Gose son trikitixa, son electrónica y son rock a partes iguales. Ahora presentan su tercer disco, que como los anteriores carece de título. Iñaki y Osoron charlan con nosotros sobre el tercer ‘Gose’, sobre ellos y sobre lo que los rodea.
Para quien no os conozca, ¿de dónde viene Gose?
Iñaki: Gose es un grupo de laboratorio, una mezcla de tres personas con estilos diferentes que se juntan a ver qué pasa. La trikitixa por un lado, las guitarras del rock por otro y los ordenadores por otro, intentando ver si de ahí puede surgir algo. El mérito está en que estilos tan diferentes se junten y puedan hacer algo. Hicimos tres canciones, a alguien le gustaron mucho, nos propuso hacer un disco, luego otro y luego otro. Es una mezcla natural.
¿En qué momento del grupo llega este disco?
I: En un punto difícil, porque teníamos muchos conciertos. Teníamos muchas ganas, pero no había tiempo para hacerlo. Es importante porque es la primera vez que no tenemos casa de discos. Queríamos hacerlo nosotros, como una autoproducción y es importante, porque hemos podido hacer todo el proceso desde el principio. Ha sido más trabajo, pero estamos más contentos. Los sellos no saben cómo salir de la movida en la que andan metidos, y nosotros sabemos que, haciendo canciones, sí podemos salir para adelante.
Y, ¿está funcionando?
I: Al ser el tercer disco, la gente ya va conociendo al grupo. En Euskadi el nombre del grupo se ha movido muy rápido y sí que hay más expectación. Creo que es el que mejores críticas ha recibido. Osoron: No sé si por ser el tercero, pero todo ha sido muy positivo y vemos que en directo sí que funciona. ¿Cómo lo habéis visto fuera de Euskadi? I: Alucinamos mucho en el concierto del Kurdistán ante 50.000 personas. La reacción de la gente fue brutal. Conocimos a un pueblo como el kurdo, que está muy jodido, les dimos media hora de alegría y les hicimos ver que hay gente ahí fuera que los está apoyando. Este aire fresco para mí es de las satisfacciones más grandes que hemos tenido. Los kurdos y Euskal Herria tenemos muchas cosas en común. O: A veces vas fuera y encuentras más aceptación que en el pueblo de al lado de tu casa. Muchas veces tenemos nosotros más prejuicios a la hora de salir, pensado que no nos van a entender y luego ves que esos límites pueden romperse.
Vuestro directo además ayuda, porque es, entre otras cosas, muy visual…
O: El aliciente es que aparte de que se escucha, también lo ves. Es una manera de provocar, unas veces más sutilmente y otras veces más directamente. I: En cualquier concierto lo peor que te puede pasar es que salgas igual que has entrado. Creo que te tiene que provocar algo, aunque sea risa, pero no salir igual que has entrado. Eso me mata porque significa que el grupo no transmite nada. Intentamos que el grupo transmita, ya sea con imágenes, con textos o con música, pero que la gente no salga indiferente.
¿Cómo es vuestro proceso de trabajo diario?
I: No tenemos local de ensayo. Nuestro proceso de trabajo empieza por darle al on del ordenador. Y a partir de ahí ya van surgiendo las ideas. Hemos cogido una parte que nos gusta del tecno, que es la de ensayar en un estudio de grabación.
Vuestras letras van desde lo cotidiano a lo más trascendente, combinadas con la claridad de algunos mensajes…
I: ¿Crees que iremos a la cárcel? Las letras vienen de leer el periódico. Pasan tantas cosas y tan preocupantes, que son como para decirlas. En Euskadi se generan noticias todos los días como para llenar un disco, y no está la cosa como para cantar a las flores.
La trikitixa ha llegado al siglo XXI pasando por muchos procesos de «reinvención». No encontraréis muchos problemas a la hora de sumarla a las bases tecno y a las guitarras.
O: Muchas veces se dice que el mundo folclórico es el ortodoxo y luego te encuentras más ortodoxos en el tecno o en el rock. No es que hayamos encontrado grandes críticas, pero sí hemos comprobado que a veces los más retraídos o atrasados son esos mundos que parecen tan modernos. I: Al empezar con Gose utilizábamos una frase que decía: «Lo que no es tradición, es placer» y a partir de ahí intentamos romper con todo, todo lo que fuera romper con la ‘triki’ tradicional para nosotros era toda una juerga.
Venís de experiencias de dentro de lo que se llamó rock radical vasco (RRV), ¿creéis que es algo que se ha superado con tanto revival últimamente?
I: Mal que nos pese, no está superado. O: El revival es un síntoma, no sé si bueno o malo, porque la situación social y política no ha cambiado mucho. La tensión está en la calle y ahora no sale un grupo que conecte con lo que pasa actualmente; entonces se tira del revival. I: Para que salga una cosa como entonces se tiene que pasar un poco de hambre, no tener curro, etc., entonces es cuando sale algo positivo. Ahora es muy difícil que salga algo con tanta mala hostia, por eso se recurre al RRV, como cuando se hacían canciones que decían algo y por eso no lo vamos a superar en mucho tiempo.
«No podemos seguir así mucho tiempo»
«Nos vamos a quedar sin jóvenes, sin periódicos y sin radios. La detención de miembros de Segi es un ataque bestial. Hace tiempo que no veía detener a treinta y tantas personas sin una razón de peso. Así que en cualquier momento puede pasar de todo. Está el juicio de Egunkaria, lo del Egin… Para mí lo peor es la reacción de la gente, de apatía o miedo ante la impunidad que hay, parece que todo vale, creo que va a haber que volver al contenedor, a quemar algo para reaccionar, lo que pasa es que eso ahora te sale muy caro. Hay muchos más presos que antes, no hay cárceles para sujetar esto… estamos en casi 800. Pero es que hay algunos que no saben por qué, otros han cumplido condena y todavía siguen ahí, no lo entiendo. La última detención de Otegi, ¿por qué? ¿Porque estaba intentando solucionar algo o porque hay una mano oscura que no quiere que se solucione? ¿O sí que quiere pero llevándose ellos los votos? Hay cierto miedo a que los propios vascos seamos capaces de solucionarlo sin negociar con nadie. Y eso no puede ser, porque al PSOE ahora mismo eso le da muchos votos. Aun así, que se detenga a tanta gente es una señal de que se tiene miedo a que algo pueda pasar. Hay más esperanza que nunca, y todas estas cosas que están pasando dan la señal de que están preocupados y les jode. Los que quedemos en Euskadi, a los que nos dejan estar en libertad y pensamos que se puede hacer algo, porque no podemos seguir así mucho tiempo, hay 120.000 personas que no pueden votar y eso no puede ser. Hay que solucionarlo de alguna manera para que pueda haber una izquierda en Euskadi y que sea abertzale. Nosotros somos optimistas y además creo que no puede tardar mucho».
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/No-esta-la-cosa-como-para-cantar-a.html