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Abuso y tortura: proceso y meta

Fuentes: Rebelión

El pasado septiembre el uso de la tortura fue normalizado en los EEUU cuando se aprobó el Acta de Comisiones Militares. Amnistía Internacional apeló sin éxito en nombre de: violaciones a los derechos humanos, detenciones secretas y arbitrarias, desapariciones forzosas, negación de habeas corpus, incomunicación de detenidos, tortura y otros tratamientos crueles a prisioneros. El […]

El pasado septiembre el uso de la tortura fue normalizado en los EEUU cuando se aprobó el Acta de Comisiones Militares. Amnistía Internacional apeló sin éxito en nombre de: violaciones a los derechos humanos, detenciones secretas y arbitrarias, desapariciones forzosas, negación de habeas corpus, incomunicación de detenidos, tortura y otros tratamientos crueles a prisioneros. El Acta entró en vigencia en octubre. Keith Olberman, del programa Countdown, argumentó que la ley creada contra terroristas será usada en contra de inocentes. «Enfrentamos lo que nuestros antepasados enfrentaron en otros tiempos de crisis exagerada y melodramático amedrentamiento: Un gobierno más peligroso para nuestra libertad, que el enemigo del que proclama protegernos. Hemos estado allí antes, de la mano de hombres mejores, más sabios y más nobles que George W. Bush.Ciudadanos americanos en campos (de prisioneros) americanos, por algo que ni escribieron, ni dijeron ni hicieron…» Si bien es cierto que la ley sóla no ha de protegernos, una ley que favorece la tortura y el maltrato acarreará sólo males. Desde la Convención Contra la Tortura de 1985, el abuso y la tortura no han desaparecido. Pero la historia muestra el calibre de las violaciones a los derechos humanos en el pasado.¿Volver al pasado? ¿Quién gana con esto?

La tortura existe por dos mil años o más y su uso ha sido extenso. Leyes griegas y romanas tempranas favorecieron su uso con los esclavos y pronto se extendió a los hombres libres. La tortura, fue parte de los procedimientos legales romanos hasta el siglo 18. Luego de la caída del imperio romano en Europa del oeste surgen reinos dominados por castillos y cámaras de tortura. Ni la legislación ni la costumbre protegía a los prisioneros -torturados barbáricamente. Cuando la Iglesia se hace poder central, da nacimiento a la Inquisición (1184). Los inquisidores torturaban para forzar confesiones, limitar la rebeldía y la libertad intelectual y «persuadir» a judíos, musulmanes y ateos a «aceptar» la Cristianidad.

Bizancio usó torturas también. Basil el Magnifico, quien llevó a Bizancio a la gloria, favoreció al Admiral Oryphas quien torturó a los Arabes para disuadirlos de usar el Golfo de Corinto. Los emperadores no fueron inmunes. Andronicus Komnenus fue torturado hasta morir en 1185. Encadenado a una columna y golpeado por días hasta quedar negro y azul, sus dientes quebrados y su mano amputada, encontró muerte misericordiosa en la espada luego de ser exhibido por las calles de Constantinopla atado a un camello. En Inglaterra, la tortura alcanzó su punto más alto con los Tudor. Enrique VIII, cruel y sin piedad, fue vicioso. Bajo Eduardo y Maria la tortura disminuyó para volver, bajo Isabel, obsesionada ésta con la traición. Los lores y altos oficiales eran inmunes pero para el resto los castigos eran drásticos, la mutilación común. Algunas crueldades menores incluían el cepo o la silla de sumergir, reservada ésta para las mujeres.Más serio el crimen y más pobre el acusado, más horrendo el castigo. Asesinato, violación, robo, podían llevar a una jaula en lugar público hasta morir. El uso de la tortura no se limitó a Europa; Nueva Inglaterra la usó en sus juicios a brujas. Aztecas, Mayas,Toltecas, y otros pueblos Centro Americanos, la practicaron en rituales con prisioneros. Las culturas asiáticas desarrollaron exquisitos métodos de tortura como la gota de agua. Muchas tribus africanas usaron tortura contra sus enemigos. En el siglo 20 crímenes involucrando tortura culminaron muchas veces en genocidios. El genocidio armenio por el imperio Otoman (1915), el asalto japonés sobre Nanking, China (1937), el exterminio de prisioneros en campos Nazis (1940s) son ejemplos. Papa Doc en Haiti (1950s), Idi Amin en Uganda (1960s), Pol Pot en Cambodia y Unitas en Angola (1970s), Habre en Chad y Taylor en Liberia (1980s), Rwanda y Sierra Leone (1990s) son ejemplos de regímenes abusivos que torturaron y asesinaron mucho. Y además, la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Y en Latinamérica la tortura ha sido una larga noche: Guatemala, Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Peru, Uruguay, Colombia,escenarios de torturas y desapariciones escalofriantes. Mantener el Status Quo: el Precio

John Verano, antropólogo forénsico americano de Tulane University, investigando una series de espeluznantes ejecuciones en los áridos valles del bajo Perú, encontró evidencia de que las víctimas, que vivieron durante la civilización Moche unos dos mil años atrás, sufrieron muertes brutales. Los motivos son oscuros pero la teoría sugiere que eran enemigos de los Moche -perdedores de luchas feroces entre ciudades-estado prehistóricas, asesinados en forma ritual. Prueba de que la victimización y la tortura son viejas estrategias para mantener el poder y los privilegios de unos sobre otros; medios para un fin.

Si la tortura es una forma de obtener información cuando otros métodos fallan, la información que provee es generalmente falsa. El foco de la tortura es denigrar y causar miedo, su meta es eliminar «enemigos» en forma dolorosa para enseñar a otros el costo de ser señalado tal. El tratamiento abusivo y la victimización favorecen la sumisión y sirven a quienes detentan el poder. La tortura se alimenta de odio y a la vez alimenta al miedo; emociones poderosas que se esparcen convocando lo peor en nosotros.

Cuando hablamos de tortura y genocidio, el foco parece extremo; no debemos olvidar que aunque hay diferencias hay también semejanzas entre formas de abuso. La literatura sobre el abuso a mujeres y niños incluye desde abuso físico y sexual a abuso emocional y sicológico -desde denigraciones verbales hasta miedo y terror. El aislamiento, expresado como restricción -si estamos prisioneros, o como prohibición a contactar a otros, es abusivo. Los secretos, comunes en el abuso sexual, causan aislamiento. Mujeres en relaciones abusivas se preguntan ¿Por qué? Victimas del abuso en todas partes se hacen preguntas similares. Las víctimas son estereotipadas, deshumanizadas y aisladas, pero pueden no reconocerlo. Despectivamente insultadas: «negros», «parásitos», «traidores», «putas,» se facilita asi su victimización y la escalada del abuso. Hablar de formas extremas de abuso, como la tortura, esconde conexiones. Por ejemplo, hay una meta, un proceso y razones tras el abuso -aunque se le presente como conducta irracional. Sobre la violencia familiar, las feministas argumentan que mantener el control sobre la mujer es la meta que el abuso a la mujer esconde. Abuso y violencia, dicen, no son sino estrategias extremas para mantener un status quo que favorece la subordinación de la mujer al hombre asegurándo a estos ciertos privilegios.

La lucha por mantener «poder sobre otros» no es tan diferente en la sociedad que en casa. La ejecución de descendientes de Africanos ayudó a mantenerlos sumisos, la segregación racial contribuyó a que el poder del estado en Sudáfrica, por ejemplo, continuara en manos de una minoría blanca. El mal trato a los aborígenes, llamados «salvajes» y usados como esclavos, le aseguró a Europa el poder sobre las colonias por siglos. El odio a los judíos ayudó a que los Nazis alcanzaran el poder y les dio excusa para eliminar a otros que les bloqueaban el camino. La opresión es opresión. El abuso es una herramienta que ayuda a mantener relaciones opresivas, y la tortura, no importa cual extrema, pertenece a la misma caja de herramientas. El Proceso: Victimización

Las víctimas son elegidas y creadas cuidadosamente. El proceso de victimización incluye identificar, deshumanizar y culpar a las víctimas del daño que los victimarios les causan. Una vez en marcha, el proceso adquiere vida propia. Poco importa que las víctimas nieguen acusaciones, pues no han de tener gran ocasión de defenderse,y todo puede distorcionarse y darse vuelta. El proceso puede enlistar naciones enteras, asegurando que los más terribles crímenes se cometen con total impunidad.

«Con esto mismo en mente revisé los eventos revolucionarios de la historia y me pregunté ¨¿contra que elemento racial en Alemania puedo desatar mi propaganda de odio con el mayor augurio de éxito? Tenía que encontrar el tipo adecuado de víctima, y especialmente uno contra el cual la lucha tuviera sentido, materialmente hablando. Puedo asegurarles que examiné cada solución posible a este problema, y, pesando cada factor imaginable, llegué a la conclusión de que una campaña contra los judíos sería tan popular como exitosa» (Adolfo Hitler).

En identificar un blanco, los prejuicios y estereotipos presentes sirven; un enemigo visible es un blanco fácil, pero la visibilidad puede también construirse -como es el caso de «bolches, terroristas o traidores». Pueden seleccionarse como blanco quienes de alguna forma bloquean el acceso al poder del grupo en marcha. Las excusas pueden ser ridículas, como «asegurar lineas de sangre pura,» pero argumentos simples son atractivos si buscamos respuestas simples. Y estas se transforman en propaganda fácil de aprender. Los mensajes racistas gustan: ¿Quien no quiere ser superior al resto?

La deshumanización es desconexión con nuestra humanidad y negar la humanidad de las victimas facilita su abuso. La propaganda de guerra reduce al enemigo a «cosa» permitiéndo daños terribles. El lenguaje puede deshumanizar; hay metáforas que crean grupos dejando a otros afuera. La élite Nazi tenía su «gemeinshaft,» o comunidad, excluían a los «un-Germans» que eran abusados, torturados, exterminados. Podemos convencernos de que quienes no son parte de nuestro grupo merecen maltrato. Maltratar a otros puede hacernos sentir poderosos. El lenguage puede favorecer la expresión de sentimientos y actitudes agresivas.

Culpar a las víctimas ayuda a que los victimarios no tomen responsabilidad del abuso. Encontrar faltas en ellas contribuye a culparlas. Cuando la ansiedad es grande, creer que el abuso que sufren otros no podría sucedernos nos distancia, perdemos empatía. En el abuso doméstico es común escuchar-«ella me hizo enojar.» Las víctimas pueden internalizar sentimientos de culpa. Como los victimarios aparecen en control, podemos identificarnos con ellos para aplacar la ansiedad y el miedo. Cuando un grupo en sociedad es abusado puede ser culpado del abuso que sufre por temor a reprimendas o para disminuir la ansiedad. Ganan los victimarios y el abuso escala. La escalada del abuso es norma en la familia y en la sociedad. La frecuencia y severidad del abuso aumentan,como los riesgos para la víctima.

«Hay pocos alemanes que no se han sentido enojados con la conducta de los judíos y que no han sufrido pérdidas debido a ellos de una u otra manera. Desproporcionadamente a su número ellos son responsables de una inmensa parte de la riqueza nacional alemana, lo que puede facilmente beneficiar al estado y al público general tanto como lo que poseen los monasterios, los obispos y la nobleza… Una vez que el odio y la batalla contra los judiós comience, su resistencia caerá en el más corto de los tiempos. Están totalmente indefensos, y nadie se parará para protegerlos» (Adolfo Hitler).

Naturalmente, quienes hacen el crimen lo niegan; los victimarios se presentan como víctimas de una conspiración mientras conspiran:»Si nuestra batalla contra la anarquía resulta en que el problema racial se vuelve un problema mundial, esta no ha sido nuestra intención, pero no nos molesta. La conspiración que se está tramando contra Alemania no nos llevará a nuestra destrucción» (Goebbels).

La Meta Estructural: el Poder

El poder, entendido como «poder sobre otros,» no para crear, ni con otros, favorece una visión del poder como escaso y de la sociedad como campo de batalla para esa lucha entre ganadores y perdedores. Se favorece la agresividad si se ve a la sociead como una selva donde sólo los más fuertes sobreviven. En la Alemania Nazi el militarismo agresivo, la dominación sobre otros y la glorificación de la fortaleza masculina eran prominentes. Sólo los más fuertes sobrevivirían, los Arios o el archetipo del superhombre. Pero el superhombre murió en la matriz; un paraíso prometido envenenado. Había odio de todo lo femenino en el Reich. A pesar de los discursos sobre el valor de las mujeres, estas no eran sino vasijas que acarrearían la raza superior, raza de hombres. La ideología dominante sobrevaloraba a los guerreros con valores Helénicos. La ideología Nazi, agresivamente sexista, no tenía paciencia tampoco con los hombres que no representaban el agresivo ideal masculino. Scott Lively (Homosexualidad y el Partido Nazi) argumenta que la ideología Nazi se desarrolló en conexión con homosexuales supremacistas y ultramasculinos, que favorecían sexo entre hombres maduros y muchachos al estilo Helénico. Había odio por los homosexuales afeminados; estos terminaron en campos de concentración con un triángulo rosado en el brazo. Y entre ellos, muchos que no eran homosexuales sino enemigos políticos falsamente acusados. Germa Bel (La llegada de la privatización y el Partido Nacional Socialista Alemán) señala que poderosos intereses económicos colaboraron con la llegada de los Nazis al poder. «Los Nazis dieron evidencia de buena intención devolviendo una serie de monopolios del estado al capitalismo privado. Su política benefició a los más ricos y mejoró la posición económica y política de la élite…el partido facilitó la acumulación de fortunas privadas y de imperios industriales en manos de importantes miembros y colaboradores a través de la privatización…»

La palabra privatización fue creada por los Nazis, que privatizaron los monopolios controlados por el estado para beneficiar a los más ricos, ganar su apoyo y enriquecerse ellos con lo que pertenecía a los alemanes todos. La privatización fue efectiva, las corporaciones ganaban junto con los miembros del Partido; hoy los neoconservadores la aplican similarmente. Corporaciones como Volkswagen, Audi, Daimler-Benz, Siemens, Leica, Allianz, BASF, Bayer, BMW, Dresdner Bank, Fred Krupp, Hoesch Krupp, Hoechst, Ford Werke A.G., se beneficiaron de esta estructura y del trabajo esclavo de la Alemania Nazi. Lo Personal: Falta de Empatía

Quiero incluir la conexión que hace Alice Miller, prominente siquiatra, entre la falta de empatía a nivel personal y social y la facilitación de la victimización. Sabemos que el abuso y la violencia son aprendidos generalmente en casa; los niños abusados pueden aprender a ser victimas o victimarios. Un prerequisito para el desarrollo de la compasión por otros es la empatía por uno y los demás -algo que los niños maltratados raramente desarrollan causa de su dolor.

Todos los criminales y los más crueles dictadores muestran falta de empatía. «Asesinan a otros (o los mandan asesinar) sin compulsión. Un niño forzado a suprimir sus emociones no tendrá compasión por otros.» El castigo corporal es traumático para los niños: «Puede produzca obediencia pero a la larga resulta en inabilidad de aprender, violencia y rabia, abuso, crueldad e inabilidad de sentir el dolor ajeno, adicción y suicidio, al menos que haya quienes les ayuden a prevenir este desarrollo.»

Miller describe la conexión entre las prácticas que usamos para la crianza de nuestros niños y el tipo de sociedad que favorecemos: «El punto es que no sólo el bienestar de familias individuales -sino el vital interés de la sociedad toda está en la balanza. La crueldad física y la humillación emocional no sólo dejan marcas en los niños, sino que dejan una desastroza huella en el futuro de nuestra sociedad…Nuestro conocimiento ha de servirnos como advertencia contra nuestra ceguera.. El maltrato a los niños y su inmenso daño a la sociedad está demostrado por el caso de Hitler…Fue en gran parte gracias a la historia de Hitler que desperté a los peligros de nuestra moralidad tradicional. Millones de seres humanos han tenido que morir para que Adolfo Hitler pudiese mantener reprimido su trauma infantil, millones fueron sujetos a humillación en los campos de concentración para que nunca tuviese él que reconocer que una vez fue humillado…»