Rubén Fernández, especialista en trabajos sucios, la mano ejecutora de Gaspar Llamazares, el tipo, se comenta, con menos escrúpulos de IU, lo que ya es decir, claudicó mansamente en Valencia ante la juez que examinaba el caso interpuesto por EUPV. Nuestro hombre, con repentino buen sentido, reconoció implícita o explícitamente: uno, que la asamblea que […]
Rubén Fernández, especialista en trabajos sucios, la mano ejecutora de Gaspar Llamazares, el tipo, se comenta, con menos escrúpulos de IU, lo que ya es decir, claudicó mansamente en Valencia ante la juez que examinaba el caso interpuesto por EUPV. Nuestro hombre, con repentino buen sentido, reconoció implícita o explícitamente: uno, que la asamblea que eligió los candidatos de IU por el País Valencia fue plenamente legítima; dos, que la resolución de la Presidencia federal del pasado 18 de diciembre pasado era ilegal; tres, que los candidatos que tiene que ratificar el Consejo político del próximo domingo, día 20, son los que proponga EUPV; y cuatro, que esos candidatos no hay dios que los mueva. Tan bien se portó nuestro hombre, tan buena predisposición mostró, que recibió dos caramelos de regalo: uno, que sí, que celebren sus grotescas «primarias» si les da la gana, pero que no tienen ninguna relevancia; y dos, que sí, que pueden acercarse a la oficina de Gloria Marcos y preguntar si hay algún sitio de relleno en las listas para Isaura Navarro. En fin, un rotundo triunfo y una justa recompensa para el esfuerzo, rigor y coherencia con la que ha actuado EUPV, dirección y mayoría de la militancia.
(Lo anterior es una interpretación libre del acuerdo alcanzado entre IU federal y EUPV. El lector tiene la oportunidad de hacer la suya a partir del texto literal firmado por ambas partes ante la juez, que tiene el carácter de una sentencia firme:
«Por ambas partes y de común acuerdo manifiestan:
Que izquierda unida federal, se compromete a tomar en consideración con carácter preferente las candidaturas aprobadas por Esquerra unida del país Valencia para las cortes generales, en su asamblea de 17 de noviembre de 2007, igualmente izquierda unida se compromete a tomar en consideración la consulta de cabeceras de lista realizada por primarias que finaliza el día 18 de enero del 2008, sin carácter vinculante.
Ambas partes se comprometen a reunirse con posterioridad al objeto de aproximar posiciones; y Esquerra unida del país Valencia formalizará las candidaturas definitivas que someterá a la ratificación del Consejo Político Federal sin que en ningún caso éste pueda proceder a la sustitución o modificación de las mismas, conforme a las competencias estatutarias de Esquerra unida del país Valencia y de izquierda unida federal.
Ambas partes de común acuerdo solicitan el archivo de estas medidas.
Con lo que se da por terminado el acto y la presente, y después de leída y hallada conforme es firmada por todos los asistentes, después de S.Sª., conmigo el/ la Secretario, de que doy fe. «
Como es impensable y hay que descartar de plano que el núcleo de Llamazares haya reconsiderado su postura en cuanto al respecto a la democracia y los estatutos de IU -todavía darán la guerra que puedan en este asunto-, cabe preguntarse que ha ocurrido para un cambio tan radical de posición. Probablemente sabían que tenían el Consejo político perdido. La mayoría de Gaspar Llamazares se desmoronaba y la oposición interna a su política y sus métodos de dirección se reforzaba. Si han llevado a IU al borde del precipicio, ¿por qué no se han atrevido a darle el último empujón? Seguramente por miedo a verse arrastrados al desastre, lo que quiere decir que deben necesitar computar los votos de Valencia para sobrevivir. Si, como se ha escrito, Gaspar Llamazares tiene un plan secreto, ¿qué peligros y acechanzas para IU tiene aún la hoja de ruta del Coordinador a pesar de la derrota sufrida en Valencia? ¿Por donde acabará apareciendo el pacto con el PSOE? Todo ello quiere decir que el cambio operado, por unas u otras razones, ha sido forzado y que nadie sensato debe fiarse de unos adversarios tan empecinados como poco escrupulosos.
La rendición de Rubén Fernández ha debido de coger desprevenidos a los más fieles partidarios de LLamazares. Isaura Navarro, cuya osadía sólo es comparable con su deslealtad y que no ha dejado de provocar y decir tonterías hasta el último momento, debe estar sobrecogida de saber que sus días de gloria se han acabado, y de comprobar su insignificancia política una vez desnuda de oropeles. Sólo le cabe el consuelo de ser joven para rehacer su vida en otras actividades distintas de la política. Ya le tocó la lotería una vez, disfrutó el premio, abusó lo que pudo y es hora de que asuma su mediocridad.
Y que decir de los dirigentes del núcleo duro de Gaspar Llamazares. Los menos despiertos no perderán su papel de tropa: seguirán haciendo las faenas sucias que se les ordenen, que para eso siempre hay trabajo en IU. Los más listos, los más pillos, los que suelen jugar con la baraja marcada apoyando por un lado al Coordinador en sus despropósitos y abusos de poder y por otro conspirando contra él, a fin de considerarse los salvadores de IU, los hombres insustituibles en cualquier situación, los que combaten responsablemente a los radicales de uno y otro lado, han debido sufrir una profunda decepción pues, aparte de descubrirse su doble juego, su pretendida intermediación la ha declarado inútil la juez de Valencia.
Y los ilustres miembros de la Presidencia federal que dieron su apoyo a la resolución del día 18 de diciembre. Los prevaricadores, los dirigentes políticos dispuestos antes a seguir a un Coordinador en sus fechorías que a servir lealmente a sus ideas y a la organización. Por supuesto Llamazares y Ruben, pero también Montse, Cámara, Alcazar, Nuet, Luque, Presen, Isabel, Oskar, Kechu, Maria Pere, Cortes, Ribó (el excomunista), Ines, Mendi, Isaura (ya citada), Iglesias, Fausto, y así hasta 25 o 30, que estas cosas en IU nunca son exactas. Cuando se miren en al espejo por las mañanas no podrá preguntarle si hay otros más lindos que ellos, sino si será fácil encontrar a otros dirigentes en la izquierda con mas desvergüenza.
Y de los partidos. El PCC merece distinción aparte. Y no por el seguidismo que siempre ha mostrado a Gaspar Llamazares, que no lealtad, sino por el oportunismo con que viene actuando su dirección, con la pretensión de ganar siempre pero sin correr nunca riesgos. ¿Qué le dijeron y a qué se comprometieron con la dirección del PCE? El miembro del POR en la Presidencia federal, ni votó a favor de la resolución, ni votó en contra, ni se abstuvo, ……..estuvo «missing», perdido en la batalla, haciendo todo lo posible por pasar desapercibido, por miedo a comprometerse en la defensa de la democracia y perder así los favores de sus patrocinadores.
Entonces, ¿ya está el conflicto de Valencia cerrado? Pues no, con profesionales políticos de esta catadura es imposible dar una cuestión legal cerrada, ni siquiera cuando es un acuerdo. Baste hacer mención al comunicado de prensa que ha emitido la dirección federal, entiéndase el Coordinador, sosteniendo que en caso de desacuerdo la candidatura que se someterá a ratificación será la que resulte de las «primarias» – léase, por favor, el texto del pacto-. Lo blanco para esta dirección es negro. Lo negro, si se empeñan, es blanco. No es descartable que pretendan continuar su guerra en el Consejo político del día 20, incluso si ello significa plantar cara a la justicia y correr riesgos penales. Sin embargo, lo más probable es que por unas u otros motivos entren en razón, como por la seguridad de perder el pulso o por el riesgo que tienen de perecer en la catástrofe… El Consejo político, que podía ser un evento para cerrar heridas, mejorar las apariencias, restañar la imagen, todo ello tan necesario a IU para afrontar unas elecciones generales que tan complicadas se presentan, puede acabar como el rosario de aurora, por decirlo brevemente, gracias de nuevo a Gaspar Llamazares, responsable máximo del desastre en que está sumida la organización cuando quedan menos de dos meses para el 9 de marzo.
La cuestión que seriamente debían plantearse los miembros de ese Consejo es si Gaspar Llamazares puede seguir siendo Coordinador tras el gravísimo conflicto de Valencia, y, por tanto, si Gaspar Llamazares es un legítimo candidato de IU, a pesar de la cobertura que tiene con los resultados de la consulta postal. La dimisión de todas sus responsabilidades es la salida política limpia y digna que le queda una vez perdido el pulso de Valencia. Sin embargo, Gaspar Llamazares no es persona dispuesta a bajarse de la peana, y así lo ha demostrado en varias ocasiones, como en la última Asamblea federal en la que perdió pero trucó los estatutos para seguir de Coordinador. Ahora, sin embargo, su posición es más difícil, porque no se trata ya de aguantar el tipo en el interior de una organización desmovilizada y degradada, que aguanta acobardada casi todo, sino de dirigirse a los ciudadanos en busca de votos cuando ha perdido el respaldo real de su organización. A Gaspar Llamazares, por otra parte, hay que reconocerle un aguante de paquidermo y un exceso de capacidad de maniobra. Por ello no es descartable que recurra a operaciones de todo tipo, incluida el chantaje, o el consabido «Yo o el Kaos», si bien ahora, para su desgracia, el caos esta ya garantizado y la alternativa con la que se enfrenta el conjunto de IU es más caos con Llamazares o el intento de superarlo sin Llamazares. Los márgenes de maniobra de Gaspar Llamazares son muy estrechos y todo indica que su obstinada persecución a la federación del País Valencia le será finalmente muy onerosa.