Las viejas «democracias» europeas solo ven la paja en el ojo ajeno, y si no hay paja la inventan. Cuando en la República Bolivariana de Venezuela se celebró un referéndum popular sobre la reforma constitucional para modificar 69 artículos del total de 350, donde uno de ellos definía la posibilidad de presentarse como candidato a […]
Las viejas «democracias» europeas solo ven la paja en el ojo ajeno, y si no hay paja la inventan.
Cuando en la República Bolivariana de Venezuela se celebró un referéndum popular sobre la reforma constitucional para modificar 69 artículos del total de 350, donde uno de ellos definía la posibilidad de presentarse como candidato a elecciones populares las veces que lo desee un cargo político, entre ellos el Presidente del Estado, las corporaciones mediáticas y las agendas de los estados imperialistas tacharon a Chávez de dictador, mientras en países europeos la reelección de presidentes u otros cargos no tiene límite.
Felipe González en el Estado español estuvo 14 años (1982-1996) y no estuvo mas por que perdió las elecciones generales contra José María Aznar. Jordi Pujol como Presidente del gobierno catalán estuvo 23 años, de 1980 a 2003, y por que no se presentó más veces. Helmunt Khol fue canciller de la Republica Federal Alemana, y seguidamente de la Alemania Unificada, de 1982 a 1998, es decir, 16 años consecutivos. François Miterrand fue Presidente de la República Francesa durante 14 años, de 1981 a 1995. Mientras Chávez es etiquetado de dictador por permanecer por voluntad popular en el poder los europeos son adjetivados carismáticamente de democráticos con prestigio.
Detallando, en el referéndum para modificar los 69 artículos de la Constitución Bolivariana salió el NO en los dos bloques de votación y el gobierno venezolano democráticamente lo aceptó. En el bloque A – 46 artículos, de los cuales 33 fueron propuestos por Chávez y 13 agregados por los diputados – el No ganó con el 50,65% y en el Bloque B – 23 artículos propuestos por la misma Asamblea Nacional – el No quedó con el 51,01%, dándose una amplia abstención del 44%. Muchos chavistas por estar en contra de algunos de los artículos se abstuvieron de ir a votar mientras la derecha mantuvo sus votos.
La complejidad de poner de acuerdo a la comunidad venezolana chavista de modificar los 66 artículos llevó a celebrar el 15 de febrero de 2009 otro referéndum mas particular sobre una enmienda constitucional, donde solamente se aprobaría o rechazaría la modificación de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230, los cuales definían que cualquier cargo público puede ser reelegido periódicamente de forma indefinida. El resultado fue del 54,86% a favor del SI con una abstención del 30%. Las exclamaciones de la derecha venezolana e internacional, que llamaban en el primer referéndum a Chávez dictador pero se tuvieron que brechar la boca tras la victoria del NO y la aceptación del gobierno, volvieron a resurgir sus rabias incondicionales al no aceptar el resultado del segundo referéndum. Solo aprueban sus victorias y no las del pueblo.
Hugo Chávez se volverá a presentar como candidato presidencial con la formación del PSUV en las próximas elecciones de diciembre de 2012 y si se confirma su victoria para gobernar hasta el 2018 los titulares mediáticos seguramente resaltarán «Chávez de 1998 a 2018, un dictador incrustado dos décadas en el poder» mientras jamás se verá esa afirmación haciendo referencia a un presidente europeo que esté 20 años en el poder. O incluso es legitimo el papel del Rey de España, que no es elegido democráticamente y recibe millones de euros al año de los impuestos de la clase trabajadora española en momentos de plena crisis, y además fue impuesto por el dictador fascista y golpista Franciso Franco en 1969 como sucesor de jefe de Estado.
¿Cuándo el Rey de España será puesto a referéndum revocatorio como si lo hizo Chávez en agosto de 2004 donde fue puesto a prueba de la decisión popular y ganó con el 58,25% de los votos? ¿Acaso la Constitución Española es inamovible? Parece que no.
Estos días se confirma en el Estado español una reforma constitucional sobre los artículos 134 de la Deuda Pública y el 135 de Presupuestos Generales del Estado pretendiendo reducirse el déficit público a favor de nuevas medidas de ajuste estructural neoliberal fijándose en la Constitución Española que el déficit no sobrepase el 0,4%, una medida que afectará a las clases sociales mas desfavorecidas al privatizarse ciertos servicios públicos. Que modifique la Constitución Española el Presidente Zapatero y los parlamentarios de su formación política, el PSOE, junto a los escaños de la oposición del PP, que solamente suman entre los dos partidos un total de 21 millones de votos según los datos de las elecciones generales de 2008 mientras hay un total de 45 millones de habitantes en el Estado español – la mayoría absoluta parlamentaria no es la mayoría absoluta de la población civil-, sin realizarse ningún referéndum popular parece que genera una validez a nivel internacional como aprueba la misma Unión Europea dado que es una inclinación hacia la privatización y los mercados internacionales. Pero, si modificase Chávez la Constitución sin referéndum y además con ciertos movimientos hacia una economía pública, como nacionalizar entidades productivas o poner barreras a la empresa privada tanto nacional como internacional, seria un desposta antidemocrático.
Etiquetas que estamos tan acostumbrados de oír en los medios de comunicación y hacen que nos parezca que la realidad social y política es tal como es y no tal como nos la construye el poder. Igual que en Libia los armados son rebeldes pero en Colombia las FARC con terroristas, igual que Irán es una dictadura pero Arabia Saudita es una monarquía tradicional, igual que en Cuba hay represión y en España, Chile o Inglaterra intentan controlar a los antisociales, Zapatero es demócrata y Chávez un dictador.
Dialécticamente las cosas son blancas o negras pero el poder simbólico del capitalismo internacional decide de qué color pintarlas. Solo hace falta que las luchas sociales las repinten.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.