Hace un año atrás Michelle Bachelet recibió la Presidencia del país con un capital político tremendo. Lagos dejaba el gobierno con una aprobación ciudadana de un 60, casi 70 por ciento. La Concertación así, se transformaba en la más impecable y efectiva alianza electoral de la Historia. La banda presidencial era impuesta a la señora […]
Hace un año atrás Michelle Bachelet recibió la Presidencia del país con un capital político tremendo. Lagos dejaba el gobierno con una aprobación ciudadana de un 60, casi 70 por ciento. La Concertación así, se transformaba en la más impecable y efectiva alianza electoral de la Historia. La banda presidencial era impuesta a la señora aquel 11 de Marzo del 2006, para guiar los destinos del país hasta el 2010, el mismo día que, paradojal pero reveladoramente, se iniciaba una combativa toma de terrenos en la comuna de Peñalolen. Miles de personas salieron a las calles a festejar (lo que en su visión era) el triunfo del pueblo, el triunfo de las mujeres del pueblo, por fin llegó el gobierno de la ciudadanía, decían los mas ingenuos. Emocionados representantes de la cultura oficialista, embriagados de triunfalismo, incluso levantaron la voz para decir que llegaba la hora de la «matria», apelando al relevo de estilo que encarnaba la ahora Presidenta. Sin embargo, más allá de las simpatías y esperanzas que despierta la Sra. Bachelet, el carácter de clase de un gobierno y lo que se puede esperar de él no está dado por la personalidad del o la presidente, sino por los intereses de clase que ese gobierno defiende globalmente durante su gestión.
El nuevo gobierno de la señora, vino de la mano con la designación paritaria de los ministerios, la misma cantidad de mujeres y hombres en los puestos de la administración del Estado, como si esta distribución variara en un ápice las políticas de marginación, explotación y dominación del Sistema Neoliberal Chileno, especialmente a las mujeres agobiadas por la desatada explotación y abuso laboral, y por el olvido de las poblaciones sumidas en la desesperanza y la degradación de todas las violencias sociales: drogadicción, delincuencia, etc.
Ya iniciado el cuarto Gobierno de la Concertación comenzamos a ver como se desarrollaba la pugna interelitista de la clase dominante. Al lado derecho de la esfera de los poderosos, la Alianza por Chile comenzaba a torpedear al bloque en el poder fiscalizando el cumplimiento de las 36 medidas, en los primeros 100 días de gobierno, pero sin una agenda programática clara, sistemáticamente se fue diluyendo en palabrerías y discusiones internas. La incapacidad de la Alianza de generar cohesión al interior de sus tiendas, la ha imposibilitado de convertirse en oposición con proyecciones políticas, además la desventaja que tienen es por partida doble, no están en el gobierno y tienen minoría en el Parlamento, lo que la condena a las más descarnadas formas de hacer política. No han logrado modificar a su favor la correlación de fuerzas en el bloque dominante, su política ha sido mediocre y superficial. El lastre de su amarre «fundacional» a la desacreditada figura del ex dictador Pinochet le resulta todavía insalvable y así lo muestra el desesperado desmarque de su carta presidencial más probable por ahora: Pinochet.
En el seno de la Concertación no ha sido todo paz y tranquilidad, la diversidad ideológica existente al interior del «arco iris», ha confrontado a las posiciones laicas y socialdemócratas del PS, con la ortodoxia y conservadurismo de la DC. Soledad Alvear a la cabeza de los democratacristianos se ha encargado de patear la mesa y hacer valer su posición de fuerza cuando han tratado de discutir la agenda valorica, por ejemplo. Incluso el presidente de la bancada de diputados Gonzalo Duarte (DC), amenazó con la inminente destrucción de la concertación, si se insistía en modificar la legislación en materias como el aborto, la pastilla del día después y el matrimonio. En los últimos días el agente político (la concertación) en el poder ha mostrado aún más dramáticamente su división interna con la renuncia del embajador en Venezuela Claudio Huepe, victima de sus propios correligionarios de partido (DC) enquistados en la cancillería.
El principal conflicto mediático fue la delincuencia en un primer instante, donde ambos bandos esgrimieron estrategias para frenar la oleada de asaltos y robos que sufrió la capital durante este año, y nos llenaron de planes, sin embargo, ambos no reconocen que este fenómeno social es un efecto necesario, consustancial, inevitable al mismo sistema que se presenta, paradojalmente, como «modernizador». Son sus anti valores de acumulación, lucro y competencia desatadas, su individualismo e insolidaridad; sus perdidas de sentido social, comunitario y nacional; sus injusticias y exclusiones estructurales; sus mercados laborales segmentados y escandalosamente desiguales, explotadores para las mayorías; en una palabra, el funcionamiento «exitoso» del modelo las causales subyacentes de la explosión creciente de violencias sociales en las que se genera y reproduce la delincuencia.
LA REVUELTA DE LOS PINGÛINOS
En mayo del 2006, las calles se llenaron de estudiantes agobiados por una educación mercantil y de mala calidad, nos hicieron recordar aquel heroico Mayo Francés del 68. Eran miles, cientos de miles de jóvenes que salían a las calles en un primer momento para manifestar su enojo, su rabia, por la demora en la entrega del pase escolar, luego incluyeron la demanda por los excesivos cobros de la Prueba de Selección Universitaria, luego fue la Jornada Escolar Completa y cada vez adquirían silenciosamente la conciencia de que solo con Organización y Lucha el Pueblo Avanza en sus posiciones. Finalmente levantaron la demanda política que históricamente los sectores estudiantiles han levantado durante los gobiernos de la concertación, la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, quiste privatizador que arrastramos de la Dictadura Neo Liberal, una clara demanda popular, exigencias y cuestionamientos que los universitarios en más de diez años no pudieron instalar, esto último un dato no menor a la hora de evaluar la real implicancia del movimiento secundario.
El conflicto de los estudiantes secundarios estalló en pleno rostro del Gobierno. Cuando la mayoría del país (gran parte del campo popular incluido) esperaba un primer año de relativa calma y paz social, aparecen los jóvenes estudiantes de nuestro país para rechazar una educación que los condena a la marginalidad, pobreza, y precariedad. El flamante Ministro Zilic llega sin saber que su homologo Bitar había desconocido olímpicamente una agenda de trabajo acordada con los estudiantes para debatir y solucionar las demandas planteadas. No se le dio importancia y se ignoró el proceso de años en los cuales los secundarios habían sido capaces de levantar organización y movilización y demostraron en la calle, que burlarse de los acuerdos tomados, no sería tan simple como al inicio de la democracia.
Esto no le salió barato al Gobierno, tuvo que retractarse de sus políticas de negociación, recordemos que primero no dialogaban con sectores sociales movilizados o que no aceptaban presiones. Mientras al interior de la Biblioteca Nacional se discutía o dialogaba, miles de estudiantes y pobladores mantenían abiertas las grandes alamedas, donde el pueblo era reprimido una y otra vez y una y otra vez volvía a la carga como el Fénix. Que luego no conversaban con colegios en toma, y se multiplicaban las ocupaciones de colegios construyendo autonomía y poder de decisión en aquellos recintos educacionales. Familias enteras solidarizaban en los colegios de la población, la sociedad completa miraba con excitación y alegría la revolución de los pingüinos.
Cuidado, es importante situar las cosas en su expresión objetiva y no creer que estamos ad-portas de un escenario pre-insurrecional o algo por el estilo. La hegemonía de los poderosos mantiene su vigencia e iniciativa. Hoy somos testigos (además de promotores y participes) del despunte de una subjetividad, de un estado de ánimo, que da cuenta de un sentido común, que apunta al desarrollo de iniciativas organizativas básicas, como primer paso en la reconstrucción de fuerza popular en si y para si, se asoma la dignidad rebelde, pero tenemos que poner mucha atención, tino, análisis y amor, para construirla y encausarla. Debemos pasar de las luchas reivindicativas a las luchas de carácter político revolucionario.
Es importante rescatar las dinámicas organizativas que germinaron en el conflicto estudiantil, lógicas democráticas, estructuras horizontales, y control de las bases, así como también visualizar con mucha claridad las políticas implementadas por el gobierno con respecto a las movilizaciones populares.
LA RESPUESTA DEL ESTADO CONTRAINSURGENTE, LA VUELTA DE BELISARIO
Que no quede ninguna duda, cualquier alteración al orden publico, cualquier acto que atente contra la imagen bien maquillada de gobernabilidad que tiene nuestro país, va a ser criminalizada, perseguida, investigada y reprimida, y esa es la clara señal que envía la señora Bachelet al nombrar a Belisario Velasco en el Ministerio del Interior, quien desarticuló a las organizaciones político revolucionarias que siguieron construyendo y operando en los primeros años de la Concertación. Asimismo, el nombramiento de Isidro Solís en el Ministerio de Justicia ex Director Nacional de Gendarmería y la existencia tras bambalinas del promotor de la modificación del Ministerio del Interior y ex jefe del aparato represivo conocido como «la Oficina», Marcelo Schilling, en la Secretaria General del PS, cuyo «equipo político debe adelantarse a los conflictos sociales», significa intensificar las políticas represivas y asignar más recursos para perseguir a los posibles subversivos (mas presencia, mas intervenciones telefónicas etc.) a este germen revolucionario que no se ha sometido a las leyes de la democracia burguesa.
Los conflictos que vendrán serán analizados y tratados a tiempo por parte de la seguridad nacional. El reconocimiento de la existencia de agrupaciones organizadas, con la latente vigencia de la figura de Asociación Ilícita, detrás de las manifestaciones sociales, no había sido algo que asumiera la clase política de una forma tan vehemente en los últimos años.
El Estado Contrainsurgente es parte del diseño del control social moderno, la perpetuación del modelo económico capitalista depende de la defensa de los intereses de la burguesía bajo cualquier costo. Por esto los procesos acelerados por modernizar el encarcelamiento, la reforma procesal penal, la modificación de la ley de control de armas, la legislación anti terrorista, en definitiva la doctrina de seguridad nacional y la militarización, son acciones políticas funcionales a los nuevos tiempos que se avecinan, de conflictos sociales permanentes en nuestro país y en el resto de Latinoamérica.
CORRUPCIÓN, CONSPIRACIÓN Y TRAICIÓN: LA PUGNA INTERBURGUESA
En el último periodo de 2006 sucedieron hechos políticos en la esfera de los poderosos que remaquillan la Situación Política Nacional. El escándalo de Chile Deportes abre las puertas para que se centre la discusión acerca de la probidad y la honestidad de los políticos de la Concertación, pero la trama de esta telenovela es un poco más compleja. Las señales son claras, renace el conflicto «mopgate» y las zancadillas para Lagos 2010 son evidentes, el posicionamiento de Piñera es sigiloso y calculado, además del enrroque realizado por Schaulsson, que seguramente fue bien pensado y discutido con Andrés Allamand en la oficina de New York donde cultivan su amistad, negocios y planes. Nada en política es casual.
Podemos afirmar por las demostraciones de fuerza y declaraciones de los voceros o representantes de los bandos de los políticos burgueses, que las tendencias comienzan a diversificarse en esa esfera, la relación PPD PS y el PRDS parecieran ser buenas. Por otro lado identificamos la derechización (Oh, qué sorpresa!!!) de la Democracia Cristiana, a pesar de los últimos acercamientos o señales de lealtad al gobierno de Bachelet por el tema de la agenda valorica. El coqueteo con Renovación Nacional y el pilar ideológico común del Humanismo Cristiano, aparece como el andamiaje de este Centro Político RN DC. Y, al extremo derecho, la Unión Demócrata Independiente, con la posibilidad de la conformación de algún partido militar.
LA MUERTE DEL VIEJO DICTADOR, UN MOMENTO DE ALEGRIA PARA NUESTRO PUEBLO…
La muerte del viejo dictador Augusto Pinochet, uno más de los asesinos de la Historia de Chile, es nada más que un buen momento para recordar las contradicciones de nuestro país y las realidades descarnadas que no consideramos como hechos permanentes en la construcción de la realidad. El Ejercito Chileno es indigno, es fascista y tiene claridades acerca de lo que significó el Golpe Militar de 1973, donde actuaron guiados por Pinochet y comandados por la CIA, no es el ejército al servicio de la sociedad civil como lo quieren hacer ver. No tengamos dudas de que a la primera de cambio, cuando los intereses de los poderosos se vean trastocados, cumplirán con su misión de buenos perros guardianes del capitalismo. Ellos son el aparato militar de la burguesía nacional y transnacional.
Nosotros no creemos que todo el aparataje comunicacional montado una vez muerto el dictador haya sido espontáneo. Una semana antes habían puesto las alarmas acerca de la salud del dictador para preparar el escenario, las luces y los artistas para el show del funeral. No creemos que el discurso pronunciado por Augusto Pinochet III, se haya salido de libreto como quiso hacer creer Izurieta, o ¿en realidad ustedes creen que podemos llegar a pensar, por un segundo, que se permitirían una insubordinación de esa envergadura, en una situación tan importante para ellos? Fue sin duda la expresión del pensamiento político del fascismo nacionalista que encarnan las huestes Pinochetistas del ejército, la Iglesia y la clase política. Que Pinochet haya muerto no modifica absolutamente en nada la correlación de fuerzas en nuestro país.
Por su parte la concertación cobardemente espera que muera el dictador, para pronunciarse acerca de las atrocidades que cometió él y su institución. Cuando vivía, indignamente ignoraron todo y no impulsaron los procesos judiciales o los cambios constitucionales para generar un verdadero juicio. Las mayorías, celebramos en las calles de las ciudades de todo el mundo la tan esperada muerte, la tantas veces deseada, planificada y nunca concretada, pero llegó aquel 10 de diciembre. Cuando transitaba tranquilamente la tarde, los teléfonos comenzaron a sonar, los mails, se multiplicaban y la noticia se hacía correr con tanta alegría, más aún jolgorio, que incluso las lágrimas brotaron, junto con los corchos de los champañas que anunciaban el deceso del asesino. Colmamos las calles, entre cánticos y barricadas, abrazos, saltos, gritos espontáneos, la creatividad popular al mando de la celebración e inmortalizando aquel día tan esperado por millones de hombres y mujeres que sufrieron y sufren aún, las consecuencias de la Dictadura Neoliberal. En el campo, en la ciudad, en los puestos de trabajo, en las poblaciones, se abrían los grifos, se iniciaban las marchas, «y ya cayó y ya cayó» era la voz que se multiplicaba hasta silenciar las gargantas por el desgaste de la afonía. Momento Histórico para nosotros los excluidos, jamás borraremos de nuestra retina aquel festejo popular. Sabemos que esto no cambia sustancialmente nuestras condiciones materiales de existencia, pero sin duda que alegra el alma, tranquiliza el corazón.
EL CAMPO POPULAR: AVANZA EL DESCONTENTO, AUMENTA LA CONFIANZA EN LA MOVILIZACIÓN SOCIAL
La única alternativa de la organización popular, frente a esta situación política, es multiplicar las luchas en el campo social, político e ideológico, posicionando en todos y cada uno de los espacios, el ejemplo y el discurso revolucionario. Fortaleciendo aquellos territorios donde existimos (como corriente revolucionaria), debemos avanzar, hacernos sentir, existir; y en aquellos donde seamos una semilla inicial, se debe ser sincero y no confundir nuestros deseos con la realidad. Avanzar a reconstruir al pueblo como sujeto del cambio.
La forma con que el gobierno enfrenta a los secundarios (énfasis mas o menos), es la misma respuesta que se le da al conjunto del campo popular, los trabajadores de la Coca Cola, a los habitantes de las casas «chubi» que se llueven enteras al primer temporal, a los Allegados de Peñalolen y a los Deudores Habitacionales, a los Trabajadores de la Salud, reprimidos con fiereza cada vez que se movilizan, a las caletas de Pescadores de Mehuin donde la Armada cautela las mediciones que la celulosa Arauco realiza en su bahía para la instalación de un ducto que arroje los residuos líquidos nocivos para la salud y la tierra de sus procesos industriales, a las comunidades mapuche de Temucuicui donde los niños arrancan despavoridos a los cerros y se orinan cuando llegan Carabineros y su lógica represiva, racista, y terrorista. Represión y promesas incumplidas es lo que se les da las familias y poblaciones enteras que han salido a cortar las calles protestando por el transantiago en sus respectivas poblaciones. Este es el Estado Chileno.
El último gran conflicto que ha debido enfrentar el gobierno de la señora bachelet al finalizar su primer año, es la implementación del Transantiago. En el antiguo sistema de «las micros amarillas» uno se subía a la micro y pagaba por un servicio que usaba de inmediato (se entiende, pagabas tu pasaje y viajabas). Ahora eso a cambiado, ahora el sistema esta controlado por el AFT (Administrador Financiero del Transantiago) que fue adjudicado al grupo formado por los bancos Santander Santiago, de Crédito e Inversiones, BancoEstado y de Chile, además de la gestora informática Sonda y la administradora de créditos CMR Falabella. Estas instituciones son las que reciben por adelantado el pago de los servicios (cada vez que le pones plata a tu tarjeta les estas prestando plata a ellos) y pagan a fin de mes a los micreros, es decir negocio redondo, 5 millones de tarjetas a un promedio de 1000 pesos diarios durante 30 días (cada uno saque sus cuentas). Creen, que el capital monopólico financiero se hubiera metido en esto si no fuera un negocio?, son los mismos que controlan las AFP (Administradoras de Fondos de Pensión) que el año pasado tuvieron ganancias del 47%, ¿y esa ganancia esta reflejada en los fondos de cada afiliado a AFP?
Sin duda creemos que el tema técnico del transantiago lo terminaran solucionando, no por nada le acaban de inyectar 15 mil millones de pesos para solucionar los baches, pero el negocio que se fraguo tras esto es lo grave, no nos oponemos a un mejor y moderno sistema de transporte, pero creemos que este debe ser un servicio de utilidad publica, por lo tanto el estado debe velar por que esto sea así, y no entregarlo al negocio del lucro privado, tal como ocurre con educación, vivienda, salud y trabajo. No queremos que la solución sean menos horas de sueño, o que solo solucionen como llegamos al trabajo por la mañana, también queremos que la solución contemple el como por la noche volvemos a nuestras casas.
La tendencia de este año es la movilización y la lucha social. De la reanimación de las luchas gremiales, territoriales, sectoriales. De nuestra capacidad para desarrollar y articular las diversas demandas populares descansaran las posibilidades de darle visibilidad a la lucha de los pobres y marginados en nuestro país. En este sentido valoramos el intento por articular a diversas organizaciones de base, sociales y políticas en torno a la protesta popular. Pero un alcance, no se trata de hacer apología del movimentismo, ni de creer que los movimientos sociales sean capaces de construir poder popular por si solos. La organización política vuelve una y otra vez de manera porfiada por los fueros que le corresponden. Pero creemos que la tarea es articular, no manipular, a la diversidad popular para que el golpe sea dirigido a la parte mas débil del enemigo, en este sentido pensamos que es más sano que las articulaciones se produzcan entre las organizaciones socialpoliticas, que ellas mismas se impongan sus ritmos y no que alguna organización política intente controlar estas incipientes coordinaciones para su provecho con lo cual más que aportan están impidiendo el desarrollo del potencial que tiene estos nuevos intentos de recomposición de la corriente revolucionaria.
Creemos que las actuales condiciones políticas son adversas, la hegemonía del bloque en el poder mantiene a las fuerzas populares desarticuladas, sin capacidad de constituirse como sujeto social identificable. Aun estamos en un lento proceso de recomposición de las confianzas (de ahí la inutilidad y lo perjudicial de gastar energías en el triste espectáculo de rencillas y odiosidades públicas entre revolucionarios, como el del penoso caso «Aguiló», verdadero «regalo de pascua» para los poderes dominantes quienes lo han aprovechado muy bien para desprestigiarnos aún más como alternativa política de mayorías). Sabemos que la lucha de clases en nuestro país esta estabilizada, que como dijimos, la hegemonía del bloque dominante mantiene a los sectores de izquierda imposibilitados de tener un protagonismo real. Sin embargo la existencia de sectores revolucionarios es real. Y, lo que es crucial, es real y creciente el acumulado sistémico de injusticias, explotaciones y exclusiones. Hoy vemos que la multiplicación de experiencias de lucha y la necesidad de construir alternativas que involucren a amplios sectores de la Izquierda Revolucionaria es una realidad. La discusión del proyecto político revolucionario es una necesidad urgente, la clarificación de cuales serán los pasos que tendremos que dar como pueblo para derrotar a este sistema injusto e indigno. Hoy es necesario continuar con el proceso de construcción de fuerzas sociales y revolucionarias, desde la base, debemos coordinar los esfuerzos y compartir las experiencias, pensando en un horizonte estratégico. La construcción de poder popular hoy es la prioridad, no es tiempo de desarrollar lógicas internistas o aparatistas, menos de pensar en invertir las fuerzas construidas hacia un proceso electoral. Sabemos que el proceso de convergencia de los revolucionarios esta iniciando un camino, debemos poner cuidado en no hacer retroceder estos intentos más de lo que han avanzado. Las fuerzas populares hoy comienzan a madurar y comenzamos a reconocernos. Los revolucionarios hemos de emprender el camino de la unidad en la práctica concreta, en la construcción de poder popular.
FORJANDO LA UNIDAD, SEMBRANDO SUBVERSIÓN
29 DE MARZO DIA DEL JOVEN COMBATIENTE
LUCHANDO AVANZA EL PUEBLO
MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
MIR DE CHILE
http://www.chile-mir.org