Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Lucas 8, 16-18 Camino Minado de Maureen Maya , es un libro que reconstruye una batalla de dieciséis años en pos de una justicia elemental en el caso del crimen del Senador Manuel […]
y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto.
Camino Minado de Maureen Maya , es un libro que reconstruye una batalla de dieciséis años en pos de una justicia elemental en el caso del crimen del Senador Manuel Cepeda Varga. El escrito es una obra imprescindible para reinterpretar el pasado que nos constituye, desde una óptica diferente a la establecida por el régimen de sentido imperante. La obra contiene la mirada de las victimas. La autora: Maureén Maya, realizó una minuciosa investigación que le permitió exponer con escalofriante exactitud el itinerario del crimen de Manuel Cepeda Vargas y la tremenda y prolongada batalla conducente a evitar que su asesinato quedase en la impunidad judicial y simbólica.
El asesinato del Senador Manuel Cepeda Vargas rubricó con sangre la existencia de una poderosísima voluntad de exterminio al interior del Estado, que no fue detenida ni con las denuncias públicas que hizo el mismo Manuel Cepeda del Plan Golpe de Gracia en el Congreso Nacional, ni con las denuncias formuladas junto a otros compañeros de la Unión Patriótica, frente al Ministro de Defensa de aquel entonces.
El paso ulterior a la consumación del asesinato – previsto por parte de la maquinaria criminal -, como ya había ocurrido en miles de casos , consistía en el funcionamiento de un mecanismo de impunidad en el que se reunían las trabas legales y judiciales , las trampas dirigidas a desviar las investigaciones , las amenazas destinadas a liquidar la voluntad de verdad de quienes se empeñaban en esclarecer el crimen , y una lentitud no ajena a la complicidad , que gobernaba todo el proceso de indagación sobre los responsables materiales e intelectuales del magnicidio. El Pe Javier Giraldo ha documentado con cuidadoso detalle en otros casos de víctimas de crímenes de Estado los pérfidos modos de funcionamiento con los que los aparatos judiciales y los organismos de seguridad han logrado tornar en inoperantes las más elementales garantías ciudadanas.
En este sentido, la obra Camino Minado. tiene el merito de revelar , por una parte , el misterioso tejido de circunstancias que se concatenaron para que los autores materiales del crimen fueran arrojados a la luz pública , y , por otra parte , los resultados graduales alcanzados por la indoblegable voluntad de esclarecimiento que acompaño la acción de Iván Cepeda , Claudia Girón y el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo , para evitar la impunidad.
Pero lo impensado e impensable ocurrió y cuando ocurre lo impensado, lo ocurrido se convierte en lo que da que pensar. Ese es el lugar de la memoria. Detengámonos aquí. Reyes Mate. Tratado de la Injusticia.
La lentitud y trabas del sistema judicial y , en no pocos casos , sus maniobras cómplices , con la correspondiente impunidad judicial y mediática que cobijó los crímenes , desde el comienzo del proceso de exterminio de la Unión Patriótica , fueron una condición imprescindible para que funcionase la operación de aniquilamiento , no solo de todo un partido político de oposición , sino de un amplio espectro social conformado por toda expresión de disidencia o rechazo a la barbarie instaurada. Lo mejor de nuestra comunidad, los seres más honestos, las voces más comprometidas con el genuino bien vivir de un pueblo esquilmado y escarnecido. Los seres que no podían contemplar , sin sentir una brasa en el corazón , nuestra tierra usurpada , bombardeada y atropellada , nuestro pueblo arrojado a la miseria , prostituido y condenado a la delincuencia , fueron sacrificados , y después , se ha intentado borrar o tergiversar para siempre su memoria.
Sobre la magnitud del exterminio y los umbrales monstruosos que se traspasaron tanto en las formas de cegar las vidas , como en las modos macabros de producir los victimarios ; sobre la naturaleza y alcances nacionales e internacionales del entramado criminal ; sobre la forma como se puso en marcha , se ha financiado y se ha amparado el dispositivo de exterminio ; se ha tendido un manto de confusión y olvido tendiente a ocultar la pavorosa operación de mutilación del cuerpo social , intentando sepultar así la forma como se aplasto un sueño de justicia largo tiempo represado.
La obra Camino Minado, tiene el valor de la memoria en un país sometido desde hace tiempo a la industria transnacional del divertimento y la amnesia. El valor de revelar con detalles un caso excepcional que arroja diferentes luces sobre todo el proceso de exterminio y permite cavilar sobre el significado actual de la mutilación del cuerpo social y el hecho de que la comunidad, victima aún de los destrozos causados, ignore las heridas que se le han infringido. La obra tiene la potencia de interrogar a la comunidad académica sobre lo que acontece con aulas universitarias donde se enseñan leyes , formas comunicación , teorías psicológicas , doxa neoliberal en lugar de ciencia económica o historias que ocultan más que revelar , manteniéndose al margen de los enormes desafíos que enfrenta la vida digna en nuestro territorio.
La lectura de la obra nos invita a re pensar la catastrófica deriva de atroz enfrentamiento fratricida, en la que caímos y fuimos arrojados, mientras los más altos responsables del horror permanecían en la penumbra. La obra nos incita a reflexionar sobre los pasos subsiguientes al exterminio , sobre la justicia o los remedos de justicia puestos en marcha , sobre lo que permanece y lo que ha variado después de la sangría masiva , sobre las circunstancias y las razones que potencian las fracturas y las divisiones en la organización de las víctimas , sobre los conceptos en los que aún se fundamenta el acorralamiento cultural y jurídico de la diferencia.
El libro nos invita a reflexionar sobre nociones como La Guerra Jurídica. concepto que se mantiene, quizás con otros procedimientos, pero que aún ocupa un lugar principal en la forma de interpretar el conflicto por parte de un sector del Estado. Este concepto conduce a considerar como enemigo a quienes tienen el valor de bregar por el respeto a los derechos fundamentales y los principios democráticos y favorecen la integración de un Estado criminal en una atmosfera adversa en la que aun no han sido erradicadas las amenazas , los atentados , la corrupción y las presiones desde los centros de poder. Este concepto esta unido a una solidaridad de cuerpo mal entendida que se niega a ver y procesar las acciones delincuenciales realizadas por integrantes del mismo aparato estatal.
La obra también invita a reflexionar sobre el concepto de Guerra Política, que formó parte del proceso que condujo al asesinato del Senador Manuel Cepeda. Caso Minado revela la forma como José Miguel Narváez, quien fue instructor en academias como la Escuela Superior de Guerra y Consejero de Seguridad del gobierno de Uribe Vélez, insistía en sus cursos en la necesidad de neutralizar a los agentes enmascarados e infiltrados de la llamada guerra política. Este tipo de discurso, heredado de la doctrina de Seguridad Nacional instaurada por el gobierno de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, ha alimentado la cultura de la intolerancia, la desconfianza, el miedo y el odio, que tantos estragos han producido y sigue generando en nuestra tierra.
Camino Minado informa que José Miguel Narváez fue señalado la tarde del 29 de mayo del 2009 , por Diego Fernando Murillo, alias Don Berna , jefe de escuadrones de las AUC, como instigador del crimen del Senador Manuel Cepeda. Según diversos jefes de los paramilitares, Narváez dictaba en los campamentos un cursillo titulado: Porque es lícito matar comunistas en Colombia.La Fiscalía General de la Nación, en octubre del 2009, vinculó a Narváez a la investigación por el crimen del Senador Manuel Cepeda.
El 26 de mayo del 2010, la Corte Interamericana de Justicia emitió el fallo sobre el caso 12.531: Manuel Cepeda Vargas. La Corte Internacional abordó el estudio del caso cuando comprobó que había sido imposible obtener justicia en Colombia. El fallo condenó al Estado colombiano en una sentencia histórica, que tendrá repercusiones en todo el proceso sobre la Unión Patriótica, y que tendría que ser estudiada en las facultades de estudio del derecho en Colombia, que pretendan serlo. (http://www.corteidh.or.cr/casos.cfm?idCaso=338).
El Senador Manuel Cepeda (en el centro) fue asesinado por un operativo conjunto entre agentes de la fuerza pública y paramilitares, organizado desde el Estado, el 9 de agosto de 1994. Fue uno de los más de cien cargos públicos y cuatro mil militantes de la Unión Patriótica exterminados entre 1986 y 1994.
«Zarzal es la memoria; mas la mía es un cesto de llamas».José Martí
Manuel Cepeda Vargas encarnó la estirpe del decoro. Una raíz de vida honesta y digna en un territorio sometido a una brutal empresa de degradación. Una raíz que sobrevive al imperio de las malas ideas y sus ríos de sangre. Quienes creyeron que cegando su vida, o atentando contra su memoria, podrían borrar la pureza, el amor sincero a nuestra tierra y a nuestro pueblo, la entereza para decir las verdades que no agradaban a los poderes que se han cebado en nuestra geografía, erraron. En cada gesto, en cada palabra , en cada acción , enraizada en el amor sin tregua , renace la simiente ética que encarnó Manuel y miles de seres que no se han sometido al régimen de esclavitud y servilismo , con el que pagan a sus amos la licencia para dirigir , aquellos que usan de pedestal un pueblo que no aman.
Este artículo se publicó originalmente en Le Monde Diplomatique, edición Colombia. Rebelión lo ha publicado con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.