Taller «Situación y acogida de los refugiados: análisis locales» dentro del II Foro Social Mundial de las Migraciones, celebrado en Rivas Vaciamadrid, entre el 22 y el 24 de junio de 2006. Imagínese por un instante que debe salir de su casa, de su país. Alejarse de su familia, de la gente que lo conoce, […]
Taller «Situación y acogida de los refugiados: análisis locales» dentro del II Foro Social Mundial de las Migraciones, celebrado en Rivas Vaciamadrid, entre el 22 y el 24 de junio de 2006.
Imagínese por un instante que debe salir de su casa, de su país. Alejarse de su familia, de la gente que lo conoce, de su comunidad. Cambiar de continente en algunas ocasiones, aprender otro idioma… En conclusión, integrarse a otra sociedad. Ésta es la situación de más de 175 millones de personas, que supone el tres por ciento de la población mundial, en una cifra que crece. Así lo ha expuesto el catedrático en Relaciones Internacionales y miembro del Movimiento de Investigación sobre refugiados y desplazados (RMMRU), Mohammad Jalal Uddin Sikder, durante la exposición realizada en el seminario «Situación y acogida de los refugiados».
«Tras la guerra fría, muchos países empezaron a darse cuenta de que a sus territorios estaban llegando muchas personas que huían de persecuciones étnicas, religiosas, o que simplemente ya no tenían un país que los acogiese como nacionales», afirmó este investigador, apuntando a uno de los factores fundamentales del fenómeno en su región. Sikder sostuvo que actualmente los continentes con mayor población desplazada y con un gran número de refugiados son África y Asia y Pacifico, e hizo hincapié en Bangladesh, que sin firmar la convención del refugiado de la ONU, por razones humanitarias ha recibido dentro de sus fronteras a 1.5 millones de personas.
Martha Arroyo, directora del programa nacional de CEAR manifestó que en España las cifras de personas solicitantes de asilo son muy reducidas: «En 2005 hubo más de 5.000 solicitudes de asilo político, de las cuales sólo 200 se saldaron con el estatuto de refugiado». Ello se debe, según Arroyo, a que muchas de las personas susceptibles de solicitar el asilo desconocen que tienen derecho de asistencia jurídica por oficio. Pero la causa principal del bajo nivel de acogida de refugiados en España es que nuestro país no acepta cupos de refugiados de otros países. Además, los pocos que alcanzan el estatus de solicitantes de asilo han de hacer frente a procesos de resolución que pueden tardar «más de dos años» en formularse. El resultado: quienes han seguido programas de integración en los centros de atención al refugiado, CAR, son devueltos a sus países de origen con el peligro para sus vidas que esto puede acarrearles.
Fátima Ballesteros, Directora del programa de integración FER (Fondos Europeos al Refugiado), presentó el programa de acompañamiento que se hace a los pocos que pueden acceder a la condición de refugiado, y destacó «el enriquecimiento intercultural» que se produce en la convivencia en pisos compartidos y a través de los talleres de intercambio cultural Viceversa.
Los participantes en el seminario dejaron clara la necesidad de que España se comprometa con los cupos de reasentamiento, y a encontrar soluciones al vacío legal que aparece en el momento que una solicitud de asilo es desfavorable. Pero hay que ir más allá, tal como manifestó Sidker: «Las políticas de acogida deben ser planteadas y desarrolladas desde el compromiso conjunto de todos los países implicados, rebasando la escala nacional y cuestionando el concepto de frontera».