Sin duda el año 2007 fue el año de los trabajadores, están los trabajadores forestales, los del agroindustria, los del sector público, los bancarios, aquellos que efectivamente llevan adelante el desarrollo del país. Porque si somos un país tan «exitoso» porque el feticidio, las drogas, arrasan nuestra comunidad, porque si somos un país tan «exitoso» […]
Sin duda el año 2007 fue el año de los trabajadores, están los trabajadores forestales, los del agroindustria, los del sector público, los bancarios, aquellos que efectivamente llevan adelante el desarrollo del país.
Porque si somos un país tan «exitoso» porque el feticidio, las drogas, arrasan nuestra comunidad, porque si somos un país tan «exitoso» los trabajadores tienen miedo de organizarse y la respuesta es que somos un país exitoso para los que tienen poder y dinero, para los empresarios, para el trabajador y la trabajadora, para la ciudadana y el ciudadano común nuestro país tienen una cara mucho más dura y esa es la cara del neoliberalismo a ultranza.
Como CTC, hemos venido planteando esto hace mucho tiempo y hoy tenemos una mayor visibilización pública producto de nuestras luchas, y con un costo de mucho sacrificio. Muchos trabajadores y dirigentes sindicales hayan sido despojados de sus puestos de trabajo a causa reimpulsar la organización, por el sólo hecho de ejercer el derecho a sindicalización en un país que se supone democrático. Entonces de eso estamos hablando, porque mientras no haya distribución de la riqueza, la precariedad va a seguir aumentando. Cada uno quiere ser su propio empleador, porque las grandes empresas se apropian de toda la riqueza que genera el trabajador y le dejan un margen que apenas alcanza para la sobrevivencia.
En un país que de democrático no tiene nada o muy poco, porque tenemos un Parlamento que nos representa, porque no existe participación real de la ciudadanía, y ahí nosotros planteamos que la convergencia democrática, que la convergencia de los trabajadores es la forma de articular la lucha.
Nosotros no estamos para hacer diagnósticos, ya sabemos cual es el problema, la cosa es que los trabajadores tenemos que tener una vocación de transformación y cambio, tenemos que ser capaces de transformarlo todo y no temerle a nadie, porque no nos podemos permitir el relajo, pero la verdad es que también tenemos que hacernos la autocrítica compañeros, porque también es cierto que a hay sedes sindicales que se abren a las doce del día, y las necesidades de los trabajadores son inmediatas y ahí tenemos que corregir nuestras conductas éticas, porque a veces nos convertimos en dirigentes sindicales corporativistas que defendemos nuestro fuero pero despreocupados de las necesidades de los trabajadores. Por eso que se ha dicho que aquí vienen una nueva generación, pero la verdad es que lo que tratamos de hacer es volver a nuestras raíces como movimiento sindical, a Luis Emilio Recabarren, a Clotario Blest,
Que los trabajadores volvamos al poder como lo hicimos con Salvador Allende hace 35 años atrás, eso es lo que queremos. Porque estamos concientes de que en el neoliberalismo, ninguna de nuestras demandas será escuchada.
En ese sentido es útil esta reunión hoy día, para debatir como avanzamos, cuáles son nuestros desafíos. Porque podemos venir y ponernos una chapa del Ché y estar dos días conversando y si no asumimos nuestros desafíos no sirve de nada, eso no sirve compañeros y compañeras.
Entonces el llamado es a que toda esta energía, estas capacidades, se transformen en lucha, una lucha permanente como decía Gladis Marín, y no descansar ni un día hasta vencer como decimos nosotros o morir como dice Fidel Castro.
Y en este sentido pensamos que es posible avanzar con empresarios decentes, porque hay que decir que hay empresarios decentes, pero los que no lo son, aquellos que buscan enriquecerse a costa de la precariedad de sus trabajadores, a costa de la sobreexplotación, no les vamos a permitir que hagan lo que quieran y para eso necesitamos mayor poder ciudadano, y en eso las organizaciones tenemos un gran papel, los partidos políticos tienen un gran papel y especialmente el Partido Comunista del cual soy militante, muy orgulloso de serlo, le toca un gran papel, en la organización del pueblo.
En nuestra confederación nos fijamos una línea estratégica que es recuperar el cobre para Chile, porque no es posible, que lo que decía Frei en su tiempo, que era la viga maestra de la economía chilena y Salvador Allende, el sueldo de Chile, más del 70% y más de 20 mil millones de dólares, hoy se lo estén robando las trasnacionales, en vez de servir para generar nuevos puestos de trabajo, no trabajos precarios sino trabajos decentes.
Este país es muy rico, pero tampoco hay que echarle la culpa a la dictadura, porque son los gobiernos de la Concertación los que han desnacionalizado el cobre y porque no decirlo, está también nuestra pasividad. Por eso en la Confederación de Trabajadores del Cobre nos proponemos volver a creer que es posible que los trabajadores seamos protagonistas y que seamos capaces de asumir esa responsabilidad junto a todos los chilenos.
La Asamblea Constituyente, es un desafío, pero como lo vamos a hacer si no trabajamos en la organización, si no es trabajando en la democratización, si no es movilizándonos, si no es generando conciencia.
Cuando la Iglesia plantea el tema del sueldo ético, con todo el respeto que nos merece la Iglesia, nosotros decimos que el tema del salario lo planteamos los trabajadores en lucha y planteamos no un sueldo ético sino un sueldo justo, digno, que alcance para sustentar a la familia, para la salud, para la educación y para el descanso que se merece el trabajador y su familia porque son quienes generan la riqueza de este país.
Este 2008, comienza ya con movilización. Hace unos días nos despidieron una cantidad de compañeros y compañeras en Los Andes, reaccionamos con un paro de advertencia. La prensa habló de unos pocos trabajadores y quiero contarles que desalojamos la mina, vulneramos su seguridad, el cerco policial, entramos clandestinamente, porque así es la única forma de entrar que tenemos algunos dirigentes sindicales a una empresa que pertenece a todos los chilenos.
Porque hay que estar en sintonía con los trabajadores, vivir con los trabajadores, comer con los trabajadores y no hacer los análisis desde el olimpo sino donde las papas queman. Ese es el aprendizaje que estamos haciendo, esa es la ganancia que nos ha dejado este movimiento ese es nuestro capital como confederación, una organización cuya fuerza está en la base.
Y ahora lo que hay que hacer es consolidar, porque es posible que esta convergencia democrática sea la base de un movimiento sindical y de un movimiento político para alcanzar un proyecto social transformador, con Allende, con Gladys y con todo el pueblo.
Que los trabajadores volvamos al poder como lo hicimos con Salvador Allende hace 35 años atrás, eso es lo que queremos. Porque estamos conscientes de que en el neoliberalismo, ninguna de nuestras demandas será escuchada.
En ese sentido es útil esta reunión hoy día, para debatir como avanzamos, cuáles son nuestros desafíos. Porque podemos venir y ponernos una chapa del Ché y estar dos días conversando y si no asumimos nuestros desafíos no sirve de nada, eso no sirve compañeros y compañeras.
Entonces el llamado es a que toda esta energía, estas capacidades, se transformen en lucha, una lucha permanente como decía Gladis Marín, y no descansar ni un día hasta vencer como decimos nosotros o morir como dice Fidel Castro.
Y en este sentido pensamos que es posible avanzar con empresarios decentes, porque hay que decir que hay empresarios decentes, pero los que no lo son, aquellos que buscan enriquecerse a costa de la precariedad de sus trabajadores, a costa de la sobreexplotación, no les vamos a permitir que hagan lo que quieran y para eso necesitamos mayor poder ciudadano, y en eso las organizaciones tenemos un gran papel, los partidos políticos tienen un gran papel y especialmente el Partido Comunista del cual soy militante, muy orgulloso de serlo, le toca un gran papel, en la organización del pueblo.
En nuestra confederación nos fijamos una línea estratégica que es recuperar el cobre para Chile, porque no es posible, que lo que decía Frei en su tiempo, que era la viga maestra de la economía chilena y Salvador Allende, el sueldo de Chile, más del 70% y más de 20 mil millones de dólares, hoy se lo estén robando las trasnacionales, en vez de servir para generar nuevos puestos de trabajo, no trabajos precarios sino trabajos decentes.
Este país es muy rico, pero tampoco hay que echarle la culpa a la dictadura, porque son los gobiernos de la Concertación los que han desnacionalizado el cobre y porque no decirlo, está también nuestra pasividad. Por eso en la Confederación de Trabajadores del Cobre nos proponemos volver a creer que es posible que los trabajadores seamos protagonistas y que seamos capaces de asumir esa responsabilidad junto a todos los chilenos.
La Asamblea Constituyente, es un desafío, pero como lo vamos a hacer si no trabajamos en la organización, si no es trabajando en la democratización, si no es movilizándonos, si no es generando conciencia.
Yo digo cuando la Iglesia plantea el tema del sueldo ético, con todo el respeto que nos merece la Iglesia, nosotros decimos que el tema del salario lo planteamos los trabajadores en lucha y planteamos no un sueldo ético sino un sueldo justo, digno, que alcance para sustentar a la familia, para la salud, para la educación y para el descanso que se merece el trabajador y su familia porque son quienes generan la riqueza de este país.
Este 2008, comienza ya con movilización, hace unos días nos despidieron una cantidad de compañeros y compañeras en Los Andes, reaccionamos con un paro de advertencia. La prensa habló de unos pocos trabajadores y quiero contarles, que desalojamos la mina, vulneramos su seguridad, el cerco policial, entramos clandestinamente, porque así es la única forma de entrar que tenemos algunos dirigentes sindicales a una empresa que pertenece a todos los chilenos.
Porque hay que estar en sintonía con los trabajadores, vivir con los trabajadores, comer con los trabajadores y no hacer los análisis desde el olimpo sino donde las papas queman. Ese es el aprendizaje que estamos haciendo, esa es la ganancia que nos ha dejado este movimiento ese es nuestro capital como confederación, una organización cuya fuerza está en la base.
Y ahora lo que hay que hacer es consolidar, porque es posible que esta convergencia democrática sea la base de un movimiento sindical y de un movimiento político para alcanzar un proyecto social transformador, con Allende, con Gladys y con todo el pueblo.
– Cristian Cuevas es presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre.