Desde la Moncloa se define el nuevo Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible como «un amplio conjunto de cambios normativos destinados a proporcionar un mejor entorno regulatorio a los agentes económicos para que disfruten de una posición más competitiva en el momento en que se inicie la recuperación económica»1. En plena Crisis Ecológica Global a […]
Desde la Moncloa se define el nuevo Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible como «un amplio conjunto de cambios normativos destinados a proporcionar un mejor entorno regulatorio a los agentes económicos para que disfruten de una posición más competitiva en el momento en que se inicie la recuperación económica»1. En plena Crisis Ecológica Global a la que nos ha arrastrado el funcionamiento irracional del sistema socio-económico capitalista, se vuelve a hacer hincapié en impulsar la competencia. Es decir, para salir de una crisis económica estructural, a la que también nos ha conducido el funcionamiento capitalista, se impulsa una huida hacia delante que intenta promover hasta las últimas consecuencias el funcionamiento del mismo sistema que devora el entorno natural y al ser humano, sistema que debe galopar a lomos de una feroz competencia que antepone los beneficios de unos pocos a los de la mayoría y el medio ambiente.
Y Moncloa continúa: «Esta Ley forma parte de una estrategia que tiene como objetivo fundamental sentar las bases para un modelo de desarrollo y crecimiento de la economía española más sostenible». En este punto podríamos dudar de si el gobierno ZP se refiere a que el sistema económico debe crecer de forma sostenible, es decir, indefinidamente, o si la economía debe desarrollarse al mismo tiempo que respeta la integridad del sistema ecológico mundial; es decir, con un verdadero desarrollo sostenible que deje a las generaciones futuras un entorno de calidad ecológica y cantidad similar o mayor al que disfrutamos actualmente.
Sin embargo, nuestra duda desaparece rápidamente cuando leemos que «la Ley de Economía Sostenible establece reformas normativas para impulsar el crecimiento económico equilibrado y sostenible»2. Comprendemos que lo que realmente significa la «Economía Sostenible» para el gobierno es que la economía debe crecer indefinidamente. El Producto Interior Bruto (PIB) debe aumentar a toda costa incorporando en su crecimiento continuo y acelerado cada vez más proporción del sistema natural, al mismo tiempo que lo destruye y devalúa ecológicamente.
El mismo título de la nueva Ley juega una vez más con el vocablo «sostenible», intentando darle un barniz semántico y engañoso de conservación medioambiental a un proyecto que no disminuirá para nada la enorme huella ecológica del Estado español que rebosa por todas sus fronteras. Si con el uso continuado por parte de políticos demagogos el término «desarrollo sostenible» había perdido ya su significado original, ahora hacen malabarismo con la palabra «sostenible» para colocarla de modo equívoco junto con su «economía».
Esta nueva Ley de «Economía Sostenible» habla de un «cambio del modelo económico» con la protección del medioambiente como uno de los pilares principales. Entre las medidas ambientales de la «Economía Sostenible» destacan el incorporar los objetivos de la UE de reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, elevar al 20% el uso de energías renovables y ahorrar otro 20% de energía en las Administraciones públicas para el año 20203. Estas medidas, aunque positivas, son totalmente insuficientes para frenar el cambio climático y, aún más, la Crisis Ecológica Global.
Lo que necesita ahora la economía del Estado español es una Ley de Decrecimiento que nos permita salir de la crisis económica a la vez que empezamos a solucionar de verdad la crisis ecológica. Una Ley que reconozca los límites del crecimiento económico y fomente una mejora de la calidad de vida de la mayoría de la ciudadanía; sin necesidad de que nuestro sistema económico continúe depredando nuestro entorno natural. Con una Ley de Decrecimiento podríamos hacer menguar la huella ecológica del Estado español para devolverla a los límites espaciales y temporales de los que disponemos. Solo así será posible un desarrollo sostenible real. Esa Ley de decrecimiento debe tener como bandera la primera de las tres erres ecologista: Reduce, Reutiliza y Recicla. Para hacer decrecer el sistema económico tenemos que cambiar, fundamentalmente, el modo de producción, haciéndolo más eficiente y democráticamente planificado, a la vez que repartimos eficazmente las riquezas, mejorando así nuestra calidad de vida.
Frente a una Ley de Economía Sostenible medioambiental y socialmente insostenible debemos apostar por una Ley de Decrecimiento que realmente mejore nuestro presente y el de las generaciones futuras.
Jesús Castillo, militante de En Lucha y profesor de Ecología de la Universidad de Sevilla.
Fuente: http://www.enlucha.org/?q=node/1820
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