El 15 de marzo vimos luchas en las calles a lo largo de todo Chile. En Aysen, el prepotente y represor gobierno de la derecha, primero se negó a discutir nada, después rompió el diálogo con una excusa, y por último desató una vez más una represión brutal, donde nuevamente un trabajador perdió un ojo. […]
El 15 de marzo vimos luchas en las calles a lo largo de todo Chile. En Aysen, el prepotente y represor gobierno de la derecha, primero se negó a discutir nada, después rompió el diálogo con una excusa, y por último desató una vez más una represión brutal, donde nuevamente un trabajador perdió un ojo. Los estudiantes secundarios se movilizaron en Valdivia, Osorno, Temuco, Valparaíso, Antofagasta, Santiago. El Gobierno primero se desentendió de las demandas de reincorporación de los estudiantes expulsados por luchar, después negó la autorización de la marcha, y por último, desató la represión, una vez más, brutal. Los estudiantes universitarios de la Confech, con la Mesa Social por la Educación con profesores y la Corpade se movilizaron desde la CUT al Ministerio de Educación para entregar una carta contra las expulsiones de los secundarios. El Gobierno volvió a responder con una dura represión. Las JJCC, aunque se niegan a impulsar una lucha para ganar, se tomaron, como acción mediática, la sede de la UDI. El día de ayer, 2.500 trabajadores de la empresa Express del Transantiago paralizaron protestando por las míseras condiciones de trabajo. Hoy lo hicieron los trabajadores de la empresa Alsacia. En Antofagasta, esta semana cajeras del supermercado Tottus (en huelga) en Antofagasta hicieron paro de brazos caídos por las malas condiciones y bajos salarios. Los trabajadores subcontratistas del cobre, de la CTC, anunciaron que se organizarán para luchar contra la entrega del litio. Para este sábado 17/3 está convocada una movilización en Arica, para el 20/3 en Calama, y se prepara una en Concepción.
Finalmente, la noche del jueves 15 de marzo, el Gobierno anunció que el viernes 16 aplicaría la Ley de Seguridad del Estado en Aysen y Coyhaique.
Trabajadores, secundarios, universitarios, pobladores, pescadores artesanales, poblaciones enteras de las Regiones postergadas por el saqueo de las empresas que explotan sus recursos naturales enriqueciéndose a costa del pueblo trabajador. A lo largo de todo Chile. Están saliendo a las calles. Pero aún no se le logra doblar la mano al gobierno, ¿qué podemos hacer?
Aysen en una encrucijada
La noche del jueves 15/3, el Gobierno después de aplicar un estado de sitio de hecho en Aysen, de intentar arrodillar al pueblo trabajador en lucha, de provocar, buscar dividir, y fracasar en todo eso, anunció que aplicará la Ley de Seguridad del Estado. Se llegó a esto tras los últimos intensos días, donde se había impuesto un impasse a la lucha.
Los dirigentes de Aysen, lograron imponer un impasse a la lucha la semana pasada (ver CPS nº 102) que permitió que el Gobierno se sintiera más fuerte y se envalentonara. Y así llegó a la siguiente jornada de la mesa de diálogo, el martes 13/3. Se sentó en la mesa y lo primero que dijo es que sobre el tema de los combustibles, no había nada más que discutir, que ellos ya habían fijado lo que se iba a hacer: una miserable rebaja, un subsidio que nada cambia, una migaja. No sólo eso: fue con más exigencias: dividir el movimiento en comisiones técnicas. Los dirigentes, que ya habían aceptado la desmovilización, también aceptaron esto.
Pero el pueblo trabajador está descontento. Se realizaron concentraciones a las fueras de la mesa de diálogo, el ánimo era retomarse las calles. El Gobierno respondió blindándose con las Fuerzas Especiales de Carabineros, y terminando el diálogo con la vuelta de sus enviados a Santiago. Inmediatamente, comenzó con sus provocaciones represivas: pretendieron desalojar los campamentos a los costados de las rutas.
Ante la provocación represiva, el pueblo trabajador se retomó las calles, se defendió de la represión. Una represión nuevamente al estilo de la dictadura: lacrimógenas sobre las poblaciones, en las casas con niños, con balines -y nuevamente un trabajador perdió un ojo-, cortes de luz y de internet. Una vez más pretendían intimidar. Una vez más no lo lograron: hubo 17 horas de enfrentamientos callejeros.
Este ánimo de lucha, que se muestra una vez más en las calles, no logra doblarle la mano al Gobierno.
Porque en la mesa se mantienen juntos desde los trabajadores y los pobladores, hasta los empresarios y sus partidos de la Concertación y la derecha, que, por ejemplo, impusieron ese impasse, esa tregua, ese momento que dio tiempo al Gobierno.
El gobierno redobla su impotente política represiva aplicando ahora la Ley de Seguridad del Estado. Impotente, porque la revuelta local de Aysen no ha sido vencida. Y la lucha en las calles se extiende a la largo de Chile.
Otra vez, estudiantes a las calles
Los estudiantes secundarios se movilizaron por la mañana en Valdivia, Osorno, Temuco, Valparaíso, Antofagasta, Santiago. Convocó la ACES, junto a algunas Facultades de algunas Universidades. La Cones no convocó.
La inmediata represión de Carabineros fue respondida con la defensa en las calles contra la represión.
Por la tarde, los estudiantes universitarios de la Confech, con la Mesa Social por la Educación con profesores y la Corpade se movilizaron desde la CUT al Ministerio de Educación para entregar una carta contra las expulsiones de los secundarios.
Muestra el ánimo de lucha en un sector de la base estudiantil.
Pero muestra algo más. Que persiste, como el 2011, la división entre secundarios, y entre universitarios y secundarios. También, que hay una separación entre sectores de la base estudiantil, y las direcciones burocráticas. Y esto, tras haber perdido las JJCC la mayoría, y haber ganado posiciones grupos de lo que llamamos la burocracia estudiantil de izquierda: Autónomos, FEL, UNE. ¿O acaso estos grupos buscaron unir a secundarios de universitarios, o acaso no dijeron con todas sus letras que no convocaban a esta marcha porque era tiempo de propuestas y documentos técnicos?
Pero el ánimo de lucha también apareció aquí.
De la lucha a lo largo de Chile, a un movimiento nacional de lucha
Además, se anuncia la marcha el sábado 17/3 en Arica, el 20/3 en Calama, se prepara otra en Concepción. Contra la entrega del litio a los monopolios imperialistas y las grandes empresas locales.
El jueves 15/3, vimos a lo largo de Chile luchas en las calles. Valiente defensa en las calles contra la brutal represión.
Pero no logra doblarle la mano al Gobierno.
Y es que el movimiento en Aysen mantiene unidos a trabajadores y pobladores con empresarios y sus partidos de la Concertación y la derecha, que hacen todo lo que pueden para debilitar la lucha, como el llamado a la desmovilización. En Aysen, debemos luchar por poner en pie una Asamblea Obrera y Popular, sin empresarios ni sus partidos de la Concertación y la derecha.
Y es que en el movimiento estudiantil, sigue los burócratas de siempre, se la burocracia moderada de las JJCC y los Titelman, o la burocracia de izquierda de los Autónomos, FEL, UNE. Así, las luchas se mantienen divididas y para presionar, advertir. Hay que luchar para vencer. Para eso tenemos que prepararnos. Los secundarios tienen que unirse en una sola organización unitaria basada en delegados revocables. Los universitarios tienen que realizar reuniones de la Confech abiertas y con delegados revocables.
Tenemos que unificar todas estas luchas que se están dando a lo largo de todo Chile, en un solo movimiento nacional de lucha. Comenzando por poner en pie una Coordinadora Nacional de Lucha. Basada en delegados de colegios, universidades, poblaciones, empresas, de las organizaciones de izquierda, sociales y sindicales. Que unifique todas nuestras demandas en un solo grito común: ¡Basta de represión a los que luchan! Para conseguir nuestras demandas, debemos terminar con toda la herencia pinochetista conservada por la Concertación y ahora por la derecha: ¡Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización!
Por un partido de trabajadores revolucionarios
Para dar estas luchas, tenemos que construir un partido trotskista, de trabajadores revolucionarios, con una política de clase independiente de toda variante patronal, para conquistar las justas demandas del pueblo trabajador, la juventud, los estudiantes, en sus luchas, como el que luchamos por construir en el PTR-CcC.