No sé cuántas personas le quepan a la Plaza de Bolívar de Bogotá y tampoco cuántas veces habrá sido colmada; lo que sí creo es que han debido ser muy pocas, y ninguna comparable con la masividad y el entusiasmo del pasado 23 de abril. Los organizadores de la Marcha Patriótica por la Segunda Independencia […]
No sé cuántas personas le quepan a la Plaza de Bolívar de Bogotá y tampoco cuántas veces habrá sido colmada; lo que sí creo es que han debido ser muy pocas, y ninguna comparable con la masividad y el entusiasmo del pasado 23 de abril. Los organizadores de la Marcha Patriótica por la Segunda Independencia tenían previsto llevar a ella unas 80 mil personas, y para ello prepararon tres desfiles que partirían desde tres distintos lugares de la ciudad, pero con uno fue suficiente. Cuando los otros dos desfiles quisieron entrar, se encontraron con una Plaza completamente atiborrada por los primeros marchantes. ¡De tal tamaño fue el éxito alcanzado en el lanzamiento de este movimiento social y político!
Siendo la Marcha Patriótica la más amplia confluencia que hayamos tenido de organizaciones que ven con vergüenza la postración de nuestro país a los dictados del imperio y los extremos desequilibrios que se han formado como consecuencia de unas políticas que solo consultan los intereses oligárquicos, todo el entusiasmo mencionado es una evidencia clara de las inmensas fuerzas que pugnan por encontrarle soluciones de fondo a tan grave problemática, aún a costa de tener que sufrir la experiencia de tantos luchadores que han tenido que sacrificar su libertad, y hasta su vida, por alcanzar transformaciones que hagan más amable la vida para todos los colombianos.
Por eso no dudamos en calificar de exitosa su realización como satisfactoria la conformación de su organismo de dirección, el Consejo Patriótico Nacional. El Gobierno nacional debe ver en esto una notificación de rechazo por sus políticas de favorecimiento a las transnacionales, que vienen siendo las más beneficiadas con ´las locomotoras´ del plan de desarrollo; a los empresarios de la guerra, que igual se lucran con los multimillonarios presupuestos de defensa, y a los sectores financieros, usufructuarios como los que más del estado de cosas imperante.
Pero también deben sentirse aludidos aquellos sectores de izquierda que parecen ver reducido todo su compromiso político a lo que pase en las urnas. Los cerca de 120 mil colombianos que quisieron estar en la Plaza de Bolívar y los cerca de cuatro mil delegados que en representación de más de 2000 organizaciones de masas suscribieron la declaración final les dicen a estos dirigentes que vacilan entre ser y no ser que hay procesos que se dan incluso contra el querer de sus líderes; y que lo mejor es animar tales procesos con entusiasmo antes de que se vuelvan contra ellos. Esa participación entusiasta es la mejor manera de acercarnos al gran sueño del Libertador Simón Bolívar: ¡Alcanzar el mayor grado de felicidad para nuestro pueblo!
Fuente: http://rodrigolopezoviedo.blogspot.com.es/2012/04/la-marcha-patriotica-se-sobro.html