Ocho en un piso y uno duerme en el baño

Viven ocho en un piso y uno duerme en el baño. Viven de prestado. Viven con sus padres. Viven a una hora y media de donde trabajan -desviven cada día tres horas por transitación obligatoria-. No viven. No les deja vivir la hipoteca. No tienen donde vivir.

España, mayo de 2007. La vivienda es un derecho protegido por el poder constitucional. La vivienda es un derecho desprotegido por el poder Ejecutivo.

Madrid, mayo de 2007. El derecho a la vivienda es puesto en manos de los traficantes de habitabilidad.

Paseo del Prado, domingo 13 de mayo de 2007: las obras de arte tienen casa. Algunas personas no.

A las 18:00 de este domingo está convocada una sentada-acampada para defender y reclamar el derecho a una vivienda digna. Acuden a la convocatoria libremente unas cien personas. Paseo del Prado, cordón policial, todo el mundo «sospechoso» es identificado por los agentes de las fuerzas de seguridad cuya misión en esta tarde de domingo es asegurarle al poder político que nada enturbiará los idílicos escenarios de campaña electoral.

¿Por qué no pueden cien personas, cien ciudadanos, reunirse frente al museo del Prado para reclamar la atención de los que no quieren atender a los que no tienen casa ni posibilidades de acceso a ella? (Recordemos que no quieren atender, pero que un día se les designó electoralmente para que lo hicieran, porque ellos se ofrecieron)

Esos cien ciudadanos y ciudadanas no logran reunirse porque alguien lo impide porque tiene muchas razones inconfesables para desear que no ocurra.

Esos cien ciudadanos y ciudadanas no logran reunirse ante el Museo del Prado porque todas esas razones inconfesables se sustancia en una única razón, técnica, aplastante, inmediata, que se impone: la policía les corta el paso, no logran cruzar el Paseo del Prado. Prohibido, y ya. No hay libre circulación de personas.

(Mucha gente puede que lo encuentre normal, impedir la circulación libre a las personas. Normal. Es normal que piense así un cuerpo en el que tampoco circulen las ideas. No circulen, ideas. No circulen, personas. ¿Y dinero? Capital. Cuando se impide la libre circulación del capital… ¿cómo lo llaman? ¿antidesarrollo? ¿enfermedad social del proteccionismo? ¿A quién protegen frente al Museo del Prado esos policías de aficionados algunos a imitar los gestos de cartón de los actores de tercera de serie B de Hollywood, gafas incluidas …?)

18:30 horas, Paseo del Prado, Madrid 13 de mayo. Manifestantes divididos a ambos lados del paseo. Situación bloqueada. ¿Qué hacemos? Plan B: delante del Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía. Donde duermen los cuadros.

18:35. Madrid, un lugar del mundo, hay personas que valen menos que un cuadro. La gente paga por ir a ver esos cuadros. La gente paga por poder dormir en una vivienda. Hay personas que no pueden pagar.

18:40, seguidos por la policía los manifestantes logran desplegar 17 tiendas de campaña en la plaza. Mucha gente mira. Mucha gente simpatiza. Algunos periodistas, también de la televisión pública, la uno, la que pagamos con nuestros impuestos, miran. Y graban. Pero luego no lo muestran en sus informativos. Imágenes para no ver. Imágenes públicas, grabadas con una cámara pública, en una cinta de vídeo digital de propiedad pública. Imágenes que no llegan al público.

Media hora, dice la policía. Tienen media hora para desalojar la plaza o identificaremos a todos y les denunciaremos a todos por… 600 euros la multa.

Los rodeados hacen asamblea sobre la marcha, discusión, propuestas y alternativas.

Ciudad universitaria, campus Complutense.

A las 12 de la noche se ha levantado algo de fresco y el aire sigue plagado de hijas de gramíneas flotantes. ¿Libre circulación de polen? Estornudan. Se tienden en sus colchonetas, comparten un bocadillo, son casi 60, puede que 57 más un fotógrafo de un medio alternativo, un puñado de tiendas y la pancarta ya está colgada.

El lunes, siguen ahí por la mañana.

El movimiento cumple un año. 14 de mayo de 2006 arrancó.

El martes 14 de mayo del 07 seguirán también.

Es asuntode todos. Afecta a todos. Muchos piensan igual que ellos, pero no se animan a participar en una acampada. Somos diferentes unos de otros. Vale. Pero todos somos útiles de distintas maneras. Hay formas de apoyar a la medida de todos, sólo hay que pensarlas. O inventarlas. Pero actuar.

La vida no puede consistir en pagar una vivienda. Los seres humanos no nacemos para eso.

Hay mucho que hablar aún. ¿Sacar la vivienda del mercado? ¿Separar los derechos de las mercancías? ¿Ocupar, habilitar, facilitar, repartir… las viviendas vacías? ¿Grabar fiscalmente y altamente las segundas viviendas? ¿Eliminarlas? ¿Qué encarece tanto el precio?

Hay mucho que hablar. Alto. En abierto. Los programas electorales, callan.

Pero los ciudadanos y ciudadanas no tienen por qué callar. Y tampoco tienen por qué permitir que sus representantes callen.

El acceso a la acampada es universal. Pasen y digan.