La corrupción ha calado en el inconsciente colectivo de los españoles. Los escándalos urbanísticos e inmobiliarios se suceden mientras muchos consideran que hasta el momento sólo ha asomado la punta del iceberg. En concreto, el 60% de los españoles cree que el Gobierno no hace lo suficiente para luchar contra la corrupción, al tiempo que […]
La corrupción ha calado en el inconsciente colectivo de los españoles. Los escándalos urbanísticos e inmobiliarios se suceden mientras muchos consideran que hasta el momento sólo ha asomado la punta del iceberg. En concreto, el 60% de los españoles cree que el Gobierno no hace lo suficiente para luchar contra la corrupción, al tiempo que ha empeorado en el último año la percepción que se tiene de la clase política, empresarial y de los medios de comunicación.
Estas son algunas de las conclusiones del Barómetro Global 2006 de la Corrupción, elaborado por la ONG Transparencia Internacional, y que analiza las impresiones que tienen los ciudadanos de la magnitud con que la corrupción se ha instalado en las sociedades de todo el mundo. Los datos correspondientes a España han sido recabados por la agencia Sigma 2 en una encuesta realizada el pasado mes de agosto entre 1.000 ciudadanos, repartidos por la geografía española y de distinto nivel de renta.
La encuesta refleja que el 36% considera insuficiente la lucha del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero contra la corrupción, a lo que se añade otro 13% que cree que no se aborda siquiera esa lucha y otro 10% de encuestados que opina que el Gobierno no sólo no combate la corrupción sino que incluso la fomenta. Por el contrario, el 18% califica de muy eficaz la tarea del Gobierno, con diferencia el porcentaje más generoso de los países de Europa Occidental.
De media, apenas el 4% de los europeos occidentales alaba la labor anticorrupción de sus gobiernos como muy eficaz, mientras que el 70% la considera en conjunto ineficiente o muy negativa. El grado de exigencia de los europeos con sus respectivos gobiernos es por tanto mayor que el de los españoles y es paradigmático el caso de Noruega, uno de los países menos corruptos del mundo, donde sólo el 1% de la población cree muy eficiente la lucha de su gobierno contra la corrupción.
Educación, sanidad y las organizaciones no gubernamentales son los sectores más a salvo de la corrupción
Lagunas legales
Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional en España, advierte que ‘debería haber un pacto de Estado contra la corrupción’ y recuerda que España es uno de los pocos países europeos, junto con Grecia, Italia, que aún no ha elaborado una ley de acceso a la información que, por ejemplo, haga transparente para cualquier ciudadano la información relativa a los convenios urbanísticos de los ayuntamientos.
Los ciudadanos españoles comparten con sus vecinos europeos la inquietud por el grado de corrupción de sus políticos, el sector que consideran más contaminado. A la pregunta de en qué medida creen que la corrupción afecta a los partidos políticos, la respuesta de los españoles se sitúa en 3,9 puntos, en un baremo que va de 1 a 5. El suspenso es evidente también para el sector privado y de los negocios y para los medios de comunicación. La precepción que tienen los ciudadanos de políticos, empresarios y periodistas incluso ha empeorado respecto al año anterior. Por el contrario, los sectores que los españoles ven más a salvo de la corrupción son la educación, la sanidad y las ONG.
A nivel mundial, la encuesta revela que la corrupción es generalizada en África y América Latina, en especial entre la policía. Además, los sobornos son moneda de cambio común para acceder a servicios elementales. En América Latina se llegan a pagar más de 450 euros por recibir asistencia médica.
El discutido papel de la prensa
Los medios de comunicación comparten con los políticos y con los empresarios el dudoso honor de ser los sectores en que los españoles aprecian mayor grado de corrupción. En un baremo del 1 al 5, el nivel de contaminación de la prensa alcanza los 3,4 puntos, frente a los 3,1 puntos del año pasado. Un nivel parecido a los 3,7 puntos que la encuesta encargada por Transparencia Internacional concede al sector privado y a los 3,9 puntos de la clase política, ambos sectores también con peor imagen entre los españoles que el año anterior.
‘Los medios de comunicación están muy sesgados políticamente’, reconoce Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional. Y este sesgo es el que en ocasiones permite que la corrupción se expanda entre los principales círculos de poder, el político y el empresarial. Lizcano advierte sin embargo de la importancia que los medios de comunicación tienen también para la denuncia de los escándalos de corrupción y hace hincapié en la necesidad de crear un marco legal que proteja a los denunciantes de tales escándalos y facilite el acceso a las fuentes de información.
El grado de satisfacción del conjunto de los europeos con la prensa es ligeramente mejor al de los españoles, aunque con notables excepciones como la británica, donde la puntuación para los medios de comunicación es idéntica a la de España. En EE UU, los ciudadanos perciben mayor grado de corrupción en los medios, de 3,6 puntos, una décima más que de lo que se concede a la prensa rusa.