo de 1973 donde Chile se hizo representar con una amplia delegación de cerca de 300 jóvenes chilenos.
Pero estaban en marcha los planes imperialistas, como le ordenó Nixon a Kissinger hacer chillar la economía chilena y avanzar hacia el golpe fascista mediante la confabulación de la derecha y los altos mandos de las FF.AA. Toda esta verdadera conspiración la conocemos en detalle todos los aquí hoy reunidos, confirmada con cinismo y prepotencia en los archivos desclasificados del Pentágono y del senado de los EE.UU.
Sin embargo permítanme dos precisiones por cuanto no es conocido suficientemente los esfuerzos que realizó el Presidente, su gabinete y algunos de los partidos de la Unidad Popular, especialmente el nuestro, para impedir la asonada militar. Ya a principios de 1972 existía la conciencia que era necesario realizar algunas correcciones en la política de gobierno, especialmente en el área económica por cuanto habían sectores desde dentro y fuera de la coalición de gobierno que pugnaban por imprimir una orientación distinta a la acción de gobierno, que se salía de los marcos del Programa básico de la Unidad Popular. Por iniciativa de nuestro partido el Presidente propuso definir jurídica y constitucional- mente el área de propiedad social, que asegurara la eficiencia de las grandes empresas estatales y dejara claro que el Gobierno y la UP no estaban por una expropiación indiscriminada de empresas, sobre todo medianas y pequeñas. Todos los partidos de la UP apoyaron la proposición presidencial acordando se iniciaran las negociaciones con la Democracia Cristiana, para establecer un amplio entendimiento, similar al obtenido con el Estatuto de Garantías Constitucionales que había permitido la ratificación por el Congreso del triunfo popular. De inmediato se iniciaron las conversaciones con la DC, y se tomaron en consideración los puntos coincidentes tanto del Programa de la UP y el programa que había levantado la candidatura de Radomiro Tomic.
Por cuanto se sabía de la influencia que sobre la directiva DC encabezada por Patricio Aywin, estaba ejerciendo el líder de la derecha golpista, Sergio Onofre Jarpa, se estimó compromer en las conversaciones al líder de la DC Eduardo Frei Montalva, quién dio su acuerdo con la iniciativa presidencial que se concretaría mediante un plebiscito y el llamado a una Asamblea Constituyente, que se anunciarían al país, después de producido un cambio de Gabinete programado para Mayo de 1972, cuyas novedades principales serían la incorporación del general Carlos Prats como Ministro del Interior y cabeza del gabinete, además de un comunista a cargo de toda la política económica. Sin embargo, sólo 2 días antes del anuncio presidencial, el Partido Socialista dirigido por Carlos Altamirano, echó marcha atrás, objetando la incorporación de Prats, comandante del ejército, según se supo porque podría ser un potencial candidato después de Allende.
Como sabemos la incorporación del Gral. Prats que jugara un rol decisivo en contra del Talcazo, se vino a producir, recién cuando estaba en plena operación el paro de los camioneros de Octubre de ese año y cuando la correlación de fuerzas, incluso en las FF.AA. había cambiado. La CIA y el Pentágono habían logrado articular a la sedición, incluyendo a la Democracia Cristiana. Sin embargo Allende no abandonó la idea del acuerdo y el plebiscito que esperaba anunciar el 11 de septiembre desde la UTE. Pero fue ya demasiado tarde. Los hechos históricos demuestran que el Gobierno, la mayoría de los partidos y el Presidente tuvieron plena conciencia del grave peligro que se cernía sobre el país y este pagó con su vida su lealtad al pueblo.
La otra cuestión tiene que ver con la apreciación que existe sobre la responsabilidad del Partido para enfrentar el golpe y durante los primeros años de la dictadura, por cuanto, aunque el XV Congreso del partido planteó que Habrá que reconstruir esta parte de la Historia del partido no es menos cierto que el mismo congreso, sin desmerecer sus méritos, expuso una visión limitada y muy injusta para el aporte y entrega de toda una generación de comunistas, que en las más difíciles condiciones, pudieron y supieron abrirle camino a la actividad del Partido y la Juventud, reconstituyendo la organización al mismo tiempo que iniciar las luchas en contra de la tiranía, siempre orientados hacia el trabajo de masas.
A pesar que es cierto que carecíamos de una política militar más desarrollada, no es menos cierto, que la confabulación golpista con todo el apoyo imperialista, fue de tal magnitud que hizo imposible la defensa militar del gobierno. Ya sabemos lo que ocurrió con el MIR y con la internación de armas de Carrizal Bajo y conocemos de la situación creada en otros países como en Indonesia y Sudán, donde en pocas horas fueron asesinados decenas de miles de comunistas. Además debemos tener en cuenta que debido a la simulación traidora del gral. Pinochet, éste obtuvo la confianza incluso para ser designado, responsable de la seguridad del Gobierno y de la lucha contra los golpistas. Tanto la CUT como los ministros comunistas varias veces le plantearon al Presidente, sus reservas sobre esta cuestión y directamente rechazaron intentos de Pinochet de pasar a instruir militarmente a los grupos de vigilancia y autodefensa de las empresas y reparticiones públicas. Si así hubiese ocurrido las consecuencias habrían sido mucho más desastrosas y hasta imprevisibles.
Producido el Golpe y por encima de errores e insuficiencias, méritos indiscutibles de las direcciones del Partido y de la Juventud, de este período fueron: la creación inmediata del frente de Solidaridad que construyó una red nacional de información y solidaridad con las victimas y sus familiares, con un trabajo amplio con sectores de la Iglesia Católica y de otras confesiones religiosas que Jugaron un gran papel, codo a codo con los comunistas. La incorporación de un equipo de profesionales del derecho y la salud que dieron muestras de una gran valentía y humanidad en la atención a los niños y en defensa y protección de los perseguidos. Lo mismo respecto a la reconstrucción del mundo sindical y las primeras acciones por los derechos democráticos y sindicales de los trabajadores, así como la perseverancia en el desarrollo de la actividad cultural y artística, todos que devinieron en grandes movimientos de masas de resistencia y de protesta en los cuales los jóvenes comunistas trabajamos hombro con hombro con el Partido.
Considero un deber nuestro reivindicar la actividad partidaria de los años mas duros de la historia del partido y la juventud, así como de la entrega a la causa de los trabajadores, el valor y la inteligencia política de toda una pléyade de nuestros más grandes héroes y sus familias que los apoyaron para el cumplimiento de sus tareas a costa de sufrir privaciones y a riesgo de sus vidas. Es claro que se cometieron errores, que hubo exceso de confianza y descuido en las normas clandestinas, pero todos ellos no invalidan los grandes méritos históricos de ese grupo tan destacado de comunistas entre los cuales se encuentran muchos que vistieron en el corazón la camisa amaranto, entre ellos: Mario Zamorano, Jorge Muñoz, José Weibel, Víctor Jara, Rodolfo Leveque, Carlos Contreras Maluje, Manuel Guerrero, José Manuel Parada, Carlos Vizcarra, Leandro Arratia, Ricardo Ramírez, Cristina Carreño, Ricardo Wiebel, Juan Orellana, Carlos Berger, Lenin Díaz,Manuel Sanhueza, Benito Tapia, Mario Juica, Roberto Carmona, Pedro Rojas, Luís Maturana, Ulises Merino y muchos, muchos otros.
Nuestro Partido y las JJ.CC sufrieron desde el primer día del Golpe, el acoso de las fieras fascistas que contaban con todos los medios para su política de terrorismo de estado, siguiendo las pautas de la contrainsurgencia y del enemigo interno, contenidas en la doctrina de seguridad nacional elaborada por el imperialismo. Sin embargo, a pesar de la amplia represión de masas, la dictadura logró golpear a las direcciones del Partido y la Juventud, sólo después de casi tres años, y gracias a la traición de un grupo minúsculo que no soportó las torturas y entró a colaborar con los esbirros. Así se inicio la razzia, que significó primero, la caída de nuestro querido compañero José Weibel Navarrete, el 29 de Marzo de 1976, recién promovido desde la Subsecretaria Gral. de las JJ.CC al cargo de responsable de organización del Partido, hace hoy 30 años y luego en Mayo la detención de varios miembros de le CP en la ratonera de calle Conferencia y en otro lugar del Subsecretario del Partido compañero Víctor Díaz. Simultáneamente cayeron sucesivas direcciones de la Jota que eran penetradas y diezmados sus miembros pero de nuevo empezaba a actuar otra y otra, período donde jugó un rol destacado el Cro. José Espíndola, fallecido hace ya algún tiempo.
En los dramáticos días de 1976, a partir de Julio continuó la dirección del Partido encabezada por Fernando Ortiz y Fernando Navarro hasta diciembre de ese fatídico año. Producida la detención de esa dirección continuó la actividad del Partido a cargo del coordinador de regionales de Santiago desde donde surgió la nueva dirección encabezada por Nicasio Farias, Criffe Cid y Rodolfo Vivanco, todos ex militantes de la Jota quienes lograron restaurar condiciones de seguridad y confianza extremando nuevas normas clandestinas, sin descuidar la aplicación de la línea política y elaborar las primeras formulaciones de la línea de rebelión popular de masas, que se fue haciendo carne en las grandes movilizaciones y jornadas de protesta, reagrupando a todas las fuerzas democrá- ticas en contra de la dictadura, hasta entonces sin exclusión ni autoexclusión de ninguna de ellas.
La recuperación de la memoria histórica de nuestro pueblo, pasa por levantar la persona- lidad, la entrega y el aporte de nuestros queridos compañeros, a los cuales hoy dedica- mos este acto, a través de José Weibel, José Manuel Parada y mi hermano Manuel Guerrero iniciando las actividades en Suecia de Memoria Amaranto.
En Chile a pesar de algunos avances, se pretende mantener una política de olvido y de impunidad, de negación de verdad, justicia y de justa reparación para las victimas de la dictadura y sus familiares. Continúan vigentes la ley de amnistía y se pretende legislar a favor de asesinos condenados y detener los procesos pendientes. Debemos continuar desarrollando iniciativas de apoyo, de solidaridad y de denuncia de los intentos de impunidad y punto final y no debemos desmayar en la exigencia de verdad, justicia y reparación para todas las victimas y familiares de las violaciones cometidas por la dictadura y sus esbirros, reivindicaciones que contiene el programa de la nueva alternativa de unidad y movilización contra el neoliberalismo y por una verdadera democracia, que se abre paso, el Junto Podemos Mas, cuyos adherentes fueron determinantes para la Elección de la actual mandataria.
Desde aquí reclamamos a la nueva Presidente Bachelet que ponga todo el peso del estado al servicio de la verdad, justicia y reparación, con nuevos jueces especiales por los desaparecidos y ejecutados políticos y que termine de una vez por todas la política mezquina del Gobierno respecto a los derechos humanos y entre ellos a las demandas de los ex presos políticos y sus familiares.
Trabajé con el Checho y estuve con el, dos o tres días antes de su secuestro. Como nuevo encargado de organización del P. le interesaba conocer en detalle el estado de la organización a través de todo el país y los criterios que usábamos en los contactos con los regionales, que teníamos divididos en tres sectores: Santiago-Valparaíso, Norte y Sur. Contábamos con un grupo experimentado de cuadros activistas y enlaces entre los que se contaban Gabriel Castillo, Pedro Silva, Wladimir Vargas, Hernán Soto, Mario Galdamez, Héctor Véliz, Rosita Fernández. En esa ocasión discutimos sobre la detención de René Basoa. Le costaba entender que este pudiera estar colaborando, mas que nada porque todavía no teníamos una información acabada sobre ello.
Con Checho nos habíamos encontrado varias veces antes, entre las cuales recuerdo muy bien cuando a los pocos meses del golpe se reunió el Secretariado de la jota en nuestra casa de La Reina Alta, que era conocida como tal por pocos compañeros y cuando inicia- mos con José Manuel Parada y Sergio Wilson el trabajo de restablecer las relaciones internacionales de la Jota, con la valiosa ayuda de la FEDE, la juventud comunista argenti- na, con quienes manteníamos fuerte intercambio de información usando mensajes con tinta invisible en los libros de caricaturas de Asterix y Ovelix, muy de moda por esos días. Esto significó que a fines de Diciembre del 73 recibiéramos una delegación de la Juventud democrática mundial integrada por el compañero José Ford, de la dirección de la Juventud Comunista de Francia y el compañero Cacho Suarez de la FEDE. Aprovechamos esta delegación al máximo, se entrevistaron con el comité pro-paz, antecesor de la Vicaría de la Solidaridad, además con el comité de personalidades democráticas donde participaban parlamentarios y juristas de diversas tendencias, entre ellos el abogado democristiano A. Aywin, hermano de Patricio Aywin y con los presidentes de varias federaciones sindicales entre ellos Cuevas, Lecaros, Bobadilla y Bustos.
Para la entrevista con la dirección de la jota, organizamos con Gaby un paseo campestre familiar en las faldas del Cerro San Cristóbal, muy concurrido en esa primavera, donde acudimos temprano con nuestro amigo francés, nuestros dos hijos Mikis y Naty y nuestra sobrina Libertad, hija mayor del Checho que el no veía hace tiempo.Pasado el mediodía se dejó caer José Weibel, con su sonrisa habitual. Gozamos de este encuentro donde destacaba la risa socarrona y de catarata del Checho jugando con los niños. A la hora de comer, sin apartarse más que unos pasos, se realizó la primera entrevista después del Golpe, entre los tocayos: Ford, de la FMJD y Weibel de la Jota. Esta entrevista y un viaje a Buenos Aires, permitieron que la comunidad internacional, las organizaciones Juveniles de los 5 continentes y nuestros compañeros del exilio conocieran de primera mano la magnitud de la feroz represión desatada por la dictadura y la actividad de resistencia que se iniciaba. Tanto es así que al cabo de algunas semanas recibí de parte de Mario Zamorano, el reconocimiento por los esfuerzos que hacíamos, pero también el llamado de atención de que tuviéramos cuidado de no suplantar a la comisión respectiva del Partido. Sin comentarios.-
La detención y desaparición de José fue un durísimo golpe para el Partido y para la juventud.Era el miembro más joven de la Comisión Política.Aunque se adoptaron algunas medidas extras, en el Partido existía la impresión de que la mano dura vendría más que nada, por el lado de la juventud, pero no fue así.-
A mediados del 76 me encontraba en plena actividad traspasando mis responsabilidades en el Partido al compañero Oscar Ramos, cuando me sorprendió la noticia de que mi hermano Manuel había sido baleado, forcejeando con sus captores a la bajada de una micro, donde viajaba en compañía de Verónica, embarazada de América y con Manolo chico de pocos años.
Lamenté que por mi responsabilidad no pudiera apoyar más directamente a la familia que se movilizó con todo para salvarlo. Estuvo unos días desaparecido y en ese carácter llevado al Hospital de Carabineros, torturado implacablemente por quién supimos después, era el propio Miguel Estay Reyno El Fanta. que mi hermano como una pieza acusatoria de quién sería después su asesino, dejó escrito su relato Desde el Túnel. Mi padre y la Vero no dejaron puerta sin golpear. Se entrevistaron hasta con el abogado jefe del Ministerio del Interior, entonces a cargo del Gral. Benavides, un abogado de origen alemán, fascista hasta el tuétano. Durante varios días se fueron de total negativa, pero ellos, mi padre y Verónica no desmayaron. Aprovechando mi viejo sus vínculos literarios, acudió como último recurso a entrevistarse con Diego Barros Ortiz, un ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea y destacado escritor de obras históricas, quién se comprometió a averiguar, cual era la condición de Manuel y en lo posible donde se encontraba. Verónica por su parte le hacia la guardia a Presidente de la Corte Suprema. Obtuvieron resultados. Así pudieron acudir de nuevo al Ministerio, donde el abogado nazi los esperaba para increparlos por los antecedentes terroristas de su hijo que no es ningún santo y entregar señas a media verdad del paradero de Manuel. Poco después de verlo en 4 Álamos, lo llevaban en un vehiculo camino del Fuerte Arteaga de Valparaíso, pero ya el rastro no se perdería hasta que recuperaría su libertad.
No creo en milagros pero a veces, existen. Pensé que su liberación había sido uno de ellos. Algunos o muchos no sé, arrugaron el seño con desconfianza, cuando el llegó al exilio, primero en Suecia y en seguida para trabajar en el coordinador exterior de la jota en Hungría.Restableció la confianza hacia él a pulso de más entrega y más trabajo pero volvieron ciertas desconfianzas cuando se planteó la elección de nuevas autoridades en la dirección de la jota. Se le quiso vincular a un grupo que con o sin razón proponía cambios. Incluso siendo yo, por entonces responsable en la dirección exterior del Partido de las relaciones con el coordinador de la jota, al parecer por esa circunstancia, se me excluyó de la delegación del Partido, que concurrió al memorable Pleno del Exterior de la Jota realizado en Budapest.
Al poco tiempo Manuel planteó su retorno al país. Nunca estuve de acuerdo, discutí con el en mi casa, después de un encuentro de camaradería con varios dirigentes de la Jota que vinieron a una reunión con nosotros en Moscú. Pesaban en él la atmósfera creada en Budapest, la herida causada por las desconfianzas iniciales y su deseo de contribuir más directamente a la lucha, pero también el dolor que le causó su rompimiento matrimonial y la separación de sus hijos, que por entonces se habían trasladado a Barcelona con su madre.
Se que en Chile se reencontró con su pueblo y con si mismo, se reencontró con sus amados hijos Manuelito y América y con nuestra numerosa y entonces unida familia en torno a mi padre y especialmente alrededor de Herminda, nuestra querida y esforzada madre. Se realizó plenamente al frente del magisterio de Santiago, donde las maestras y maestros lo querían de verdad, muchos lo conocían de sus tiempos de presidente de los estudiantes normalistas, lo apreciaban por que luchó por la dignidad de ellos y la educación de los hijos del pueblo. A pesar de su intensa actividad y la presión de la dictadura, se daba tiempo para escribirnos, especialmente cuando le comuniqué la resolución tomada de regresar a Chile de manera legal. Guardo como un tesoro su carta donde nos cuenta de las dificultades de tal retorno y las satisfacciones que también nos esperaban y de su vida con su nueva compañera Owana, a quién había conocido en Hungría.
Retornamos con parte de la familia a fines de 1984(nuestro hijo mayor Mikis seguía en Alemania estudiando) Como había convenido con la dirección primero debía establecer una base relativamente sólida para incorporarme de lleno a la actividad política. En verdad ya no había mayor interés por mis servicios, luego de ser separado de la Dirección meses antes de nuestro retorno, pero como nunca me han interesado los cargos y sólo los he aceptado para servir mejor a nuestra causa, estaba dispuesto a trabajar donde lo estimara el colectivo, como ocurrió cuando fui promovido por la dirección que encabezó el Cro. Víctor Díaz y después ratificado por el Pleno de Agosto.
Nos dimos cuenta que para los retornados la situación era muy difícil. Los años de dictadura habían impuesto los valores propios del neoliberalismo, además del miedo, imperaba el individualismo. El consumismo que gozaba el sector que profitaba del régimen, alcanzaba a rozar incluso a nuestras propias familias.
En esos primeros tres meses del 85 nos vimos con Manuel algunas pocas veces en la casa de nuestros padres en Maipú, donde la preocupación por su seguridad hacía a mis viejos pedirle casi llorando que saliera del país, aunque fuera por un tiempo. Nunca lo consideró.
Estuvimos con el y Owana, en una hermosa y soleada tarde de verano en una casita de playa de sus amigos y colegas profesores Hernán y Silvia Aravena y el profesor y conoci-do locutor de radio cooperativa y televisión Sergio Campos y su compañera. Era Febrero de 1985, todavía pesaba sobre él una orden de detención en su contra del Ministro del interior, Sergio Onofre Jarpa, (que todavía hoy presume de tan honorable) pero ese día no tocamos el asunto y lo pasamos charlando y riendo toda la tarde.
La última vez que lo vimos con vida fue en verdad la noche del terremoto del 5 de marzo, cuando coincidimos en la casa de los padres, casi todos para comentar los eventos telúricos, luego que con Gaby, Natacha, José Manuel (así se llama el menor nacido en el exilio) y mis cuñados pasáramos un susto tremendo arriba de un bus de vuelta a Santiago, entre El Belloto y Viña.Cuando llegamos a Maipú allí estaban Manuel y Owana sentados en la gran mesa familiar a la luz de una vela.
A los pocos días el magisterio de la región metropolitana, realizó un ampliado en la localidad de Talagante, allí Manuel desafiando la orden en su contra, entregó la intervención central planteando la desastrosa situación de la educación, especialmente municipalizada, tanto por las condiciones del magisterio, como por la situación de los niños, agravadas en extremo con el terremoto que en esa zona tuvo el epicentro. A través de las palabras de Manuel confirmadas y ampliadas por la prensa se empezaron a conocer los negociados y los escándalos descubiertos con el uso de la ayuda para los damnificados que estaban robando a manos llenas y vendiendo, los corruptos funcionarios de la dictadura. Días después se anunció que quedaba sin efecto la orden de detención pendiente. Todos respiramos con tranquilidad.
El 29 de Marzo, recién llegado a mi nuevo trabajo en la empresa industrial Andes, de propiedad de nuestro querido amigo y compañero Carlos Barra, recibí la noticia de lo acontecido en las puertas del Colegio Latinoamericano, donde en medio de un operativo combinado terrestre y aéreo, habían detenido con gran violencia y a punta de pistola a mi hermano Manuel y al compañero José Manuel Parada, funcionario de la Vicaria de la Solidaridad, cuyos hijos estudiaban en dicho establecimiento y en circunstancias que Manuel y el profesor Leonardo Navarro recibían según su turno,a los alumnos y apoderados en las puertas del Colegio. Este último trató de impedir el secuestro realizado a plena luz del día y ante la mirada atónita de padres y alumnos, fue baleado y reducido por los criminales que rápidamente desaparecieron con sus preciosas presas.
La noticia a los pocos momentos se conoció por la radio y en los principales informativos de la televisión. Como era de esperar las autoridades de la dictadura lo negaban todo. Me trasladé al local de la Vicaría donde ya se encontraban todos mis familiares y numerosos compañeros y mediante las horas trascurrían corrían toda clase de noticias y rumores. Incluso llegó la información que medios de la CNI aseguraban que ellos no habían participado en el secuestro. Según pasaban esas dramáticas horas se iba confirmando la participación de elementos de carabineros, de la fuerza aérea y del comando aéreo del ejército, lo que provocó una soterrada crisis en el seno de la junta, que siempre había mostrado una unidad monolítica y que le costó el cargo a Mendoza. Incluso por la tarde conocimos la noticia que carabineros reconocía la detención por elementos de sus filas y que serían liberados en las próximas horas. Es que otros compañeros profesores que habían sido detenidos el día anterior en un taller de la AGECH, efectivamente fueron siendo liberados esa tarde, pero no así, Manuel, José Manuel y Santiago Nattino que había sido secuestrado a la misma hora en otro operativo en un sector del barrio alto.Todas acciones de la DICONCAR y elementos del Comando Conjunto, como se vino a saber después.
Al caer la tarde del día 30 de Marzo de 1985, conocimos el hallazgo terrible de sus cuerpos mutilados y sus cuellos cercenados, en las inmediaciones del Aeropuerto, a unos 30 metros del camino que por detrás une Pudahuel con Renca y Quilicura. No quedó ninguna duda que las acciones asesinas estuvieron destinadas a causar el mayor terror en la población, cuando por esos meses la actividad opositora política y sindical se hacía incontenible, causando verdadera desesperación en los elementos más recalcitrantes del fascismo.
Una sensación de estupor, de indignación y dolor recorrió todo el país, en todos los sectores de la población. Tanto el local de la AGECH en la tercera cuadra de Dieciocho como el de la Vicaría, frente a la Plaza de Armas, se hacían pequeños para las miles de personas de todas las condiciones que llegaron a expresar su dolor y su solidaridad.
Acudimos como hermanos mayores, con mi hermana Juana y los abogados de la Agech y la Vicaría, al Instituto Médico Legal de la Avenida de la Paz, para identificar a nuestro hermano asesinado. El edificio estaba prácticamente rodeado de periodistas, camarógrafos y gentes del pueblo que querían compartir nuestro dolor y expresar personalmente su apoyo moral y solidaridad. En el interior a cierta distancia se encontraban agentes del gobierno, simulando ser funcionarios forenses. Una médico nos indicó que debido a la circunstancias de la muerte, habían estimado realizar algunos arreglos cosméticos. Les dijimos que primero queríamos verlo. Allí con una mirada le trasmití a Juanita que mejor no se tomara ese trago tan intensamente amargo y me entendió con lágrimas en sus ojos. Al acercarme y una funcionaria, descubrir apenas la cabeza, le tomé su mano con energía y destapé el cuerpo lo más que pude. Le habían prácticamente cubierto con pintura cosmética todas las marcas de golpes y las heridas de las torturas hasta crear una máscara grotesca. No pude contener más mi rabia y dolor. Les increpé que limpiaran lo mejor que pudieran su cuerpo, que no sacaban nada con tratar de esconder tan horrible crimen. Presurosos se llevaron la camilla a un apartado, mientras las compañeras de la vicaría, trataban de tranquilizarme debido a los presentes.
A los pocos minutos pude confirmar la identidad de mi hermano. Como relaté en detalle ante los medios de comunicación tenía enormes hematomas y dos o tres heridas profundas en la frente, quizás causadas por algún cañón de arma de fuego o un fierro, quemaduras en diversas partes del cuerpo y dos cortes profundos en el cuello, debajo de la garganta. Todos estos detalles se los entregué al Ministro en Visita y actual miembro de la Corte Suprema Milton Fuica, que continuó con el trabajo del juez José Canovas, ambos fueron decisivos para determinar las responsabi- lidades de los asesinos materiales del crimen, algunos de los cuales cumplen hoy condena en la Cárcel de Alta Seguridad de Punta Peuco, construida por los Gobiernos de Concertación, especialmente para los condenados de las FF.AA. y sus cómplices.Los autores intelec-tuales de este crimen y los responsables principales de toda esta política de terror y exterminio todavía se encuentran impunes, la mayoría gozando de generosas pensiones e incluso como directores de empresas y hasta en el parlamento.
Se realizó en el salón principal de la Vicaría un emotivo acto donde habló con serenidad admirable mi sobrino Manuel Eduardo con sólo 13 años de edad . Los restos de su padre fueron velados en el local de la AGECH, donde durante toda la noche desfilaban maestros y personas de todas las edades y condiciones para dar el pésame a Owana, a los hijos y Verónica, a mis padres y a toda nuestra familia y hacer una última guardia de honor. Las exequias realizadas el 1 de abril de 1985 se constituyeron en una enorme manifestación de masas del pueblo de Santiago de homenaje y de repudio a la dictadura. Aunque algunos querían un cortejo separado desde la Plaza de Armas, esto no prosperó porque nuestro Partido, previendo dificultades constituyó un equipo especial que integré y en que actuamos en ambos lugares en estrecho contacto con las familias que desde el principio planteamos un solo cortejo. La familia Nattino prefirió un funeral más privado.
El que partió desde la AGECH fue multitudinario, formado por columnas que desde temprano convergieron desde todas las comunas del Gran Santiago, siendo su columna vertebral los jóvenes y los miles de profesores, alumnos, sindicalistas y pobladores que acudieron con sus banderas, estandartes y lienzos de abierta oposición a la dictadura y de indignado repudio a los crímenes. Cuando el cortejo alcanzó la Plaza de Armas, avanzó el féretro de José Manuel en compañía de su familia y todos los funcionarios de la vicaría, dignatarios de la iglesia así como dirigentes de los sectores democráticos, universitarios y de la cultura, formándose una sola compacta columna de más de 20 cuadras con los dos féretros delante y un enorme lienzo que clamaba. ¡Basta Ya.Democracia y Libertad! No se vieron policías ni militares.
En la Plazoleta del Cementerio despidieron los restos el Presidente de la AGECH cro. Jorge Pavéz y un representante de la vicaria y los padres de los caídos, el compañero y destacado actor nacional Roberto Parada y mi padre, el escritor autodidacta,(como a el le gustaba decir), Manuel Guerrero Rodríguez, que recién operado dos días antes, clamó BASTA YA y exigió el entendimiento de todas las fuerzas democráticas para terminar con el sufrimiento de las familia chilenas. En esas horas dramáticas parecía que sus sacrificios no habían sido en vano, que existían las condiciones subjetivas necesarias para lograr ese entendimiento tan urgente de todas las fuerzas democráticas sin exclusiones. Tuvo que correr todavía mucha sangre generosa de muchos chilenos y chilenas para que recién
cuatro años después, terminara la dictadura, con la unidad de una parte de la oposición democrática en una salida pactada con la derecha y los sectores castrenses responsables de tantos crímenes.
A pesar de las limitaciones actuales en el proceso político chileno que ha impuesto la clase política en el poder y los peligros presentes de impunidad y punto final, el sacrificio de José, de Manuel y José Manuel y de miles de compañeros asesinados, no ha sido en vano y hoy el pueblo de Chile goza de determinadas libertades democráticas y se aventó esa verdadera banda de criminales y ladrones al servicio del imperialismo que se habían apoderado del estado y que todavía hoy esconden o camuflan sus responsabilidades tras aquellas nobles palabras de unidad, paz, perdón y reconciliación.
Estamos convencidos de la importancia que tiene para Chile y su pueblo conocer toda la verdad de su pasado y la lucha inclaudicable de nuestros hermanos, porque en la medida que levantemos su ejemplo y sus vidas y recuperemos su memoria, la semilla que ellos sembraron en la tierra chilena seguirá germinando, fuerte y lozana en las nuevas generaciones de chilenos que lograrán hacer realidad las elevadas metas de justicia social e Igualdad y el noble ideal del Socialismo, que fueron los sueños de nuestra generación, LA GENERACIÓN DE LA ESPERANZA.
Muchas Gracias.
Estocolmo, 29 de marzo de 2006.