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Al negocio de Microsoft y el software en mapudungun le llaman revitalización lingüística

Fuentes: Nuestra America

Cuenta la tradición mapuche que una machi bien formada (agente religioso, medicinal), al final de la ceremonia de iniciación muestra una flor de foye blanca que nace de su lengua. La gente dice que esa es la flor de la palabra, es el kimün, el saber que emerge de lo más profundo de la tierra. […]

Cuenta la tradición mapuche que una machi bien formada (agente religioso, medicinal), al final de la ceremonia de iniciación muestra una flor de foye blanca que nace de su lengua. La gente dice que esa es la flor de la palabra, es el kimün, el saber que emerge de lo más profundo de la tierra. La palabra es la flor del saber, es pura, blanca, y se dibuja como el viento, como vírgula o como flor de foye ´canelo’. Con historias de este tipo, muchos mapuches aprendieron a querer su lengua. El mapudungun constituye parte de la identidad, la lengua da existencia al mundo y a las cosas que forman el entorno del niño. Con la lengua se aprende la cultura, se expresan los sentimientos, los deseos, el pensamiento, se desarrollan los valores; la comunicación; también se presenta en los sueños; aun cuando hoy hay muchos bilingües, el mapudungun sigue siendo la lengua madre, el patrimonio cultural intangibles, el aporte a la civilización, es la herencia legada de los antepasados, que se debe mantener y desarrollar a la altura de los acontecimientos.

Con lo anterior, no se pretende negar la necesidad de un software en lengua mapuche en el cyber espacio, sino argumentar razones de fondo para señalar que no es legítima la imposición del software en mapudungun de Microsoft; la iniciativa daña profundamente el derecho del pueblo mapuche a conducir el destino de su lengua y cultura. Ni mucho menos, se puede promover éste proyecto de índole económico, como una iniciativa de revitalización lingüística; quienes trabajan el tema por experiencia saben que la revitalización lingüística impuesta desde arriba, está condenada al fracaso.

Las lenguas corren los mismos riesgos de sus hablantes. Si los mapuche somos un pueblo políticamente débil y marginado, la lengua también sufre tal marginación, por eso al idioma mapuche se le niega su función social básica de comunicar, su rol político e identitario ligado a una comunidad y a un pueblo; esto explica porqué Microsoft con tanta facilidad hace un software en mapudungun, y por qué el gobierno promueve este tipo de iniciativas sin considerar la voz de los propios usuarios, ni las demandas fundamentales como son, el respeto a nuestros derechos lingüístico, el ser reconocido como pueblo en la Constitución Política del Estado, el derecho a gozar de nuestro territorios como pueblo originario.

Es cierto que hay mapuche sirviendo al proyecto de Microsoft; pero éste no representa las demandas ni los intereses colectivos del mundo mapuche. Microsoft esta capitalizando su hegemonía económica en el mundo con su programa de Windows, por ello su esmero por hacer software en lenguas indígenas, quechua, mapuche, etcétera, porque los indígenas del continente americano, todos juntos, sumados somos millones, y somos para las empresas un gran potencial, a pesar de nuestra pobreza económica, les reportamos o le reportaremos en un mediano y largo plazo ganancia millonarias, tanto en lo económico como en lo político.

La revitalización lingüística se construye con las comunidades lingüística, con los hablantes, las organizaciones, con el pueblo; porque ésta para que sea exitosa debe contener el alma, los ojos, los saberes, el sentimiento de los pueblos; pues una lengua viva es una lengua en movimiento, que se recrea con el uso, que codifica el sentir de la gente, la recreación de su cultura, su historia y su futuro, y esto lo hacen los hablantes. Para que este proceso tenga cabida, la revitalización lingüística debe contener necesariamente el cambio de la política lingüística oficial opresiva, verticalita, entre ellos cambiar el paternalismo del Estado, e incorporar las demandas más sentidas del pueblo respecto a su lengua. Por otro lado, una política de revitalización lingüística regula el uso público de las lenguas en contacto, en este caso mapudungun y el castellano; no es justo para los mapuche hablantes vivir en regiones y pueblos en su mayoría mapuche, con un mundo codificado sólo en castellano, si los pueblos son bilingües, ambas lenguas tienen derecho al uso público; y eso es parte de la revitalización lingüística. Los derechos lingüísticos se ejercen donde viven los hablantes; así lo establece la Leyes internacionales sobre Derechos Lingüístico.

Es lamentable que las demandas de revitalización lingüística no hayan llegado al gobierno, a pesar de que muchos mapuche vienen colocando el tema en el centro del debate de la educación intercultural bilingüe, hace más de una década. Por otro lado, no se puede hablar de revitalización lingüística sin resolver el problema de la poca valoración de la lengua en la sociedad y esta valoración necesariamente se acompaña con el uso práctico de la lengua; y un mayor valor político, social, cultural, que se debe construir.

Pero lo más grave del proyecto, es que Microsoft no respetó el derecho colectivo de los mapuche. Por imposición, intromisión hoy tiene en su poder nuestro código lingüístico, el software se alimentará con la gramática de nuestra lengua, con nuestra forma de codificar y nombrar el mundo. Tal vez una situación como ésta no constituya un problema para las lenguas fuertes, como el inglés; a los hablantes del inglés no les importa que otros aprendan su lengua, es más, ésta se impone como lengua de comunicación intercultural, y cada pueblo la adapta y adopta a su manera; pero el caso es distinto, cuando se trata de lenguas débiles, amenazadas, como las lenguas originarias. Se aclara que no se está impidiendo el aprendizaje a los no mapuche, ojala ellos también hablaran la lengua, así aumentarían los hablantes. Se trata de una cuestión de derecho, las lenguas originarias forman parte de los derechos colectivos de los pueblos que las hablan, y como tal se deben respetar, resguardar, el pueblo tiene derecho a su lengua, puede decidir sobre ella. La acción de Microsoft constituye una usurpación de derechos intelectual al pueblo mapuche y ello es tan grave como la usurpación de la tierra.

Es cierto que las lenguas modernas marcan presencia en Internet, y las políticas lingüísticas de lenguas minoritarias como el catalán y el vasco buscan hacer uso de este espacio; pero éstas lenguas cuentan con organismos que centralizan su desarrollo lingüístico, conformados por sus propios hablantes y por instancias académicas, que monitorean y dan seguimiento al proceso. Opuesto a lo anterior es el caso mapuche, la lengua no tiene instancias de control o regulación normativo. A esto se debe agregar la falta de acceso de la gente al Internet, cuestión que también afecta a los sectores sociales marginales; aun en las escuelas en donde existe Internet, Santiago por ejemplo, las niñas y niños usan la red cuando tienen clase de computación y qué decir de sus padres, obreros, madres, mapuche hablantes, asesoras del hogar mapuche, etc.; ¿Cuántas veces a la semana accederán al Internet?; muchos de ellos y ellas, nunca han tenido la oportunidad de usar este medio. Como vemos es demasiado decir que en estas condiciones se están haciendo esfuerzos coherentes para revitalizar la lengua, mediante un software.

Hay formas más sencillas de promoción del uso masivo de la lengua y con resultados mas significativos; uno de ellos son las radios comunitarias, por poner un ejemplo; pueblos de Bolivia y Ecuador tienen una larga trayectoria de uso de radios comunitarias, y gracias a éstas, la gente ha podido mantener el uso vivo de sus lenguas; porque a la radio no solo llegan los mensajes, que por ciertos son necesario, también están abiertas a la música, literatura, radio novelas, a los debates políticos en lengua indígenas, entre otros.

Por otro lado, la revitalización lingüística requiere de la enseñanza de la lengua desplazada en la escuela, ya sea como lengua materna o como segunda lengua, y para ello es necesario contar con hablantes especializados en la enseñanza de la lengua. Hasta la fecha en ninguna universidad hay un centro de idioma mapuche, quechua, aymará, o rapa nui, por poner ejemplos; los profesores que enseñan mapudungun o lengua indígena han tenido que reciclar métodos de enseñanza de las lenguas estándares como del castellano y del inglés; ¿Cómo piensa el Estado revitalizar la lengua mapuche en la escuela, si las universidades no forman profesores de lengua mapuche; no basta hablar la lengua para enseñarla; los profesores de lengua tienen éxito cuando inducen en sus alumnos el uso reflexivo y creativo de la lengua que enseñan; y para lograrlo es necesario tener las competencias profesionales. Es cierto que el gobierno ha impulsado la formación de maestros en educación intercultural bilingüe, y hay carreras académicas en marcha en algunas universidades, que también han egresado profesionales, muchos de ellos de excelencia, pero la enseñanza de la lengua requiere de especialización. No hay centros formativos para cubrir esta demanda, ni se están formando lingüistas aplicados, sociolingüistas que impulsen la ampliación del uso multifuncional de las lenguas originarias.

Es indudable que niños con acceso a este software escribirán en mapudungun, pero el pueblo mapuche también necesita niños críticos, creativos y orgullosos de sus raíces; concientes de su historia e identidad; y esto no se logra si no hay respeto de por medio. Es necesario reconocer que este caso representa un atropello a los derechos colectivos, principalmente el derecho a decidir sobre la lengua, y al derecho intelectual que el pueblo tiene sobre ella.

* Elisa Loncon Antileo es profesora, investigadora y lingüista.