La reforma educacional propuesta por el gobierno de Sebastián Piñera tiene como objetivo final poner fin a la educación pública o por lo menos reducirla a su mínima expresión, incentivando que los estudiantes se conviertan en «clientes» de los colegios privados subvencionados. Piñera y Lavín tienen como objetivo terminar el camino que empezó su mentor […]
La reforma educacional propuesta por el gobierno de Sebastián Piñera tiene como objetivo final poner fin a la educación pública o por lo menos reducirla a su mínima expresión, incentivando que los estudiantes se conviertan en «clientes» de los colegios privados subvencionados.
Piñera y Lavín tienen como objetivo terminar el camino que empezó su mentor político, Augusto Pinochet, política privatizadora que en todo caso también continuaron los gobiernos de la Concertación.
Esta es la propuesta más «ambiciosa» aplicada en educación.
Esta claro que detrás de toda esta propuesta lo único que mueve al gobierno de los empresarios es la ambición, el objetivo es obtener el mayor lucro posible a costa de los sectores más pobres de la población, traspasando enormes cantidades de dinero del Estado (de todos los chilenos) a los bolsillos de los empresarios privados de la educación, con esta «reforma» se amasaran nuevas fortunas personales, las de los sostenedores privados.
La derecha y la Concertación buscan privatizar la educación.
Los empresarios de la educación privada, están muy bien representados por la derecha y la Concertación, este es un negocio que se han repartido equitativamente entre ambos conglomerados. El gobierno de Piñera sabe que a pesar de los discursos para la galería de los representantes de la Concertación, estos no harán nada para impedir la privatización de la educación.
La «suma urgencia» busca acelerar el proceso de legalización de la ley en el Congreso y de esta manera impedir que el gremio de los profesores pueda llamar a algún tipo de movilización para oponerse, además la fecha elegida para el lanzamiento de esta «reforma» tiene el mismo objetivo, dado que en este momento los estudiantes de cuarto medio ya están de vacaciones y el año académico esta finalizando, lo que dificulta la capacidad de reacción de los sectores involucrados en el tema.
La Concertación es incapaz de ser oposición al actual gobierno.
Esta más que claro que la Concertación es incapaz de ser oposición, ¿A que podrían oponerse? Si el actual gobierno esta llevando a cabo las mismas políticas privatizadoras que ellos realizaron durante sus gobiernos.
Varios personeros de la Concertación ya han salido apoyando la «reforma» de Piñera, como es el caso de Claudio Orrego, alcalde de Peñalolén y vicepresidente de la Democracia Cristiana, que ha dicho que «es una gran reforma y nadie puede restarse», declaraciones similares ya han sido vertidas por el «compañero» Fulvio Rossi, Senador del Partido Socialista y del Senador del PPD Jaime Quintana. Los empresarios concertacionistas de la educación, como es el caso de Mariana Aylwin, están felices con la medida y de hecho son parte de la propuesta inicial (en su calidad de «expertos») que va a enviar el gobierno de Sebastián Piñera.
Solo los trabajadores podemos defender nuestros intereses.
Esta «reforma» a la educación, sin lugar a duda es el ataque más criminal que están impulsando los empresarios en contra de los hijos de los trabajadores, con esto están condenando a las futuras generaciones a no ser más que mano de obra barata y funcional al sistema de los patrones.
El único camino para defender la educación e impedir su privatización, es unificando las luchas de todos los sectores de la clase trabajadora, cuando nuestros hijos pierden el derecho a una educación de calidad, cuando también estamos perdiendo (hace rato) el derecho a recibir una buena atención de salud, dado que también la están privatizando. Finalmente si sumamos a todos los sectores que hoy están siendo atacados por el gobierno de los empresarios, podemos ver que es el conjunto de la clase trabajadora la que esta bajo ataque.
No hay solución para los damnificados por el terremoto, para los pobladores sin casa o con deudas hipotecarias, salud y educación se encuentran bajo un ataque privatizador, a los trabajadores de la ANEF y a los trabajadores en general, no les quieren entregar un aumento salarial decente, esto a pesar del alto precio del cobre, de las enormes ganancias de los bancos y de los empresarios en general, finalmente solo nos dan la «oportunidad» de seguir endeudándonos
Debemos unificar las luchas y nuestras demandas.
Esta es la hora de plantearse seriamente la necesidad de unificar las luchas y nuestras demandas, los empresarios están claramente unificados para continuar con los ataques y para ello cuentan con el apoyo del actual gobierno.
Llego el momento de unificar a los trabajadores y a todos los sectores populares que hoy estamos siendo pisoteados por los patrones y empezar a lanzar la iniciativa de organizar un Gran Paro General que ponga fin al abuso constante de los empresarios.
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