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La América que se aleja del imperio

Los medios españoles ignoran la América de la Celac y se pliegan ante la otra

Fuentes: Crónicas de la Emigración

Si existe una noticia -y, excepcionalmente en estos tiempos, una buena noticia- que estos días debería llevarnos a todos los periodistas a coincidir en torno a una misma información para la portada, esa debería ser la reunión de la América más grande en población y en pueblos, la más rica en culturas y tradiciones, la […]

Si existe una noticia -y, excepcionalmente en estos tiempos, una buena noticia- que estos días debería llevarnos a todos los periodistas a coincidir en torno a una misma información para la portada, esa debería ser la reunión de la América más grande en población y en pueblos, la más rica en culturas y tradiciones, la que más riqueza ha dado, sí, a las empresas españolas (*) y la que más cariño ha dado a nuestros corazones.

Es la América que ha sido capaz de sentarse en una mesa dejando fuera a Estados Unidos y Canadá. Es, en definitiva, la América que los medios españoles, cargados de racismo y complejos desde 1898, se empeñan en llamar de mil maneras con tal de no llamarla América.

Mientras en los estados del mal llamado Occidente se ha eliminado el debate sobre la soberanía real de la ciudadanía y se asume con indolencia que el poder financiero coloque a nuestros políticos, en esta América con síntomas de orgullo, independencia y valentía (hay que tenerla, a tenor de los crímenes que el imperio instigó y financió desde principios del siglo XX), los políticos hablan mirando a su gente, un gesto que los periódicos del Viejo Continente se encargan de despreciar al título de «populismo» para evitar que tomemos nota y recuperemos algo de soberanía.

Los medios de comunicación españoles, en medio de un despiste (aparente) monumental, continúan dando lecciones a esta América mientras se bajan los pantalones ante la otra, precisamente la que estos días recibe lecciones de democracia e independencia de los pueblos.

Fuente: http://www.cronicasdelaemigracion.com/opinion/2011-12-05/america-aleja-imperio/14914.html

(*) Si un día hacemos el esfuerzo contable de sumar todos los sueldos -la mayoría miserables- que percibe en España la despreciada fuerza de trabajo latinoamericana (que, además, es la que produce nuestra calidad de vida y nuestras viviendas sobrevaloradas) y los comparamos con los ingresos que obtienen las empresas españolas en el continente latino, veríamos que la balanza comercial nos deja con una deuda enorme a los españoles. España en conjunto gana más pero sólo lo reparte entre unos pocos, mientras que el empleo inmigrante se reparte entre cientos de miles de familias. Pero sucede que en España, el español corriente y hasta el excluido de este saqueo, acaba por asumir y presumir de la ideología de los poderosos y termina por defender los postulados coloniales de una gran multinacional española aunque no reciba un euro por ello y el dinero americano, como otros botines que vinieron en galeones hace 300 años, acabe en una cuenta de Suiza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.