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La guerra es la paz

Fuentes: Rebelión

La guerra es la paz era una de las consignas máximas del estado totalitario de Oceasia dirigido por el Gran hermano en la célebre distopía escrita por Orwell y titulada 1984, la distopía es el termino contrario a la utopía y se refiere para enmarcar una sociedad opresora tutelada de manera dictatorial por un gran […]

La guerra es la paz era una de las consignas máximas del estado totalitario de Oceasia dirigido por el Gran hermano en la célebre distopía escrita por Orwell y titulada 1984, la distopía es el termino contrario a la utopía y se refiere para enmarcar una sociedad opresora tutelada de manera dictatorial por un gran líder que se presenta a la sociedad como un salvador y esta lo acepta y lo aclama en su mayoría, después de dar esta breve descripción del término «distopía» podemos afirmar que el estado-guerra Colombiano hace de este país «macondiano» del realismo trágico un terreno distópico .

A sus 59 años es dado de baja Jorge Briceño alias el «Mono Jojoy» el día miércoles 22 de septiembre de 2010. Briceño era el responsable militar de las FARC-EP, comandante del bloque nororiental y miembro del estado mayor. La operación denominada «Sodoma» contó con presencia de elementos de todas las ramas de las fuerzas armadas con un contingente aéreo de más de 30 aviones y 27 helicópteros, durante dicha operación murieron dos oficiales, la realidad de nuevo contraria los partes oficiales que en esta oportunidad daban como única baja a la perra antiexplosivos Sasha, los soldados José Javier García Capera y Jaime Sánchez Robayo.

Los medios de comunicación han hecho de la muerte del «Mono Jojoy» un espectáculo mediático, los lobos aúllan paz como un rebaño de inocentes corderos, la necrofilia acompaña a los colombianos al momento de la cena, viendo el noticiero o en bus con sobre cupo mientras van rumbo a su trabajo precario, en todo espacio el Gran Hermano comunica su mensaje, el Gran Hermano te vigila. «El símbolo del terror en Colombia ha caído», enfatizó Santos a la prensa en la sede de la ONU, donde participa en la Asamblea General, y en todos los medios se repitió la alocución constantemente con el fin de buscar cohesión social frente a dichas declaraciones.

El presidente Juan Manuel Santos y sus diversos subalternos muestran una felicidad casi morbosa por el abatimiento de Briceño, sonríen a la prensa y rodeados de sus perros de caza, entoendase cúpula militar, se puede divisar en sus caras un efecto casi de placer sexual, maquillando su morbo y endulzandolo por la consigna del servicio a la patria, a una patria de mierda.

¿Todos dicen que el «Mono Jojoy» era el terror que azotaba a este país y bueno, me pregunto yo, que pasa con los terrores que lo siguen azotando? Y ¿qué paso con los miles de asesinatos de estado llamados «falsos positivos» de los cuales Santos es directo responsable? , ¿Qué pasa con los que perdieron su vida por pensar distinto o aquellos que sus seres queridos tuvieron que despedir abalados, torturados; acaso ese el precio de ser un crimental sudamericano? y ¿los desaparecidos; quizás en una fiesta, a una ultima cena, en el en el Uberrimo?

Sin embargo esta parodia sigue, este país hiede a muerte y ello se nos hace tan habitual que cuando los grandes asesinos se reclaman como ángeles vengadores la gente les cree, los vitorea y ebria de ceguera los aplaude apasionadamente, y olvida lo cercana que la muerte ronda, que va vestida con la sangre de los desdichados, se le olvida las vidas extintas por aquellos Herodes que se postran en el poder, por su economía, por su política, por su modelo de país. Me cabe preguntarme, ¿si en verdad luchamos contra el terrorismo porque no se bombardea la casa de Nariño?

En este articulo no se pretende ensalzar a las FARC o a el Mono Jojoy, ni hacer juicios hacia él; en este articulo se hace referencia a la otra cara, al otro bando, al Estado y al poder que escondido en un guante de terciopelo rigen cruel e hipócritamente el destino de este país.

Bueno al parecer en Colombia la distopía escrita por Eric Arthur Blair en 1948 bajo el seudónimo de George Orwell parece haber anclado en tierras fértiles y no solo por lo plasmado brevemente en las líneas anteriores, ya que hay más aristas e interconexiones entre la distopía y nuestra realidad.

Recuerda que en el discurso hegemónico de esta democracia «La guerra es la paz. La libertad la esclavitud. La ignorancia la verdad»

Que dios y el espíritu santo nos acompañe a este país consagrado a los Santos, Hijos de Uribe Dios todo poderoso , y al «sangrado» corazón, amén.

Atarka Rebel – Crimental activo-

Escrito en el año 26 de la era Orwelliana.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.