El grupo guerrillero explicó en un comunicado que Emmanuel, el hijo de Clara Rojas, había sido puesto en Bogotá bajo el cuidado de »personas honradas» debido al peligro que representaba su estadía en la selva. Pero añadió que fue »secuestrado» por el gobierno del presidente Álvaro Uribe con el »infeliz propósito de sabotear su entrega, […]
El grupo guerrillero explicó en un comunicado que Emmanuel, el hijo de Clara Rojas, había sido puesto en Bogotá bajo el cuidado de »personas honradas» debido al peligro que representaba su estadía en la selva. Pero añadió que fue »secuestrado» por el gobierno del presidente Álvaro Uribe con el »infeliz propósito de sabotear su entrega, la de su madre Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo» y para »desactivar la trascendental gestión humanitaria» del presidente venezolano, Hugo Chávez.
En un comunicado difundido este viernes, el grupo guerrillero explica que, a causa del riesgo que implicaba su estadía en la selva, el menor había sido puesto en Bogotá «bajo el cuidado de personas honradas mientras que se firmaba el acuerdo humanitario».
Para las FARC, el «secuestro» de Emmanuel, sumado a «la intensificación de los operativos bélicos en el área» que preveían utilizar para la liberación, «apunta a desactivar la trascendental gestión humanitaria del Presidente Chávez».
Las FARC anunciaron el 18 de diciembre que liberarían a Emmanuel, Clara Rojas y Consuelo González como un gesto de desagravio al presidente venezolano, Hugo Chávez, y a la senadora liberal colombiana Piedad Córdoba, cuyas gestiones por el canje humanitario fueron canceladas abruptamente por Uribe.
Inmediatamente se puso en marcha la Operación Emmanuel, ideada por Venezuela y con la participación de representantes internacionales, en la ciudad colombiana de Villavicencio, capital del departamento del Meta, para recuperar en algún lugar de la selva a los tres rehenes.
Sin embargo, el 31 de diciembre el grupo armado informó mediante un comunicado enviado a Chávez, su imposibilidad de liberar a las damas y el niño debido al incremento de los combates con militares colombianos en la zona que podrían poner en riesgo la vida de los rehenes.
Ese mismo día, Uribe negó que hubiesen combates y dijo que su gobierno tiene en su poder al niño Juan David Gómez Tapiero, quien fue adoptado por una familia en 2005, y que podría ser Emmanuel, el hijo de Clara Rojas. Sin embargo, dijo que aún no estaba confirmada su hipótesis y que había ordenado pruebas de ADN para confirmarla.
Informes publicados en las páginas en internet del Ejército y la Cuarta División militar confirmaron que las fuerzas militares efectivamente han sostenido combates con las FARC en los llanos orientales del país y durante las festividades de navidad y año nuevo, lugar y fecha donde estaba prevista la entrega de los tres rehenes que la guerrilla colombiana se había comprometido a liberar a los tres rehenes.
Tras conocer la hipótesis del gobierno colombiano sobre Emmanuel, el presidente Chávez, aunque dijo tener razones para desconfiar del gobierno colombiano, luego que lo expulsara de la medición para el canje humanitario, señaló que «ojalá» el niño Juan David Gómez fuese Emmanuel, porque eso significaría que el menor está a salvo de los peligros de la selva.
«Ojalá fuese verdad» que Emmanuel está a salvo, «desde el punto de vista que es un niño», dijo entonces el mandatario venezolano.
Este viernes, el Fiscal General de Colombia, Mario Iguarán, aseguró a la prensa que los resultados de las pruebas de ADN arrojaban una «muy alta probabilidad» de que el niño en poder de Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, sea Emmanuel.
Finalmente, las FARC anunciaron que el menor en poder el Estado colombiano efectivamente es el hijo de Clara Rojas y acusaron a Uribe de haberlo secuestrado para «sabotear» la entrega de los rehenes y »desactivar la trascendental gestión humanitaria» del presidente venezolano, Hugo Chávez.
A continuación el comunicado completo de las FARC:
Enero 4 de 2007
1. Experto en cortinas de humo, el gobierno narco-paramilitar de Uribe Vélez, previa consulta a su amo en Washington, ha resuelto secuestrar en Bogotá al niño Emmanuel con el infeliz propósito de sabotear su entrega, la de su madre Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.
2. Con este nuevo hecho, que se suma a la intensificación de los operativos bélicos en el área, Uribe apunta a desactivar la trascendental gestión humanitaria del Presidente Chávez, sembrando la desconfianza entre los delegados internacionales y atravesando nuevos obstáculos y campañas mediáticas a una decisión unilateral que expresa la voluntad política de las FARC de sacar adelante el canje de prisioneros. Lo reiteramos en esta ocasión: Uribe no está programado por los gringos, ni para el canje humanitario, ni para la paz.
3. La opinión pública nacional e internacional entiende muy bien que Emmanuel no podía estar en medio de las operaciones bélicas del Plan Patriota, de los bombardeos y los combates, la movilidad permanente y las contingencias de la selva. Por eso este niño, de padre guerrillero, había sido ubicado en Bogotá bajo el cuidado de personas honradas mientras se firmaba el acuerdo humanitario. Uribe, que ya secuestró en la capital las pruebas de vida que iban con destino al Presidente Chávez, secuestra ahora a Emmanuel. Así como capturó y encarceló a los correos humanitarios, se apresta ahora a proceder de igual manera con las personas encargadas de atender al niño. Emmanuel iba a ser entregado, junto con su madre, al Presidente Chávez de Venezuela.
4. Con el gobierno de Uribe, que obstinadamente se ha negado a despejar Pradera y Florida para hablar de acuerdo humanitario, no hemos asumido ningún compromiso para que ahora ande propalando que estamos incumpliendo. Por principio, por moral y ética revolucionaria, FARC no utiliza como método la tortura y mucho menos si se trata de niños. Los verdaderos torturadores están en el ejército, las fuerzas policiales, y en los agentes del gobierno narco-paramilitar que se tomó el Palacio de Nariño.
5. El proceso de liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, seguirá su curso, tal como lo hemos ofrecido al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Esa es la determinación de las FARC. Para ello no le estamos pidiendo al señor Uribe ningún corredor de seguridad; lo que hemos reiterado, y lo ratificamos, es la necesidad del despeje militar de Pradera y Florida para proceder de inmediato a verificar y realizar el primer encuentro para convenir el canje humanitario, que en todo caso debe ser con el acompañamiento de la comunidad internacional.
6. Al Presidente Chávez, por encima de estas vicisitudes, le pedimos mantener viva la esperanza del canje a través de su consecuente compromiso humanitario, el cual consideramos paso necesario hacia la búsqueda de una solución política y diplomática al conflicto social y armado que vive Colombia.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC
Montañas de Colombia, enero 2 de 2008