El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que la irrupción de la crisis económica en la aldea global ha provocado la aparición de nuevos retos […]
El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que la irrupción de la crisis económica en la aldea global ha provocado la aparición de nuevos retos para gobiernos e instituciones sumidas en el desconcierto y en la incredulidad, retornando lenta pero inexorablemente a escenarios económicos desconocidos desde la II Guerra Mundial.
Para llegar a dicha crisis, (cuyos primeros bocetos ya están perfilados y que terminará de dibujarse en el próximo quinquenio), han contribuido los siguientes factores:
Factores exógenos
La política suicida de las principales entidades bancarias mundiales en la concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo aparece como detonante de la crisis de las subprime de EEUU, seguida de la aparición de los activos tóxicos, un goteo incesante de insolvencias bancarias, una severa contracción de los préstamos bancarios y una alarmante falta de liquidez monetaria y de confianza en las instituciones financieras.
Todo ello ha originado la desestabilización económica global y la entrada en recesión de las principales potencias económicas mundiales, dibujándose un escenario a cinco años en el que se podría regresar al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial y posterior finiquito a la globalización económica.
Factores endógenos
Estallido de la burbuja inmobiliaria que ha provocado el hundimiento del castillo de naipes económicos de los países PIGS (despectiva abreviatura anglosajona que englobaría a España, Portugal, Italia y Grecia). La economía de dichos países se ha basado en el último decenio en la conocida «dieta mediterránea» cuyos ingredientes principales eran el «boom» urbanístico, el turismo y el consumo interno y que creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008). Aunque previamente ya había diversos indicios que mostraban síntomas de desaceleración, la cruda realidad empezó a plasmarse a partir de enero del 2008 con el inicio del hundimiento bursátil aunado con un escenario inflacionista debido a los galopantes incrementos de los precios de los carburantes y de los productos alimenticios, y que finalmente terminaría por desencadenar lo que ha venido a denominarse la crisis económica del 2008, punta del iceberg de una severa crisis económica global que terminará de dibujarse en el horizonte del 2.012.
Previsible evolución de la economía española en el próximo quinquenio
Agudización de la inestabilidad del sistema financiero: La previsible bajada de tipos de interés del BEC hasta el 1% aliviará los problemas de liquidez de las entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital público debido a la existencia de un exceso de oferta de papel cuyo precio deberá ser reflotado.
Se trata de emisiones que ha usado el sector español para financiarse (cédulas hipotecarias) y que ahora nadie quiere comprar en el exterior aunque tengan en teoría la máxima calificación de solvencia (la llamada triple A), solvencia que sufrirá sucesivas revisiones a la baja hasta el 2.012.
Ello unido a la sustitución de la tradicional doctrina económica del equilibrio presupuestario del Estado por la del déficit endémico (práctica que por mimetismo adoptarán los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas) contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales, lo que unido a la entrada en deflación de la economía española y la Rebaja de la calificación de la Deuda del Estado podría agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la crisis económica en la economía española y el incremento de las dificultades para obtener financiación exterior.
Asimismo, la aplicación de políticas de racionalización de servicios y optimización de resultados acelerará las previsibles fusiones de las cajas de ahorros más expuestas a los activos inmobiliarios y el cierre de incontables sucursales deficitarias hasta dibujarse un escenario de cinco grandes cajas (operación que contaría con las bendiciones del Banco de España), no siendo descartable a más largo plazo las fusiones bancarias que reducirían el espectro bancario español a cuatro grandes entidades (Santander, BBVA, Popular y Banesto), Incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la posguerra española (con estimaciones de incrementos del 16 % para el 2008 y del 18 % para el 2009 y con picos que podrían llegar a alcanzar los 10 millones de parados en el horizonte del 2010), provocados por el Hundimiento de los Valores Bursátiles (rozando el IBEX los 5.000 puntos), lo que aunado con la huida de los inversores y el elevado endeudamiento de las empresas españolas ( superando el 250% en relación a su valor añadido en el 2.009 ) terminará por provocar la inevitable inanición financiera de las mismas, el consecuente efecto dominó en la declaración de EREs y la posterior reestructuración de sectores básicos de la economía española como Automoción; Financiero, Aerolíneas, Inmobiliario, Construcción, Astilleros, Siderometalúrgico, Aseguradoras y Sectores ligados al Turismo.
Todo ello unido a la severa contracción del consumo interno podría originar la progresiva desaparición del pequeño comercio y de establecimientos de ocio y diversión (cerca de 50.000 autónomos pasaron al paro en el 2008 ) y la extinción de incontables medios de comunicación impresa y audiovisual ( caídas de la Inversión Publicitaria del 7,5 % en el 2008 e ingreso en las listas del Desempleo de 5.000 periodistas) , quedando Internet como refugio para navegantes con incrementos estimados de la factura publicitaria para el 2009 del 30% .y podríamos asistir a escenarios de deflación (tasas de crecimiento negativas de los precios de la economía en su conjunto que se prolonguen como mínimo dos trimestres) que durarían hasta mediados del 2.010 coadyuvados por el hundimiento de los precios del petróleo y de los alimentos básicos.
Aumento del 7% de la morosidad para el 2009 y de los embargos de viviendas y locales comerciales, aunado con un severo estancamiento del mercado inmobiliario: La anunciada Bajada de tipos de interés del BEC hasta el 1% en el 2009 y la previsible bajada de tipos del euríbor debería aumentar la renta disponible de las familias y las facilidades para pagar las hipotecas (con bajadas cercanas al 20% en el 2009), pero los Bancos y Cajas estarán salvaguardados por las llamadas Cláusula de Blindaje de las Hipotecas así como por el previsible endurecimiento de las condiciones de los futuros préstamos bancarios con la implantación de un gravamen para las futuras hipotecas de 1´5-2 puntos por encima del Euribor.
Asimismo, es previsible un severo estancamiento del mercado inmobiliario ( la concesión de créditos hipotecarios ha caído un 40% en el 2008 y las ventas de viviendas de segunda mano un 45%, esperándose una caída de la construcción del 7.5 % y del 65 % en la construcción de nuevas viviendas para el 2009), lo que provocará la aparición de un stock de más de un millón de viviendas que no encontrarán comprador hasta el 2012.
Las entidades bancarias intentarán mediante subastas y la creación de sociedades de gestión de activos inmobiliarios dar salida a los pisos embargados que acumularán en sus carteras (considerados «bienes ilíquidos»), lo que originará drásticas caídas de los precios de los inmuebles que rondarán el 60% respecto al 2007 (precios artificialmente revalorizados debido a la especulación inmobiliaria de la última década.).
Reforma del Mercado Laboral: A instancias de la CEOE y con la oposición de los sindicatos, el Gobierno accederá a la Reforma del mercado laboral, que implicará la progresiva implantación del despido libre sin indemnización; la instauración de la jornada laboral mínima de 45 horas semanales y el retraso de la jubilación a los 65 años unido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales, congelación o dramática reducción de los mismos. Todo ello conllevará la radicalización de los otrora aburguesados y sumisos sindicatos de clase, la ruptura del diálogo social con la patronal, frecuentes estallidos de conflictividad laboral y la aparición mediática de los grupos antiglobalización que utilizando tácticas de guerrilla urbana pondrán en jaque a las fuerzas de seguridad.
Implantación de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas; Subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados; Plan de Renovación del Obsoleto Parque automovilístico (Plan VIVE) que prevé una ayuda de 1.500 millones euros hasta el 2011 para incentivar la sustitución de vehículos de más de diez años (36 % de la flota actual) por nuevos utilitarios respetuosos con el medio ambiente englobados bajo la etiqueta ECO.
Asimismo es previsible la elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior e imposición de aranceles a los países no respetuosos con el Medio Ambiente como forma encubierta de proteccionismo frente a la invasión de productos de países emergentes, medidas que sin embargo no podrán impedir la desertización industrial en los sectores del calzado y marroquinería, textil, equipamiento deportivo, electrodomésticos de baja y media gama e industria auxiliar del automóvil Continuación de la Recesión económica hasta el segundo semestre del 2.012: Asistiríamos así a escenarios de crecimientos negativos del PIB del – 3 % en el 2009 ; -2% en el 2010 y -0,5 en el 2011) y de aumento incontrolado del Déficit Público (5% del PIB en 2009; 6% en 2.010 y 4% en el 2011) muy lejos del 3% permitido por el BCE. e incremento desbocado de la Deuda Externa (con estimaciones de 3´5 Billones $ en 2009 y de 5 Billones $ para el 2010) como consecuencia del drástico descenso de los ingresos del Estado y del bestial incremento de las prestaciones de Desempleo y la subsiguiente contracción de inversiones en Infraestructuras Básicas que afectarán especialmente a la construcción de nuevas Autopistas, Embalses, Colegios Públicos, Establecimientos Penitenciarios, Centros Sanitarios y futuras líneas del AVE.
[Mención especial merece el caso de Navarra, que a pesar de disponer de capacidad recaudadora propia (Hacienda Foral) y de la solvencia económica necesaria para iniciar las obras podría quedar una vez más apeada del tren del futuro].
Por último, el brutal incremento de las prestaciones sociales, la drástica reducción de ingresos del Estado y el final de los Superavits de la Seguridad Social podría provocar una drástica reducción de los subsidios sociales que afectaría a la duración y cuantía de las prestaciones de desempleo, a las pensiones de jubilación y viudedad y a la sanidad pública gratuita y universal, no siendo descartable la utilización de la «hucha de las pensiones» para poder sufragar las necesidades del Estado en el horizonte del 2.012.