Están apareciendo en las paredes de Bogotá grafitis contra Samuel Moreno, candidato del Polo Democrático a la Alcaldía, en donde se le presenta como el candidato de las FARC. Es un hecho de suma gravedad y peligro. Y al parecer no son acciones aisladas. Se trata de una campaña muy bien orquestada, que tiene coherencia […]
Están apareciendo en las paredes de Bogotá grafitis contra Samuel Moreno, candidato del Polo Democrático a la Alcaldía, en donde se le presenta como el candidato de las FARC.
Es un hecho de suma gravedad y peligro.
Y al parecer no son acciones aisladas. Se trata de una campaña muy bien orquestada, que tiene coherencia con las sindicaciones que contra el Polo se han hecho por parte del presidente Uribe y de su Consejero José Obdulio Gaviria. Uribe había señalado al presidente del Polo, Carlos Gaviria, de ser un guerrillero vestido de civil y el Consejero realizó en un programa radial aleves sindicaciones contra Jaime Caicedo, candidato al Concejo e Bogotá, contra Wilson Borja, representante a la Cámara y contra el candidato del Polo a la Asamblea del Valle, Athemay Sterling.
Simultáneamente el ministro de Defensa melodramáticamente y con gran escándalo acusa a Carlos Gaviria de armar complots internacionales contra Colombia e intenta mostrar complicidades extrañas en relación a un nota aparecida en un periódico londinense donde se reclama del gobierno ingles parar la ayuda militar a Colombia. Reclamo válido, justo y nada conspirativo. Y no solo lo hace la nota de Justice For Colombia. También fue una resolución del congreso del Partido laborista Ingles.
Poco tiempo le quedará al Ministro si se dedica a rastrear las miles de denuncias que circulan en el mundo sobre las violaciones a los derechos humanos en Colombia, las denuncias contra Uribe, contra el terrorismo de Estado y las complicidades oficiales con el paramilitarismo y sus crímenes. Y a mostrar las «coincidencias» de diversas declaraciones de dirigentes del Polo con estos temas. Carlos Gaviria ha expresado que no ha escrito ningún artículo para el periódico ingles. Pero si así lo hubiera hecho y hubiera dicho lo que el mindefensa dice que dijo, no hubiera sido ningún delito ni el gobierno colombiano tendría porque estar haciendo reclamos. Parar la ayuda militar extranjera a Colombia es un reclamo y una reivindicación que no puede ser considerada un delito. Muchos partidos europeos han pedido esto en múltiples ocasiones a sus respectivos gobiernos. Es un pedido que han hecho incluso destacados parlamentarios norteamericanos. Y el Congreso yanqui ha parado, reducido o limitado ayudas militares. Y mindefensa que se sepa no los ha acusado de conspirar contra Colombia ni ha pedido su extradición. Por el contrario, Uribe los ha visitado hasta tres veces a la semana suplicándoles que no paren ni recorten la ayuda militar.
En sus nuevas acusaciones contra el presidente del Polo, el ministro de Defensa en forma astuta busca montar un escándalo absurdo. Es la campaña. La estrategia maquiavélica. Armar escándalos, inventarse delitos, montar falsos positivos, lanzar acusaciones infundadas. Lanzar cortinas de humo. Desacreditar a los contendores políticos. En un país donde los contradictores políticos no solo son desacreditados sino eliminados.
Estas provocaciones se enmarcan dentro de las amenazas y hostigamientos que contra candidatos del Polo se vienen realizando en Barranquilla, Bucaramanga, Arauca, Caquetá, Tolima, Barrancabermeja y otras regiones del país.
La comunidad internacional debe exigirle perentoriamente al gobierno de Uribe reales y efectivas garantías para el trabajo electoral y político del Polo y sus militantes. El gobierno, sus voceros y los medios deben respetar el libre ejercicio de la oposición. Se debe desmontar el delito de opinión. Debe el gobierno expresar claramente su posición frente a esta guerra sucia. Debe detenerla. Y ante todo debe de cesar con sus campañas de descredito, desinformación y calumnias.
El régimen quiere recuperar la Alcaldía de Bogotá, dividir y aplastar al Polo a como dé lugar.
Y eso es muy peligroso.
Como diría Julius Fuzit, el héroe de la resistencia antifascista checa:
Hombres, estad alertas.