En entrevista telefónica desde Valparaíso, Francisco Marín (1973), corresponsal del semanario Proceso, habla del movimiento estudiantil chileno: «Los estudiantes son los grandes defensores de la Patria y de la educación, están procurando un cambio, han denunciado que las trasnacionales del cobre obtuvieron ganancias -el 2010- por 35,000 millones de dólares, 3.3 veces más que el […]
En entrevista telefónica desde Valparaíso, Francisco Marín (1973), corresponsal del semanario Proceso, habla del movimiento estudiantil chileno: «Los estudiantes son los grandes defensores de la Patria y de la educación, están procurando un cambio, han denunciado que las trasnacionales del cobre obtuvieron ganancias -el 2010- por 35,000 millones de dólares, 3.3 veces más que el presupuesto global para la educación; los estudiantes han puesto en el debate la necesidad del plebiscito para una Asamblea Constituyente, poniendo de rodillas al tradicional sistema político. La represión que sufren los estudiantes ya fue denunciada por Amnistía Internacional y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ambos organismos le pidieron explicaciones al gobierno de Sebastián Piñera por el trato violento que le dan a niños, adolescentes y jóvenes universitarios».
MC.- ¿Cuál será el eje de tu próximo reportaje en el semanario Proceso?
FM.- El fin del mito chileno y el eje será cómo las manifestaciones de los estudiantes por la democratización de la educación han tenido tanta fuerza y relevancia que demostraron que el mito chileno del que se habla en el mundo, como ejemplo a seguir, está lleno de falencias y no es un modelo democrático, sino un modelo concentrador de riquezas y generador de miserias; en el ámbito de las protestas se hace evidente que Chile tiene la educación universitaria más cara del mundo y tiene las tasas de endeudamiento más caras -un estudiante en promedio cuando sale de la universidad, paga un 174% de su primer salario-, estudiar la universidad es tan caro como comprar una casa, pero este análisis no se había sociabilizado por el control de los medios de comunicación, los estudiantes han hecho una labor pedagógica con sus originales y masivas protestas, demostrando la injusta realidad del país.
MC.- ¿En qué consiste la nueva información que presentarás con respecto al reportaje «La revolución de los estudiantes» publicado el 10 de julio en Proceso?
FM.- El pasado 4 de agosto el movimiento estudiantil atravesó un portal, los estudiantes tenían un plan de contingencia porque creían que pocas personas los respaldarían en las calles -por la represión, por el agotamiento luego de semanas en las calles, por la negativa del gobierno para autorizar nuevas marchas-, pensaban que perderían el poder de convocatoria y que comenzaría el declive del movimiento estudiantil, pero fue todo lo contrario, porque la represión gubernamental provocó una reacción al punto que toda la sociedad chilena continúa acompañándolos, la solidaridad se expresó con cacerolazos y marchas en todo el país -sólo comparadas con las 22 protestas nacionales de 1983 a 1987 que terminaron con la dictadura de Pinochet-; en el fondo, el 4 de agosto el pueblo chileno emergió de las tinieblas mostrando su enorme fuerza y respaldo al movimiento estudiantil.
MC.- ¿Qué exigen los estudiantes?
FM.- El objetivo fundamental es construir un nuevo modelo educativo en Chile, distinto al modelo de mercado instaurado por la dictadura de Pinochet y consolidado durante la Concertación; los estudiantes exigen un modelo democrático para la educación pública, estatal y gratuita, que también contemple la participación de agentes privados, pero no el lucro de la educación. El gobierno de Piñera está menoscabado, su preocupación se basa en que los estudiantes acepten ir a discutir al Congreso Legislativo el tema de la educación, desde hace un mes el estudiantado ha conseguido enormes triunfos, por lo pronto los estudiantes tienen el 84% de aprobación de la población y el declive del gobierno fue del 37% al 25% según las últimas encuestas.
La fuerza del movimiento estudiantil acorraló gobierno, logrando la presión internacional con marchas en Uruguay, Argentina, Francia y México, además de los mensajes de solidaridad de prestigiados intelectuales -como Eduardo Galeano, Silvio Rodríguez y Elena Poniatowska- y la atención de los medios de comunicación, por ejemplo, el jueves 11 de agosto: El País de España, la Agencia BBC de Londres, The Economist y Le Monde publicaron notas y editoriales llamando al gobierno chileno para que escuche las demandas de los estudiantes, al igual que día atrás lo hizo The New York Times en una nota que describía: «el alabado modelo chileno de desarrollo no puede ser un ejemplo para el mundo por ser injusto».
MC.- ¿Por qué no funcionó la renuncia y el enroque del Ministro de Educación propuesto por Piñera?
FM.- Lo más increíble es el pésimo manejo político de Piñera, porque Joaquín Lavín es el eterno candidato presidencial de la UDI -el partido identificado con el pinochetismo- y el Ministerio de Educación era una prueba de fuego para ver si Lavín podía aspirar otra vez a la presidencia, Lavín tenía el 75% de respaldo según las encuestas sobre su gestión, era uno de los ministros mejor evaluados -debido al marketing de presentarse como bonachón, abrazando a los niños y otras obras de caridad-, pero se enfrentó a un gran problema: el malestar de los estudiantes y de la sociedad chilena con lo injusto del sistema en su conjunto -distribución de la riqueza, exclusión en los servicios de salud y endeudamiento para acceder a la educación universitaria-, el gobierno presentó un plan durante la gestión de Lavín «El Gran Acuerdo para la Educación», pero cuando lo presentó, Lavín ya había perdido su popularidad mediática, así que lo acompañó el presidente Sebastián Piñera en cadena nacional, a los pocos días renunció al Ministerio de Educación y el nuevo encargado del despacho -Felipe Bulnes- explicó a los estudiantes que él asumía para rectificar el camino. Al inicio de la semana pasada Felipe Bulnes presentó una propuesta -que a grandes rasgos es la misma de Joaquín Lavín- que los estudiantes rechazaron de inmediato. El movimiento se revitalizó el 4 de agosto, tras la gran represión que lanzó el gobierno como respuesta a la protesta nacional. Ahora, Sebastián Piñera se enfrenta a la difícil situación del segundo rechazo a su propuesta, y las manifestaciones se expandieron son en todo el país. Recordemos que desde hace 24 días alrededor de 30 estudiantes secundarios permanecen en huelga de hambre; por otra parte, 20 universidades están paralizadas y en los últimos días, centenares de colegios particulares se han sumado a la huelga estudiantil, incluidos colegios de las clases altas.
MC.- Ante el incremento del respaldo de la ciudadanía al movimiento estudiantil, el gobierno endureció su postura, ¿de qué tamaño es la represión contra los estudiantes?
FM.- Es una represión absolutamente salvaje y desproporcionada, el 4 de agosto el gobierno disparó bombas lacrimógenas desde helicópteros a los manifestantes -bien pudieron golpear en la cabeza a alguien-; el Ministro de Interior Rodrigo Hinzpeter cuando se reunió, el 3 de agosto, con Camila Vallejo -presidenta de la Federación de Estudiantes- le expresó que si no cancelaban la marcha del día siguiente ella sería responsable de los muertos que hubiera. Además, está documentada la infiltración de policías vestidos de civil para iniciar las hostilidades y así justificar la represión, los carabineros llegaron a disparar 250 bombas lacrimógenas en un día a la casa central de la Universidad de Chile, y 130 bombas lacrimógenas al Instituto Nacional -de donde han egresado 20 presidentes de Chile-, los carabineros terminan tirando las bombas en espacios cerrados y esperando a los estudiantes para golpearlos, una vez arrestados desnudan a los estudiantes y los han golpeado en sus genitales, además los atropellan con la caballería en ataques despiadados, muchas de las víctimas son menores de edad.
Los estudiantes son los grandes defensores de la Patria y de la educación, están procurando un cambio, han denunciado que las trasnacionales del cobre obtuvieron ganancias -el 2010- por 35,000 millones de dólares, 3.3 veces más que el presupuesto global para la educación; los estudiantes han puesto en el debate la necesidad del plebiscito para una Asamblea Constituyente, poniendo de rodillas al tradicional sistema político. La represión que sufren los estudiantes ya fue denunciada por Amnistía Internacional y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH-OEA), ambos organismos le pidieron explicaciones al gobierno de Sebastián Piñera por el trato violento que le dan a niños, adolescentes y jóvenes universitarios, la CIDH y AI preguntaron por qué los carabineros persiguen a niños de 9 y 10 años y los golpean, hiriendo la conciencia de la humanidad.
MC.- ¿Cómo se comporta la clase política de la Concertación?, ¿es una verdadera oposición a la derecha?
FM.- No, los estudiantes se dieron cuenta que la derecha y la Concertación son la misma cosa, porque la Concertación consolidó el sistema, por ejemplo, el presidente socialista Ricardo Lagos instituyó el sistema de Crédito con aval del Estado (CAES) -es decir que los fondos del Estado se transfieren a la banca y los estudiantes se endeudan con la banca privada, que cobra intereses usureros-, los distintos gobiernos de la Concertación privatizaron toda la educación, la Ley General de la Educación -que surgió después de la revolución de los pingüinos de 2006- sólo consolidó el sistema. Los estudiantes desprecian a la clase política, el jueves 11 de agosto protestaron frente a Ricardo Lagos en la Universidad Viña del Mar, también hubo protestas contra Michele Bachelet -la única política que gozaba de cierta popularidad- pidiéndole explicaciones, porque ella aprobó la Ley General de Educación, ni al Partido Socialista lo consideran un interlocutor, la Concertación se dio cuenta que los estudiantes gozan del 80% de respaldo y la coalición política (PS-DC-PPD) sólo tiene un 17% de aceptación, así que no les quedó otra que apoyar en el discurso a los estudiantes. El caso del Partido Comunista (PC) es distinto -porque ellos recién se integraron al parlamento- en todo momento el PC apoyó las demandas de los estudiantes, pero se ven arrastrados por el desprecio generalizado por la clase política.
MC.- Teniendo en cuenta la trayectoria de las luchas sociales del pueblo mapuche, ¿qué noticias llegan desde la Araucanía en el contexto estudiantil?
FM.- Hay bastantes protestas en la zona roja del conflicto mapuche, en la comuna de Ercilla, se registraron enfrentamientos con carabineros ante la brutal represión; este mes de agosto habrá una decisión trascendental con la posible aprobación del mega proyecto minero de extracción de carbón en el paraíso natural de Isla Riesco, en el extremo sur de Chile, esperándose manifestaciones si es aprobado. Entonces, el conjunto de protestas han demostrado una realidad que no se comprendía: la verdadera oposición son los movimientos sociales, porque la «opositora Concertación» cuando fue gobierno impulsó proyectos neoliberales y la Ley Antiterrorista contra los mapuches, así que ahora la Concertación no tiene legitimidad ni la posibilidad de liderar una oposición al gobierno.
MC.- Ante el 80% de aceptación del movimiento estudiantil entre la ciudadanía, ¿qué tipo de cobertura hace la prensa tradicional escrita y televisiva para no perder rating, ni lectores?
FM.- Los periódicos El Mercurio y La Tercera se han ido en picada contra el movimiento estudiantil, han intentado todo tipo de estrategias para desprestigiar a los estudiantes, los han vinculados a fuerzas extremistas, El Mercurio y La Tercera son voceros del gobierno, pero sus esfuerzos por descalificar a los estudiantes no les da resultados. El movimiento estudiantil ha criticado la actuación de los medios televisivos, se tomaron Chilevisión -Piñera fue el anterior dueño del canal CHV/TV-, y el Colegio de Periodistas ha denunciado a Televisión Nacional de Chile (TVN) ante el Consejo Nacional de Televisión por la cobertura parcial que hacen del movimiento estudiantil; cada vez que TNV mostraba una noticia sobre los estudiantes ponía imágenes de un encapuchado enfrentándose a la policía, el Colegio de Periodistas demostró que no importaba el contexto de la noticia -por ejemplo si había consejo de rectores con los estudiantes- las imágenes de fondo eran encapuchados y bombas molotov. En la televisión chilena no existen los debates, muy pocas veces invitan a los estudiantes para dar su opinión en los noticieros, pero nunca han sentado en un foro de televisión a un estudiante con un funcionario del gobierno de Piñera para debatir ambas posiciones sobre la educación, los estudiantes piden que el diálogo con el Ministro de Educación y los Legisladores sea abierto y transmitido por televisión. En todo caso, las radios de audiencia nacional -como Radio Bío Bío– han mostrado los temas de fondo y abrieron sus micrófonos al movimiento estudiantil para democratizar la discusión.
MC.- Mencionaste la repercusión del movimiento estudiantil ante la prensa internacional, ¿con qué periodicidad te solicitan reportajes para la Agencia de Proceso?, ¿cómo calificarías el interés del semanario mexicano Proceso por las noticias chilenas?
FM.- Debo decir que nosotros publicamos reportajes sobre el moviendo estudiantil antes que los medios extranjeros acreditados en Chile, desde años anteriores hemos dado cobertura a la problemática de la educación, nos habíamos anticipado al fin del mito del modelo chileno desde 2002, mi primer artículo en Proceso fue sobre el desfalco en el cobre chileno por parte de las trasnacionales, después hemos abordado temas como la privatización de la educación, de la salud y de las pensiones de los trabajadores de la tercera edad. A lo largo del tiempo, documentamos las falencias del modelo chileno, las que fueron escondidas por los medios de comunicación chilenos y la complicidad de medios de comunicación del extranjero -ambos se esforzaron en mostrar a Chile como ejemplo, pero nunca hubo motivos para celebrar-, muchos temas que publicamos en Proceso no se conocen en Chile o recién se abre el debate, debo reconocer que en Proceso nunca me han censurado, sólo me piden que mis reportajes estén bien documentados y fundamentados.
MC.- Cambiando de tema, la periodista Faride Zerán me dijo: «La Fundación Neruda es la metáfora perfecta de la transición a la democracia chilena», por la Ley Antiterrorista, por el copyright de Neruda invertido en la empresa de un asesor de Pinochet; el último capítulo de la «metáfora» es la negativa de la Fundación Neruda para esclarecer la muerte del poeta, ¿qué novedades conoces de la investigación del Juez Mario Carroza?
FM.- La denuncia de Manuel Araya -asistente personal de Neruda- despertó el interés de varios medios de comunicación a nivel internacional; el 30 de mayo, el Juez Mario Carroza acogió a trámite la querella del Partido Comunista, siento un poco de tristeza decir que después de dos meses de iniciada la demanda, hasta el día lunes 8 de agosto la Policía de Investigaciones tomó la declaración formal de Manuel Araya y al mismo tiempo personajes involucrados a la Fundación Neruda fueron a declarar de oficio -sin ser citados-, con la intencionalidad de dejar en claro que Neruda murió de cáncer de próstata y no por una inyección como denunció Manuel Araya, porque según su relato: «Neruda pensaba organizar la oposición internacional a la dictadura de Pinochet desde México», también fue importante leer el testimonio del Embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá en el sentido de que tenía todos los preparativos listos para ofrecerle un avión a Neruda y que el poeta no estaba catatónico, ni al borde de la muerte el 22 de septiembre de 1973.
MC.- El Juez Mario Carroza declaró que no solicitará la exhumación de Neruda hasta no estudiar los registros médicos del Premio Nobel chileno, ¿qué sucedió al respecto?
FM.- La Clínica Santa María no está cooperando con la investigación, pues declaró extraviado el expediente del paciente Pablo Neruda; el Juez Mario Carroza sólo recibió un documento médico y está en análisis. La exhumación sería importante para esclarecer la muerte del poeta, debido a todos los antecedentes, comenzando por la noticia publicada en El Mercurio el 24 de septiembre de 1973 sobre la muerte de Neruda -cito- » a consecuencia de un shock sufrido luego de habérsele puesto una inyección de calmante, su gravedad se acentuó. La baja brusca de presión arterial, hipotensión, causó alarma al médico tratante, profesor Roberto Vargas Salazar, quien solicitó la concurrencia de un cardiólogo, el cual diagnosticó su estado grave» (24/09/1973), sin embargo el certificado de defunción afirma que la causa fue: » caquexia cancerosa».
MC.- El abogado Rodolfo Reyes -familiar consanguíneo de Neruda- declaró a Clarín.cl «Autorizaré la exhumación de mi tío Pablo Neruda si el Juez lo solicita», ¿cuál es la importancia de que el familiar más cercano a Neruda no descartó la teoría del asesinato?
FM.- El abogado Rodolfo Reyes está en la mejor disposición para esclarecer la muerte del poeta, a diferencia de la Fundación Neruda. Rodolfo Reyes declaró que le parece verosímil la posibilidad del asesinato de Neruda a manos de agentes de la dictadura de Pinochet en la Clínica Santa María y que sin duda autorizará la exhumación del poeta si el Juez lo solicita; como familiar directo de Neruda pide la verdad y que se haga Justicia.
MC.- Finalmente, ¿editarás un libro sobre la muerte de Neruda?
FM.- Sí, estamos en conversaciones con una editorial chilena, cuando firmemos el acuerdo lo daremos a conocer; creo que es indispensable editar un libro que dé cuenta de la muerte de Neruda, sus últimos días, su amistad con políticos de la Unidad Popular -sus conversaciones con Salvador Allende, Luis Corvalán, Volodia Teitelboim y Carlos Prats-, además debe quedar un registro bibliográfico de la intención de Neruda de vivir su exilio en México y la última voluntad para heredar sus derechos de autor a la Fundación Cantalao, temas que han sido ocultados por la Fundación Neruda, en el afán de apropiarse de su legado y haciendo un mal manejo de su testamento poético. El libro incluirá información en exclusiva y las revelaciones que hemos publicado en Proceso y en el Clarín de Chile.
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