Desde nueve de junio, los trabajadores del Sindicato Número Uno de Calzados Guante y Gacel, ante la majadera negativa de los dueños de negociar colectivamente, se encuentran en huelga indefinida. El secretario de la organización, Oscar Acevedo, señaló a D1 que «hasta el momento los propietarios de la empresa no quieren dialogar con nosotros». 231 operarios de […]
Desde nueve de junio, los trabajadores del Sindicato Número Uno de Calzados Guante y Gacel, ante la majadera negativa de los dueños de negociar colectivamente, se encuentran en huelga indefinida.
El secretario de la organización, Oscar Acevedo, señaló a D1 que «hasta el momento los propietarios de la empresa no quieren dialogar con nosotros».
231 operarios de la fábrica de zapatos ubicada en San Miguel, tienen paralizada la elaboración de productos, lo que, en los hechos, ha significado que se deje de hacer un 75 % de los 3.200 pares de zapatos que producen diariamente.
Un tercio de los trabajadores gana el salario mínimo ($165 mil pesos / 309 dólares), y más de la mitad no llega a los $ 200 mil pesos mensuales (356 dólares). Ante los sueldos de hambre, los obreros demandan un reajuste remuneracional que incorpore el IPC más dos puntos anuales; el pago del bono legal al año de 4,75 sueldos; un bono de producción garantizado de dos pesos por cada par de zapatos fabricados; un bono de término de conflicto de $ 400 mil pesos para cada uno de los trabajadores en huelga; y una indemnización por despido a todo evento.
Calzados Guante, cuyo dueño es Félix Halcartegaray, vende anualmente 30 millones de dólares, de los cuales, 10 millones de dólares corresponden a utilidades netas.
El dirigente sindical, Oscar Acevedo asegura que «el estado de ánimo de los compañeros es súper bueno; seguiremos fuerte y adelante hasta alcanzar nuestras demandas, y no aguantaremos que el dueño nos ponga el zapato encima.»
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