Las serpientes de verano han amanecido antes de lo esperado. La mitología dice que es la víspera de san Juan, celebración del solsticio de verano, y onomástica del valedero de la venida del Cristo, cuando los dragones que custodian a las damas encantadas y prisioneras se vuelven volubles, y la tradición política que es en […]
Las serpientes de verano han amanecido antes de lo esperado. La mitología dice que es la víspera de san Juan, celebración del solsticio de verano, y onomástica del valedero de la venida del Cristo, cuando los dragones que custodian a las damas encantadas y prisioneras se vuelven volubles, y la tradición política que es en agosto cuando se corren los bulos más grandes a modo de globos-sonda para calcular los pasos a dar a lo largo del siguiente curso lectivo, perdón, legislativo. Pero éste año ni junio ni agosto, ha sido julio el mes elegido para tantear los ánimos de los ciudadanos.
La victoria de Bildu en Gipuzkoa, hecho que le ha permitido hacerse con las cabezas de las dos instituciones más representativas de la provincia (la Diputación y el Ayuntamiento de la capital, así como con gran cantidad de sus municipios de menor entidad) ha ejercido de acicate para un ataque al funcionamiento democrático al menos tres direcciones: en primer lugar se habla de la reforma de la Ley de Territorios Históricos (LTH), según la cuál son las Diputaciones las responsables de la recaudación de los impuestos, cuyos montos serán compartidos por ayuntamientos y por el Gobierno Vasco. Y aquí es donde les duele a los actuales residentes de Ajuria Enea, que encuentra en los entes forales sus máximos detractores y enemigos. La jugada del PSE se ha centrado en excluir a Bildu de la presidencia de la Diputación, a cambio de nada. Es decir, que el PNV logre el apoyo del PSE y PP sin reclamar para sí la Lehendakaritza «robada». De aquellos polvos surgieron estos lodos. Pero la LTH, para ser reformada, requiere un consenso tan amplio que el camino a recorrer se acaba antes de comenzar.
La segunda dirección la marcó el expresidentes del Gobierno del Reino de España, don Felipe Gonzalez , sí, aquél que parecía representar la famosa «X» que el juez Baltasar Garzón indicaba como cabeza pensante de los tristemente conocidos GAL. La propuesta es sencilla, ante la victoria de Bildu en la Diputación de Gipuzkoa , suprimamos las Diputaciones y, «muerto el perro, se acabó la rabia». La justificación tampoco es descabellada: la población cuenta con ayuntamientos, mancomunidades, Diputaciones, Gobiernos Autonómicos y Gobierno Central (Congreso de Diputados y Senado), una multiplicidad de cargos que encarece su mantenimiento inútilmente. El señor González Márquez no se refiere a lo obsoleto que aparece hoy en día el Senado, pero sí rechaza las instituciones históricas de las Diputaciones (verdadero control parlamentario a los gastos de los Gobiernos Autónomos, al menos en la Comunidad Autónoma Vasca, CAV, y la Comunidad Foral de Navarra, CFN). Segunda serpiente de verano abocada al fracaso, pero que, por si acaso, se lanza a la palestra.
Por último, al constatar el rechazo a las dos propuestas indicadas, son el PP y UPyD quienes marcan el rumbo a seguir, creando así la tercera serpiente volátil: abrir el proceso de ilegalización de Bildu . Hemos de creer que no se trata más que de una fanfarronada y una puesta en escena de cara a los próximos comicios generales, ya que Bildu es, en esencia, una coalición de dos partidos plenamente legales (Eusko Alkartasuna y Alternativa), y nada más que eso. Que incluya entre sus representantes a miembros de la izquierda abertzale no es más que anecdótico, como lo es que los independientes del PSE puedan apoyar a Bildu , frente al PNV, en ciertas instituciones. Pero lo es más, porque la propuesta se liga al caso hipotético de que el PP logre la mayoría absoluta en las próximas elecciones (a las que, por el momento Bildu puede presentarse), y que los jueces les den la razón. El hecho es que, de haberse celebrado junto a las municipales y forales, y extrapolando los datos, el PP tendría que ilegalizar a los presumiblemente 7 diputados de Bildu , más del doble de lo que se prevé para UPyD , algo que costaría explicar en Europa, donde con toda seguridad recurrirá la coalición legalizada.
Se trata, por lo tanto de crear serpientes de verano, que se desvanecen una vez pasado éste. Sin embargo, las actitudes sí que dan miedo. Cuando el PP arrasó en las últimas elecciones, en plena efervescencia del movimiento 15-M, los militantes congregados frente a su sede en la calle Génova, vitoreaban a sus líderes junto a dos consignas contradictorias entre sí, pero destinadas a dos públicos diferentes: «esto sí es democracia» se dirigía a quienes reclamaban en la plaza Sol una «democracia real ya»; y «fuera Bildu», como si democracia y pluralismo estuvieran enfrentados. La conclusión es clara: la democracia del PP es la «democracia orgánica» del Generalísimo.
Es verdad que el PNV no ha logrado la makila de la Diputación de Araba, algo que le va a costar digerir, pues era la tercera pata del banco para enfrentarse al Lehendakari López, toda vez que el hecho de que Bildu se hiciera con la de Gipuzkoa no entorpecía sus objetivos. Y he aquí que «Roma no paga a traidores», por lo que la desaparición de IU-EB del escenario político se muestra cada vez más cercana. Tampoco ha luchado por mantenerse en el sillón presidencial en Gipuzkoa, a sabiendas que se enfrentaba a gobernar un territorio ampliamente dominado por la coalición «soberanista» o «transversal». Y también es cierto que la formación nacionalista debe marcar distancias con los vencedores en territorio várdulo. Pero, igualmente, el PNV sabe que si en política todo es posible, la «pinza» de Bildu con el PSE y PP en Bizkaia puede arrebatarles un feudo que no están dispuestos a arriesgar; o que lo mismo puede suceder en Getxo. No es que Bildu pacte con sus enemigos naturales, pero sí que puede poner en un brete a quienes ostentan el poder en la actualidad en dichas instituciones.
Concluyendo, «mucho ruido y pocas nueces» en este mes de julio de 2011. Ruido, eso sí, que intenta acallar algo que parece evidente, y que la prensa española calla: que la izquierda del PNV (EA + Alternativa + Sortu + la extinta Zutik + Aralar) es capaz hoy en día de tomar las riendas del soberanismo vasco y amanecer como referente ante un PNV anquilosado y falto de programa soberanista .
Al PNV aún le queda la baza de presentar a Juan José Ibarretxe como candidato futuro a las elecciones autonómicas. Se trataría de un personaje curtido como lehendakari, y respetado por propios y ajenos, logrando así arrebatar algún voto a Bildu. Pero Bildu podría hacer lo mismo con Karlos Garaikoetxea, como cabeza de lista, y Arnaldo Otegi como segundo, limitando la pérdida de votos nacionalistas por la experiencia del primero y el compromiso del segundo.
La lucha, a día de hoy, no se centra entre el españolismo del PP y PSE, que ya han demostrado de qué son capaces, sino entre el autonomismo del PNV y el independentismo de su izquierda. Si ésta última se impone, la independencia de Euskal Herria estará más cerca.
P.D. extrapolando los datos de las últimas elecciones a las Generales tendríamos los siguientes resultados: Por orden de incidencia tenemos: Bildu (7) + NaBai (1) de Aralar (8); PNV (7); PSOE (PSE+PSN = 4); PP (PP+UPN = 4).
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