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Un fantasma recorre el mundo

Apuntes sobre algunas características del movimiento político-social

Fuentes: Marxismo.cl

Hoy en el país se viven días agitados, días que son sólo otra manifestación de lo convulsionado que está el mundo y que nos grita al oído que todo está cambiando. Una realidad se desdibuja y se resiste a morir para dar paso a lo nuevo. Hoy en el planeta se puede tocar la lucha […]

Hoy en el país se viven días agitados, días que son sólo otra manifestación de lo convulsionado que está el mundo y que nos grita al oído que todo está cambiando. Una realidad se desdibuja y se resiste a morir para dar paso a lo nuevo. Hoy en el planeta se puede tocar la lucha de clases con la mano.

Los jóvenes y el conjunto del pueblo que se suma a las movilizaciones viene de un país que fue sepultado en el año ’73 por las políticas de restablecimiento de las relaciones capitalistas a través de la represión más brutal, proceso en que las conquistas arrancadas por los trabajadores a la burguesía despertó el revanchismo privatizador, donde la tierra y los mares fueron hipotecados a las grandes empresas, donde la Patagonia sólo se contó en los dólares que es capaz de producir; y donde se mantuvo al pueblo en un largo letargo, vigilado y custodiando los sueños de generaciones de luchadores por la emancipación social. Los partidos de la concertación y la derecha, cada cual según su turno continuaron la labor de la dictadura militar y legaron su programa político para completar su obra por medio de la política de los consensos pues la política por la fuerza de las armas ya había agotado su vigencia frente a la resistencia del pueblo y lo inconveniente de continuar el régimen de dictadura abierta para la propia dominación del imperialismo, especialmente para la Casa Blanca y el Pentágono.

Estas nuevas generaciones, vestidas de estudiantes, no crecieron con los miedos que se les impuso a las generaciones anteriores, crecieron soñando que las cosas pueden ser mejor y, más importante aún, sabiendo que serían capaces de construir un país diferente. Ya se daban luces de esta nueva disposición y conciencia en años anteriores, oponiéndose al curso que seguía la educación, tanto como forma de segregación y perpetuación de las asimetrías sociales y como forma de enriquecimiento para la clase dominante. Un proceso de acumulación extremo de la riqueza es la cara real de todos los discursos anteriores sobre la pobreza. Queda con la lucha real de los estudiantes atrás la pobreza de los discursos, enarbolados por los personeros e instituciones tanto de derecha como de la izquierda del sistema imperante.

Sin duda el año en que se mostró con mayor fuerza fue el 2006, en donde ese mayo y junio no había una sola calle y pared por la que no se marchase, rayara o gritara en contra del lucro y de las leyes que regían la educación, reflejo del estado actual del conjunto de la sociedad chilena. Al no ser resueltas las demandas en su profundidad se constituyeron los prolegómenos del movimiento actual, quedó demostrado que todo intento de administración de los conflictos sociales dentro de los marcos del actual sistema de dominación del capital era transitorio.

A pesar de que se construyó una nueva normativa por medio de una «mesa de diálogo» generada por el gobierno, allí ya maduraba un nuevo movimiento político-social con más fuerza y claridad, que mostraría lo irreconciliable que son los proyectos de cara a los estudiantes y al pueblo en general, respecto del pasado representado en la «clase política» y los empresarios.

Luego cada uno se retiró a sus trincheras, ellos con sus intereses empresariales y bancarios, al congreso, los ministerios y las empresas y el pueblo a las escuelas, universidades y sus trabajos.

Por su parte siguieron consolidándose las metas y recomendaciones planteadas por el FMI y el BID, entre otros, generando que miles de jóvenes no pudiesen acceder a los estudios universitarios por lo elitista de la prueba de selección universitaria (PSU), por el alto costo de los aranceles de las carreras (en su mayoría con precios más elevados que el sueldo mínimo) y por la deficiente formación entregada en sus escuelas que imposibilita la permanencia en estos estudios, y también entregando con menos pudor que antes las escuelas y universidades a las manos de inversores privados, con lo cual el futuro de estas nuevas generaciones era posible en la medida de que pudiesen pagarlo.

Es en este contexto donde los estudiantes chilenos se fueron articulando, ya no como estudiantes secundarios y universitarios, sino como una sola fuerza y asumiendo en la práctica la responsabilidad histórica de que esto tiene que cambiar.

La «clase política», intelectualidad orgánica al servicio del poder del capital financiero, por su parte se pregunta asustada frente a la masividad y transversalidad de un movimiento que está remeciendo el suelo sobre el que ellos se sentaban a negociar y guardarse las riquezas producidas en Chile en los bolsillos electrónicos de la banca transnacional ¿qué ha cambiado?

Todos en las calles marchando o haciendo sonar las cacerolas respondieron… ¡Nosotros!

Desde hace unas semanas ya no son solo los vestidos de estudiantes quienes marchan, ahora por las calles se escucha cada noche el ruido ensordecedor de las cacerolas medias vacías por el robo de tantos años y medias llenas de alegría y fervor gritando hay que cambiarlo todo.

En estricto rigor no existe en Chile una «crisis de gobernabilidad», lo que ocurre es que ahora empieza a surgir una nueva gobernanza que nace en las tomas de colegios y universidades. Esta nueva realidad anunciaba su llegada con las primeras marchas donde asistían más de 200 mil personas, una nueva fuerza de gobierno se toma cada día las calles de todo Chile anunciando un nuevo período, donde un pueblo con imaginación y rebeldía salió a las calles y se tomó una cuota del poder que le pertenece, donde las metas imposibles no existen y donde todo pertenece al pueblo trabajador independientemente que sus riquezas sean privatizadas siempre por la fuerza, base de toda violencia expresada en el momento adecuado o incómodo de una marcha «pacífica», lo cual en estricto rigor tampoco existe, las cacerolas en Chile encierran su cuota de violencia, no existe nada más violento que una olla vacía. Por eso una gran mayoría ya no negocia en las mesas, y si negocia se mantiene movilizada y ampliando sus propios límites para consolidar sus organizaciones, y no está dispuesta a pactar lo impactable. Ya existe una nueva mayoría que exige ser consultada y participar en forma activa en aquellas decisiones que afectan a la reproducción de la vida del país y sus habitantes. Existe un nuevo movimiento que ya no reconoce a los partidos que siempre fueron trabas, porque el nuevo gobierno que surge en la protesta es el gobierno de todo el pueblo.

Hoy esta bandera de construir una sociedad justa la toman y alzan principalmente, pero no únicamente, los estudiantes, pero es un pueblo entero el que las corea y el que la vive cada día, por el momento este movimiento del pueblo está aprendiendo a gobernarse dejando atrás las viejas estructuras con sus viejas ideas, porque en ellas no hay cabida para las nuevas generaciones, el pueblo trabajador empieza a tener más claro que «No hay idea más poderosa que a la que le llegó su hora». Y esta idea llegó puntual!

En Chile la burbuja financiera, como expresión del carácter especulativo que expone en evidencia la supremacía de los intereses del capital por sobre los seres humanos, estalló en particular por el mercado educacional, pero hay otras que estallan en Grecia, España, Portugal, Inglaterra y otras tantas que vendrán en todos los países con sus propias particularidades demostrándonos el carácter internacional de los cambios que se avecinan. Hoy más que nunca podemos llamarnos compañeros, pues nos A-COMPAÑAMOS en esta lucha que también es la de todos los pueblos del mundo.

Desde todos los rincones de Chile surgen nuevas relaciones de solidaridad y se va forjando la nueva humanidad con su necesaria existencia internacional y con la vocación impactable de tomar en sus manos el control de la producción y reproducción de su vida en tanto género humano.

(Resumen de apuntes de talleres de formación política.)

www.marxismo.cl

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