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El Partido Comunista retoma el trabajo político por la reforma del sistema electoral

Fuentes: El Siglo

Y como para esa urgencia no hay vacaciones, el Partido Comunista inició a principios de enero una rueda de entrevistas con los secretarios generales de los partidos de la Concertación y otros sectores con representación parlamentaria. La idea era ratificar los compromisos contraídos por las distintas fuerzas durante el 2006 y 2007, luego de asumidas […]


Y como para esa urgencia no hay vacaciones, el Partido Comunista inició a principios de enero una rueda de entrevistas con los secretarios generales de los partidos de la Concertación y otros sectores con representación parlamentaria.

La idea era ratificar los compromisos contraídos por las distintas fuerzas durante el 2006 y 2007, luego de asumidas las «bajas» tanto en la DC, como en el PPD y PS, en éste último a razón del desafuero de dos de sus parlamentarios.

Revuelto el naipe como se muestra, el quórum necesario para aprobar un proyecto de reforma electoral sigue siendo el mismo, debido a que el cálculo se hace tomando como referencia inicial el número total de diputados y no sólo aquellos que están en sala o habilitados para votar.

Los encuentros bilaterales, entre el secretario general del PC, Lautaro Carmona, y los respectivos de la alianza gobernante, José Auth, del PPD, Moisés Valenzuela, de la Democracia Cristiana, Ernesto Velasco del Partido Radical y Marcelo Shilling, del PS, concluyeron no sólo en la ratificación de los compromisos anteriores, con respecto a la aprobación del proyecto cuando sea votado en el Parlamento, sino en acuerdos para darle un decidido impulso a su reposicionamiento en la opinión pública y a la búsqueda de una amplia convergencia en torno a la necesidad impostergable de realizarla.

Parte de este itinerario, es que el 5 de marzo se reunirán en la sede del Partido Radical, Carmona, por el PC y los cuatro secretarios generales de la Concertación, con la idea de agendar un cronograma de trabajo con otros actores pertinentes tanto políticos como sociales.

En este itinerario estarían las distintas bancadas y sus jefes, los presidentes de partido y las fuerzas que integran el Parlamento Social y Político que encabeza la CUT y que ha mantenido como una de sus principales demandas la de realizar una reforma al sistema electoral que mantiene Chile, bajo la premisa de que ningún cambio que favorezca a los trabajadores será posible si no es democratizando y haciendo realmente representativo el Parlamento.

La necesidad se hace más evidente cuando en los últimos conflictos sindicales se han visto enfrentados a una legislación que lejos de proteger sus derechos, otorga un marco legal a los abusos e impide la organización sindical plena.

Al parlamento

El paso siguiente será solicitar al Gobierno que reponga la urgencia a la discusión del proyecto, para que sea votado a fines de marzo.

El escenario que enfrente dependerá tanto de la exigencia que el mundo social y sindical sean capaces de poner sobre el debate, como de las conversaciones que esa inquietud social vaya generando en el mundo político.

A pesar de la actitud cambiante de Renovación Nacional, cuya última noticia fue un breve encuentro-desencuentro producido entre el presidente del PC, Guillermo Teillier y Carlos Larraín, mientras participaban en un programa en vivo, en el que el timonel de Renovación Nacional reconoció que no había sido lo mejor cerrar las conversaciones con los comunistas acerca de la reforma. En dicho episodio y por vía telefónica abierta, Larraín le señaló a Teillier que el PC quería «10 diputados con un 5%», lo que fue inmediatamente retrucado por el dirigente comunista que junto con indicarle que no decía la verdad, le aclaró que la última propuesta de RN significaba ofrecer 1 diputado por el 6% de votación, lo que era absolutamente desproporcionado por lo que el PC no estaba dispuesto a aceptar.

Ello, sin embargo podría cambiar, si el candidato presidencial de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, honra lo expresado al propio Teillier cuando concurrió a la clínica donde se encontraba internado Volodia Teitelboim, momento en el que en un breve intercambio el líder RN aseguró que preparaba un proyecto de reforma electoral «que no es mezquino» y que contaría con el apoyo necesario al interior de la bancada de su partido.

Si a ello se suman expresiones similares hechas anteriormente por Joaquín Lavín, se podría configurar un escenario interesante para el debate tantas veces pospuesto.

En el ámbito de los «independientes» escindidos de una y otra alianza política, se conocen las opiniones favorables a una reforma de Carlos Canteros (ex RN) y del propio Adolfo Zaldivar (ex DC), tampoco existen argumentos para alentar dudas mayores con respecto a la posición que podría asumir el ex PPD e impulsor de Chile Primero, Fernando Flores, no sólo por posiciones antes expresadas sino porque dado su interés en legalizar el movimiento como partido político, se verá inmediatamente enfrentado a la perversidad del sistema binominal.

En el caso de la Cámara, junto a los votos de las bancadas de la Concertación, se mantendrían en la misma idea los votos «colorines» según trascendió de una conversación privada entre un representante del sector y el PC, así como también se contaría con el voto favorable del ex PPD Esteban Valenzuela. La cortapisa la ponen los votos de Iván Paredes y Laura Soto, ambos desaforados y por tanto fuera de carrera para una posible votación a fines de marzo.

Todo lo anterior no es contradictorio con un eventual «acuerdo por omisión», entre los partidos de la Concertación y el PC y otras colectividades extraparlamentarias, cuyas fuerzas electorales podrían en conjunto abrir espacio a que comunas gravitantes puedan acceder a una conducción de izquierda y desbancar a la derecha en varios municipios.

Lo que no descarta que también en algunos lugares puedan alcanzarse incluso coincidencias a nivel de plataformas democráticas mínimas, como es el caso de los puntos planteados por la CUT e impulsados por los Parlamentos Social y Políticos.