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La rebelión de las mochilas

Fuentes: Pluma y Pincel

La flamante mandataria socialista Michelle Bachelet nunca se imaginó que tras dos meses y días de su mandato, la rebelión de mochilas y teléfonos celulares pondría a su gobierno ante la definición de continuar con el orden educativo impuesto por Pinochet, o realizar reformas estructurales en la educación pública. Y es que si no hicieron […]


La flamante mandataria socialista Michelle Bachelet nunca se imaginó que tras dos meses y días de su mandato, la rebelión de mochilas y teléfonos celulares pondría a su gobierno ante la definición de continuar con el orden educativo impuesto por Pinochet, o realizar reformas estructurales en la educación pública.

Y es que si no hicieron mella en esta blanca dama socialista las tomas de terreno de los sin casa o la huelga de presos políticos Mapuches en que intervino hasta el mismísimo Saramago, los estudiantes secundarios hablaron claro de las contradicciones del modelo neoliberal y la estela de marginación que provoca.

Los estudiantes piden dos puntos específicos coyunturales y dos estructurales. Entre los primeros están la gratuidad en la locomoción colectiva y de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y los otros dos son la anulación tanto de la Jornada Escolar Completa (JEC) como de la Ley Orgánica Constitucional (LOCE).

Hasta ahora son mas de 100 mil estudiantes secundarios los que a lo largo de Chile están en paro o toma de sus colegios, en un movimiento que partió en dos de los más emblemáticos: El Instituto Nacional José Miguel Carrera y el Liceo de Aplicación, ambos ligados al nacimiento republicano del país, y de cuyas salas de clases han salido muchos presidentes de la nación o figuras de la diplomacia internacional. Colegios emblemáticos del que no se salvó el Liceo de niñas número uno Javiera Carrera, del que egresó Michelle Bachelet. Allí las estudiantas le recordaron a la presidenta su lema de campaña electoral: ¿Estás conmigo?.

Haciendo un racconto, se debe señalar que el Instituto Nacional y el Liceo de Aplicación se tomaron sus dependencias el pasado viernes 19 de mayo como una forma de presión para que la mandataria diera un mensaje respecto a la calidad de la educación en el mensaje anual a la Nación del 21 de mayo, muy por el contrario la mandataria reprendió a los estudiantes por el uso de capuchas. Luego el ministro de educación llamó a deponer las movilizaciones para conformar una mesa de diálogo, ante lo que los estudiantes respondieron duplicando la cantidad de tomas y paros a nivel nacional. Hoy aparte de «El Nacional» (Instituto Nacional) y «El Apli-K» (Liceo de Aplicación) la movilización se ha multiplicado exponencialmente y ya incluye a los colegios; Augusto D’Halmar de Ñuñoa, Tajamar de Providencia, Instituto Superior de Comercio 2, Chilean English College, Instituto Claudio Matte, Liceo Arturo Alessandri Palma de Providencia, Liceo Nº 1 Javiera Carrera, Liceo 7 de niñas, Liceo San Francisco, Liceo Vicente Pérez Rosales, Liceo Murialdo, Liceo Darío Salas, Chilean English College de La Cisterna, Internado Nacional Barros Arana, Liceo Manuel de Salas, Liceo Ruiz Tagle de Estación Central, Liceo Gabriel González Videla de Santiago, Liceo Santiago Bueras de Maipú, Liceo Miguel de Cervantes, Liceo Juan Antonio Ríos, Liceo Miguel Luis Amunátegui, Liceo N° 4 de niñas, Colegio Confederación Suiza de Santiago, Liceo Valentín Letelier de Recoleta, Colegio Carmela Carvajal de Providencia, Liceo José Victorino Lastarria de Providencia; Liceo Isaura de Guzmán y Liceo Teresa Prat (ambos de Santiago), Escuela Industrial El Pinar y Liceo Espíritu Santo (de la comuna de San Joaquín), Liceo Benjamín Vicuña Mackenna, Liceo Indira Gandhi y Colegio Marcela Paz (los tres de La Florida). En Rancagua el Liceo Ernesto Pinto Lagarrigue, en Arica el Liceo A-1 Octavio Palma Pérez y en Tomé el Liceo Vicente Palacios y de otras ciudades como Concepción, Iquique y Valparaíso y muchos que aun falta consignar.

El movimiento estudiantil está fuerte y sus demandas son sentidas por la población como justas, de hecho aparte de agrupaciones de padres y apoderados y de una gran cantidad de organizaciones políticas, han recibido el respaldo de las dos fuerzas sociales más importantes de la educación; el Colegio de Profesores de Chile y la Confederación de Federaciones Universitarias de Chile (CONFECH).

Los estudiantes piden que sus cuatro puntos sean resueltos de manera definitiva y sin más dilaciones «ni mesas de diálogo», por su parte el gobierno y sus parlamentarios plantean que las leyes no se pueden modificar de manera rápida, A su vez la derecha aplaude cuando los estudiantes incomodan al gobierno, pero se apura para dar recetas que privatizan aun más la pobre educación pública. En este contexto, la derogación de la Ley Orgánica Constitucional pinochetista por medio de un plebiscito parece ser la solución, su llamado a realizarse es algo que debe hacer la Presidenta de la República.

«Nos hemos vuelto a levantar»

Juan Carlos Herrera del Liceo Valentín Letelier y María Huerta del Instituto Superior de Comercio Nº 2. (INSUCO 2), son representantes de la Asamblea de Estudiantes Secundarios, la organización única de esta movilización.

En las puertas del tomado Liceo de Aplicación que se ha convertido en el centro de operaciones del movimiento estudiantil, el espigado y la pequeña dirigenta dan sus opiniones del presente y futuro de la rebelión de las mochilas.

¿Cuales son los detonantes principales y las demandas del movimiento estudiantil?

Juan Carlos: «Los puntos mas importantes son el fin de la LOCE y a cambio que se cree una ley que impida que la educación sea comercializada. Además, pedimos que la Jornada Escolar Completa (JEC) se derogue debido a que no ha cumplido con las expectativas que se propuso, y más que subir los porcentajes internacionales de calidad han bajado. Esas son demandas inmediatas y pensamos que debemos seguir avanzando como movimiento estudiantil hacia la unificación de nuestras demandas con la regiones del país».

María: «Nuestras demandas son de una mejora en la educación y de un respeto a nuestro futuro, queremos una respuesta porque siempre nos dicen que somos el futuro de Chile que el estudio es la solución, y eso es mentira porque con la educación que tenemos no hay futuro para nosotros, no podemos competir con los colegios privados y nuestra educación es pésima. Además, los liceos y colegios aun se rigen por leyes de la dictadura que impiden el funcionamiento de centros de alumnos, por lo que a las organizaciones estudiantiles se las reprime desde la dirección de los colegios».

¿Cómo se entiende este movimiento si internacionalmente el gobierno de Bachelet es visto como progresista e incluso de izquierda?

Juan Carlos: «Nuestra movilización se debe a que los gobiernos de la concertación no han sabido dar respuestas a los problemas de la educación chilena, y que en el fondo hubo una continuidad del modelo educacional de injusticia impuesto por la dictadura. Bachelet representa la continuidad de un modelo que puso en crisis a la educación chilena, y que continúa con la misma ley LOCE. Hay que recordar que esa ley fue uno de los baluartes de la dictadura y que se dictó tan solo días antes de que Pinochet se fuera».

María: «Bachelet es importante en el continente latinoamericano porque logró ser la primera mujer presidenta de un país. Pero en eso hay algo de contradicción, en mi caso yo soy dirigenta de mi colegio y mi función es representar a las bases y escuchar lo que dicen para dar respuestas. Entonces si la presidenta de Chile no está tomándonos en cuenta a sus bases que somos los estudiantes de Chile, no se para que está. Nosotros queremos respuestas y son las autoridades son quienes lo tienen que hacer y no lo han hecho. A nosotros se nos trata como niños cuando se trata de opiniones del país, pero no se nos trata como niños cuando se hacen leyes para encarcelar a menores o cuando se trata de cobrarnos por la educación».

¿Ustedes ligan la solución de la mayoría de sus demandas a la alta rentabilidad del cobre?

Juan Carlos: » Así es. Actualmente el Estado chileno va a recibir un excedente de cerca de 10 mil millones de dólares por el alto precio del cobre y de eso una mínima parte va a ser destinado al gasto social. Nosotros pedimos que se haga gasto social pues esta es una sociedad en que existen demasiadas desigualdades y se ve en sectores como la salud, la vivienda y en educación. En el mundo del trabajo hay precariedad y actualmente se están implementando más políticas de flexibilización laboral, que lo único que hacen es dejar más postergación para los pobres. En ese sentido tampoco hay un futuro muy bueno para nosotros».

¿Porqué los colegios públicos mas emblemáticos y los ligados al Estado son los que iniciaron las movilizaciones?

Juan Carlos: «Porque hay una continuidad de lucha histórica en estos colegios, y en los estudiantes se ha levantado una visión más crítica ante la situación actual del país. Por otra parte, hemos sabido levantar organización y crear ligazones con las regiones del país.

Lo demuestra el hecho de que tengamos una sola; la asamblea de estudiante secundarios».

¿Cuál es el carácter político de esa organización?

María: «Se trabaja mediante asambleas y vocerías y tiene importancia la voz de cada colegio. Nos reunimos en colegios movilizados y asisten los representantes de los estudiantes».

Juan Carlos: «Tiene un carácter apartidista e incidencia solo de los estudiantes secundarios y se apela a la construcción de una nueva educación.

¿Cuáles son los pasos?

Juan Carlos: «Hasta ahora como asamblea de estudiantes secundarios solo nos hemos planteado seguir con las medidas de presión hacia el gobierno y hemos establecido una alianza con los demás gremios ligados a la educación. En torno a eso pensamos hacer coordinaciones más afiatadas y luego veremos nuestros pasos. Actualmente solo esta definido que continuaremos con los paros y las tomas de los colegios».

¿Cuales el significado de esta rebeldía estudiantil?

María: «Yo creo que este movimiento se parece a las protestas estudiantiles de los años 80 contra Pinochet. Tenemos los liceos tomados y si no nos desalojan, es porque nuestras causas son justas y nos tienen miedo. Creo que hay que seguir hasta lograr nuestros objetivos».

Juan Carlos: «Significa que pese a la desarticulación y al retroceso del movimiento estudiantil en democracia, nos hemos vuelto a levantar y a renacer para plantear temas de fondo hacia quienes rigen el país».