Las víctimas y familias afectadas por los crímenes de los paramilitares desmovilizados rechazaron hoy la primera declaración libre del ex jefe Salvatore Mancuso, al advertir que se dedicó a explicar y justificar su lucha armada y no a confesar sus delitos. ‘No oímos lo más importante para nosotros porque él se dedicó a contar cómo […]
Las víctimas y familias afectadas por los crímenes de los paramilitares desmovilizados rechazaron hoy la primera declaración libre del ex jefe Salvatore Mancuso, al advertir que se dedicó a explicar y justificar su lucha armada y no a confesar sus delitos.
‘No oímos lo más importante para nosotros porque él se dedicó a contar cómo había llegado la guerrilla al departamento de Córdoba (norte)’, dijo una familiar de víctimas de la masacre de 15 labriegos del departamento de Antioquia (noroeste) en 1997.
El alto comisionado de paz Luis Carlos Restrepo se mostró también preocupado porque el ex líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) pretenda rendir declaraciones generales y no una confesión detallada de sus crímenes.
‘Me parece que Mancuso tiene una franca decisión de contar la verdad, pero me preocupa igualmente que en algunos sectores de las AUC esté primando un punto de vista de contar una verdad histórica general, sin entrar en los detalles’, dijo Restrepo.
Mancuso llegó el martes al Palacio de Justicia de la ciudad de Medellín, la segunda ciudad en importancia de Colombia, para rendir su primera versión libre ante jueces de paz que determinarán su responsabilidad en diferentes delitos.
Según declaraciones de las víctimas de las AUC, el ex comandante de las AUC se limitó a justificar la lucha armada paramilitar advirtiendo la ausencia de Estado en muchas zonas del país donde los grupos guerrilleros dominaban a los pobladores.
Asimismo confesó la colaboración de las AUC con algunos militares al suministrarles información sobre pobladores con nexos guerrilleros, quienes tiempo después fueron asesinados.
Mancuso, fundador y ex jefe máximo de las AUC, pidió perdón y se declaró arrepentido de sus crímenes, entre los que se presumen numerosas desapariciones, más de 4.600 masacres y múltiples desplazamientos forzados de campesinos, entre otros.
Hijo de un inmigrante italiano, Mancuso se desarmó en diciembre de 2004, en el marco de los diálogos de paz con el presidente Alvaro Uribe en una zona fronteriza con Venezuela, donde operó el Bloque Catatumbo de las AUC.
El ex líder paramilitar es requerido por los gobiernos de Estados Unidos e Italia que lo acusan de traficar estupefacientes a esos países.