A pesar de que Colombia califica como exitosa su política antidroga, los escándalos por estos delitos siguen saliendo a la luz y están marcados por la participación de funcionarios públicos, pues un general del Ejército retirado junto a un ex fiscal fueron detenidos por estar vinculados a las mafias del narcotráfico. El fiscal general de […]
A pesar de que Colombia califica como exitosa su política antidroga, los escándalos por estos delitos siguen saliendo a la luz y están marcados por la participación de funcionarios públicos, pues un general del Ejército retirado junto a un ex fiscal fueron detenidos por estar vinculados a las mafias del narcotráfico.
El fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, informó que el general retirado Pauselino Latorre, ex comandante de inteligencia del Ejército y su sobrino Leobardo Latorre, ex fiscal de la unidad antinarcóticos de la Fiscalía, fueron detenidos por presentar cargos de lavado de activos y narcotráfico.
Según el fiscal general, ambos funcionarios trabajaban de forma coordinada con mafias del narcotráfico a quienes revelaban información clasificada.
«(Tenían como) puente a países vecinos para enviar cocaína hacia México y luego hacia Estados Unidos. Igualmente, hacia África y de allí hacia Europa. El fiscal supuestamente era el encargado de resolver las dificultades de carácter jurídico, como sobornos», explicó Iguarán.
Por su parte, el general retirado era el encargado de resolver «supuestamente asuntos financieros de la organización criminal», que enviaba unas diez toneladas de cocaína mensualmente.
La investigación sobre el caso se inició en julio de 2006, cuando agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) le notificaron a la Fiscalía sobre la existencia de esta organización. Desde ese momento, comenzaron las interceptaciones y los seguimientos a los sospechosos, entre ellos al general, al jefe y al ex fiscal.
Gracias a las investigaciones, se reunieron más de 3 mil 500 horas de grabación de audio y video en la que los implicados hablan de las negociaciones de droga, la manera de sacar la mercancía, los pagos y sobornos.
Uno de los principales protagonistas del expediente resultó ser el general, a quien las evidencias lo comprometen como la persona que se encargaba de lavar el dinero de la mafia.
«Se ha establecido que sirvió para el lavado de más de 2 mil millones de pesos (un millón de dólares aproximadamente) negocios del narcotráfico», revela la investigación policial.
El general era una persona allegada a Carlos Aguirre Babativa, «El Señor», jefe de una organización que traficaba 10 toneladas de cocaína al mes, y era quien le presentaba «proyectos» para que invirtiera su dinero.
Las autoridades buscan establecer desde cuándo el general, quien estuvo también como comandante en Cali y la Brigada 17, con sede en Carepa (Antioquia), tendría vínculos con la organización.
También aparecen diálogos entre el general y el ex fiscal Latorre en los que hablan de la necesidad de «arreglar» y estar pendientes sobre algunas actuaciones judiciales que seguía la Fiscalía contra la red.
Éxito o Fracaso
A pesar de este escándalo, el Gobierno colombiano calificó de éxito su lucha en contra del narcotráfico durante el 2007.
Para el Ejecutivo este logro se fundamenta en la captura de varios capos de la droga dentro y fuera del país, en la erradicación de 66 mil hectáreas de coca de manera manual, y en la incautación de más de 110 toneladas de cocaina.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, señaló que «este año (2008), muy posiblemente, Colombia deje de ser el primer país productor de cocaína del mundo. ¿Y cómo se ha logrado esto?, a punto de darles a todos los eslabones de la cadena con una política integral».
Pero para los expertos, resulta muy difícil creer que esa meta podrá cumplirse, si se miran de cerca los resultados del Plan Colombia.
La investigadora sobre el Plan Colombia, Aura María Puyana, sostuvo que el año pasado el departamento de Estado estadounidense señaló que Colombia tenía 157 mil hectáreas cultivadas, es decir, que solamente habría bajado 10 ó 12 mil hectáreas en 6 años, después de una inversión de 5 mil millones de dolares en el componente antinarcóticos. «Eso lleva a pensar que la política ha fracasado», opinó.