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La comunidad mapuche de Temucuicui denuncia un brutal allanamiento policial

Fuentes: Rebelión

Algunos podrían pensar que la tortura en Chile es un problema del pasado, y más aun, que los eventos de maltrato colectivo denigrante forman parte de la memoria de los años de dictadura. Pero este miércoles 24 se inició en Santiago de Chile el taller de tres días «Atención Integral a Víctimas de Tortura», organizado […]



Algunos podrían pensar que la tortura en Chile es un problema del pasado, y más aun, que los eventos de maltrato colectivo denigrante forman parte de la memoria de los años de dictadura. Pero este miércoles 24 se inició en Santiago de Chile el taller de tres días «Atención Integral a Víctimas de Tortura», organizado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y el ILAS, Instituto de Salud Mental y Derechos Humanos. Y también este miércoles, a unos 500 km al sur de la capital, una comunidad mapuche lanza un SOS al mundo luego de ser objeto de un allanamiento -según informan- «por parte de 400 efectivos policiales fuertemente armados».

En el programa del jueves 27, en Santiago, se expondrá sobre «incorporación de perspectivas de género y diversidad étnica en el litigio nacional e internacional de casos de violaciones graves a los derechos humanos», y es posible que algunos de los participantes chilenos puedan incorporar estos eventos a la discusión.

Los hechos denunciados por los mapuche – que por cierto, no son objeto del seminario, puesto que éste analiza fallos ya emitidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ocurrieron hace dos días, en Temucuicui, comuna de Ercilla, IX Región, a las 10 de la mañana del 24 de julio. Niños y mujeres que se encontraban en las casas fueron sacados y maltratados, según se dijo después para aclarar supuestos robos de animales que estarían en la comunidad. Se utilizaron bombas lacrimógenas y balines de goma y plomos que hirieron algunas mujeres, niños y ancianos. La denuncia de la comunidad indica que dos niños cuya casa fue impactada por las bombas, escaparon a los cerros para poder esconderse y sólo fueron ubicados cerca de la medianoche, en estado de shock por lo ocurrido. Hubo destrozos en las viviendas de la comunidad y daños en cercos perimetrales, antes que los habitantes de la comunidad fueran llevados a un bus policial, donde fueron intensamente interrogados por el fiscal y policía de investigaciones.

Acoso policial

En su declaración, los mapuche de Temucuicui, para quienes este tipo de experiencia no es nueva, afirman: «La comunidad desmiente tajantemente este tipo de denuncia que no es más que la persecución que existen en contra de nuestra gente, donde existe un grupo de agricultores que se han organizado para amedrentar y perseguir a nuestra gente junto al Ministerio Público y Carabineros que se prestan para estas situaciones lamentables que solo produce terror y miedo a todos los integrante de la comunidad». En enero del año pasado, la comunidad de Temucuicui junto con su Lonko, Juan Catrillanca Antin había interpuesto una querella por los delitos de SECUESTRO CALIFICADO, SUSTRACCIÓN DE MENORES Y TORTURA en contra de quienes resulten responsables del ataque a 6 jóvenes atacados en la ciudad de Ercilla por un piquete de carabineros, y trasladados al recinto policial donde fueron golpeados e insultados hasta altas horas de la noche sin mediar orden ni posterior citación al tribunal, quedando con daños físicos y sicológicos. La querella fue patrocinada por el abogado del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, Rodrigo Lillo.

Un sistema selectivo

«La tortura no es una práctica superada en nuestros países, hemos pasado de una aplicación a la luz del día, a un sistema más soterrado y selectivo, pero que se sigue aplicando», manifestó en el Seminario el abogado Víctor Rodríguez, del Instituto Iberoamericano de Derechos Humanos, sin saber aún de estos hechos. En el evento del Hotel Plaza San Francisco, participan representantes del Poder Judicial, universidades, ministerios y organismos no gubernamentales como CODEPU, Amnistía Internacional y CINTRAS.

El Seminario forma parte de un programa que se ejecuta en Chile desde hace tres años para apoyar a victimas de tortura que buscan reparación y justicia.