Periodista asesinado por denunciar que narco, paramilitarismo y oligarquía son uno solo.
Clodomiro Castilla fue asesinado por denunciar que narco, paramilitarismo y oligarquía son uno solo. Que no se silencie su denuncia.
Clodomiro Castilla: un Periodista asesinado hace tan pocos días, y tan eternas heridas… Pocos los días, y eterna la herida que le hace a la humanidad el régimen que acalla a los periodistas, a los que buscan mantener la verdad… Acallados los valientes periodistas independientes a quienes los poderosos, detentores del gran capital, de los mass-media, y de bandas de sicarios, les cobran su osadía con la vida…
Asesinados por ser específicos, recordarlos es llevar sus denuncias, no el «borroneo artístico»
Clodomiro Castilla fue asesinado por denunciar que narco, paramilitarismo y oligarquía son uno solo. Escuche en el anexo un AUDIO de su Voz, valiente, una denuncia grabada rescatada del olvido: que con su asesinato no logren callar sus denuncias…
Recordar a los muertos es adelantar sus denuncias específicas, esas que molestan por su especificidad, y no contentarnos con el «borroneo artístico» e irresponsable del discursillo de: «todo es culpa de los violentos», y con la adoración de la confusión, tan difundida en el caso colombiano, en el que la postura «Walt Disney» pretende que abandonemos la investigación y la contextualización de la realidad, por conceptos simplistas de «cultura de paz» y otras simplificaciones que son un insulto a los masacrados. Porque lo importante es ver la raíz de los problemas, si queremos realmente solventarlos. Clodomiro había denunciado planes desde el DAS para asesinarlo, y planes en los que estaba involucrado el subcomandante de la policía, o sea planes de asesinato desde el mismo estado… Lo han asesinado los mismos que pretenden que nos quedemos en recordatorios borrosos y no vayamos a la raíz de los problemas.
Que con el asesinato de Clodomiro no logren callar sus denuncias…Y que los que quieren confundir regando mentiras sobre «la desmovilización» de los paramilitares, y los cuentos aberrantes del «caos total» y de «las bandas de extrema izquierda y de extrema derecha», no logren hacer su agosto con el asesinato de Clodomiro.
Clodomiro denuncia: «(…) entendimos que era el reinado del paramilitarismo; Mancuso (capo paramilitar) mandando desde su jaula de oro y Benito Osorio haciendo de títere del paramilitarismo gobernando del departamento de Córdoba»
En el audio anexo Clodomiro Castilla denuncia al Gobernador de Córdoba: «Osorio ha pertenecido abiertamente a las AUC(paramilitares)» y «Las designaciones que el Dr. Osorio hizo de sus inmediatos colaboradores nos dejaron a las claras de lo que sería su gobierno: en la secretaría del gobierno departamental designó al Dr. Francisco García Calume con antecedentes de narcotraficante, en la secretaria de asuntos administrativos designó al abogado Armando Herrera, quien venía recomendado por el rector de la universidad de Córdoba Claudio Sánchez Parra, una persona señalada a nivel nacional e internacional como representante de las «autodefensas»(paramilitares), y que durante su administración ha inundado de sangre la universidad. Y en la tesorería departamental designó a la Dra. Cecilia Rosamia de reconocida trayectoria paramilitar que es la persona que el paramilitar Mancuso designó para controlar el gasto publico del municipio y desviar los dineros públicos de la salud a las arcas de los paramilitares, a través de su cuñado Manuel Troncoso Álvarez quien entonces era secretario de salud del municipio»
«En el departamento de Córdoba son ampliamente conocidas estas relaciones (paramilitares-oligarquía)…lo que pasa es que nadie había tenido el valor civil de denunciar (…) realmente la situación mía es muy delicada, porque yo fui el periodista que hice la investigación junto con Adolfo Berrocal de cómo la plata de la salud llegaba a los bolsillos de Mancuso (…)»
Y acerca de la impunidad: «Doy esas denuncias y documentación a la fiscalía general de la nación, y esos procesos duermen el sueño de los justos en la fiscalía 11 y 14 delegadas ante la honorable corte suprema de justicia… sin embargo las amenazas han persistido…yo dirijo una revista aquí que es una revista de combate, una revista de periodismo abierto (…)»
Y acerca del riesgo que corría de ser asesinado en un país donde la vida de los periodistas independientes se valora menos que la de un pavo real del presidente…»El riesgo contra mi vida aumenta cada día más (…) aquí en el departamento de Córdoba se asesinan periodistas y no hay un caso que haya sido esclarecido… y todo por decir la verdad (…) ya se está gestionando mi salida de Colombia. Porque aquí consideramos que solamente se le puede garantizar el derecho a la vida a las vacas de la finca «el ubérrimo» la finca de Uribe; allí permanecen 500 soldados, 300 policías cuidándole la finca al señor presidente… el otro día se le perdió un pavo real y allanaron medio pueblo del Sabanal…»(1)
No es cuestión de «bandas». Clodomiro estaba claro, y estaremos claros si lo escuchamos, por algo dejó su vida para que conociéramos la verdad sin mentirillas ni falsimedias que sustentan al genocidio contra el pueblo colombiano: la verdad es que el gran capital de Córdoba, como pasa en toda Colombia, ha implementado la Estrategia paramilitar, con la logística de las fuerzas militares del estado, para lograr ensanchar sus latifundios y acallar las reivindicaciones sociales. No es cuestión de «bandas delincuenciales», de «violencia endémica», de «actores armados de generación casi espontánea»…un poco de respeto exigen los muertos: es cuestión de que la oligarquía colombiana y las multinacionales, que ejercen el poder político, han implementado consabidamente la Estrategia paramilitar. Y, como premio a sus matones «mata comunistas», la oligarquía les ha otorgado la gestión del narcotráfico, del cual se nutren desde los sicarios hasta los paladines de Estados Unidos: todos, incluida la DEA y la CIA que usa el dinero del narco para sus operaciones encubiertas en toda América Latina. La oligarquía y las multinacionales se nutren de las masacres, los desplazamientos, y del narcotráfico.
Clodomiro Castilla fue asesinado por denunciar la Estrategia Paramilitar del Estado y la oligarquía colombiana; el pasado 19 de marzo en la ciudad de Montería, departamento de Córdoba, al norte de Colombia. Estaba leyendo un libro… y la bala que lo mató iba a por él, no fue alcanzado por «una bala perdida», de esas que abundan en los relatos de la falsimedia…Las balas en este mundo suelen tener una dirección, así como bajo la dirección del gran capital actúan los sicarios.… Porque en Colombia el gran capital se mantiene asesinando al pensamiento crítico, asesinando a la información real, y a la reivindicación social.
Esa es Colombia: un país en guerra porque la oligarquía adelanta una guerra permanente contra el pueblo, con el fin de callar el descontento social ante el empobrecimiento causado por el saqueo. Esa es Colombia: un país en guerra, en guerra de clases; no hay ninguna «guerra de bandas», o «violencia endémica», o teatro de «actores armados», no. Hay un país de 44 millones de personas con sentimientos y realidades condicionadas por la injusticia social; un país cuya gran mayoría de habitantes sufre empobrecimiento y represión… un país cuya minoría extrema, la oligarquía, dirige una cruenta guerra represiva, en la que ni siquiera pone los muertos, ya que manda a los pobres a hacerse soldados en el ejército estatal y su brazo paramilitar encubierto.
El cinismo absoluto: los soldados carne de cañón que defienden a la oligarquía han sido previamente privados de su derechos, para así poder ser instrumentalizados
Los soldados del ejército oficial son los empobrecidos: obligados que están por el servicio militar obligatorio y sobretodo porque el aceptar ser carne de cañón les dará uno que otro acceso a la educación, a la salud, a la vivienda…a todos esos derechos de los cuales han sido previamente privados por esa misma oligarquía cuyos intereses defiende el ejército que los manda a asesinar campesinos, a desaparecer niños y jóvenes para los montajes macabros de los «falsos positivos»(2), a torturar y a desplazar a millones de habitantes de las zonas rurales…Vacíos los campos para que oligarcas y multinacionales ensanchen latifundios y extracciones… vacías las tierras en manos de una oligarquía que adelanta la guerra pero que no pone ni un muerto… Una oligarquía que oferta las tierras vaciadas de habitantes y reivindicaciones a la voracidad multinacional… una oligarquía cuyos hijos nunca han sido, ni serán soldados, pero que sí se lucran del horror militar y paramilitar.
Esa es Colombia: un país en guerra. Y no una guerra por culpa de «los violentos», sino por culpa de los codiciosos, del gran capital que pretende mantener la injusticia social mediante el genocidio.
El saqueo causa empobrecimiento, y por supuesto descontento social, por ello el rol del Estado es esencialmente Represor, y es en este marco que se inscriben prácticas tan macabras como los «falsos positivos», o la Estrategia Paramilitar del Estado colombiano.
¿Casernas, prostíbulos y exilios: precio a pagar para soñar con una vivienda?
Lo más terrible es ver cómo los mismos hijos de los empobrecidos van a ser la carne de cañón de los grandes oligarcas en la defensa de un Estatus Quo de injusticia social, que mantiene señoritos a los enriquecidos y esclavos a los empobrecidos; mientras sus hermanas son las «empleadas de servicio»(o sea las esclavas de la oligarquía), o son abocadas a prostíbulos que cada vez abundan más en Colombia, o bien son sumadas al éxodo, a la emigración… y muchas terminarán servidas en bandeja a la esclavitud moderna en Europa y Estados unidos. Servidas en bandeja por la combinación entre saqueo y empobrecimiento que causa éxodo, y las leyes del apartheid europeo que las margina y las convierte en «ciudadanas de segunda»…
Colombia es un país riquísimo, pero la mayoría de la población sufre hambre y desnutrición. Según la CEPAL más del 49.2% de la población de Colombia vive bajo la línea de pobreza y el 17.7% en indigencia (se anota un aumento de la indigencia en el último informe). Las cifras de los niños víctimas de la pobreza en Colombia son dantescas: 45% de ellos son pobres y 17% indigentes. En Colombia mueren anualmente 20.000 niños menores de 5 años por causa de falta de agua potable y las enfermedades que esta genera, en la guerra económica declarada por la oligarquía y las multinacionales contra el pueblo colombiano. En este contexto de expolio y empobrecimiento, el Estado se erige como garante de los intereses económicos de la oligarquía y de las multinacionales; y es dentro de esta lógica que practica tortura, ejecuciones extrajudiciales, fumigaciones, bombardeos, montajes judiciales, montajes mediáticos… etc.
El Terrorismo de Estado en Colombia ha desaparecido a más de 50.000 personas (3). El Terror Estatal ha desplazado de sus tierras a más de 4,5 millones de personas, mediante su Herramienta Paramilitar y sus cuerpos militares asumidos abiertamente. El terrorismo de Estado colombiano tiene encarcelados bajo burdos montajes judiciales, a más de 7.500 presos políticos.(4)
El periodista Clodomiro Castilla era conocido por denunciar el paramilitarismo y sus alianzas con elites regionales. Denunciados en el audio anexo: Benito Osorio, corrupción en impunidad total, la ex «defensora del pueblo» y hoy cónsul en Nueva York, María Milena Andrade, también Margarita Rosa Andrade García, William Sallet vinculados con las AUC(paramilitares), entre otros.
ClodomiroTrabajaba desde hace siete años en el programa matutino de noticias de la emisora La Voz de Montería, desde donde denunció alianzas del paramilitarismo con las elites regionales de Córdoba.
Recientemente Clodomiro Castilla, había revelado una conversación del oligarca director del diario El Meridiano de Córdoba, William Sallet con el Capo paramilitar Salvatore Mancuso. En el 2008 Clodomiro entregó grabaciones a la Corte Suprema de Justicia que demostraban los vínculos de Willian Sallet y María Milena Andrade, ex-defensora del pueblo en Montería, con el narco-paramilitar Salvatore Mancuso. Uribe nombró entonces a María Milena Andrade, cónsul de la oligarquía colombiana en Nueva York…
Willian Sallet es cercano a Uribe… Clodomiro los incomodaba, pues Clodomiro no era amigo de las mentirillas, ni de las verdades a medias: no acataba la versión de «la bala perdida», de «las bandas extremistas»; Clodomiro sabía, investigaba y denunciaba que la cuestión era de masacres dirigidas, específicas, de paramilitarismo funcional a la oligarquía y por ella organizado… sabía que la situación en Colombia no es «fruto de un gran desorden», sino de un orden sanguinario.
Lo que Clodomiro Castilla había denunciado es el mecanismo pérfido que emplea la oligarquía colombiana para mantener la bestial injusticia social: había denunciado los nexos indisociables entre oligarquía, narcos y paramilitares, los vínculos del presidente con los narcotraficantes: por eso fue asesinado.Escuche en al audio a Clodomiro Castilla denunciando en la radio… denunciando a Uribe entre otros denunciados… escúchelo, que su muerte no haya sido en vano…
NOTAS:
(1) Audio denuncias del periodista asesinado Clodomiro Castilla: http://www.youtube.com/watch?v=CbB522gnnhI&feature=player_embedded#
(2)http://www.kaosenlared.net/noticia/colombia-guerra-mediatica-cadaveres-utiles-estado-madres-soacha-contra
(3) Terrorismo de Estado, 50.000 desaparecidos en Colombia: http://justiciaypazcolombia.com/50-000-personas-desaparecidas-en
(4)http://www.arlac.be/A2009/2009/Tlaxcala.htm . Campaña europea 2009-2011 por la liberación de los presos políticos en Colombia. Son 7500, en su mayoría presos de opinión y activistas sociales que luchan por una Colombia digna, con paz y justicia social. Las asociaciones y personas del mundo que quieran apoyar la campaña por la liberación de los presos políticos en Colombia, son bienvenidas. Para firmar pinchar aquí: http://www.tlaxcala.es/detail_campagne.asp?lg=es&ref_campagne=14
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.