Después de más de tres años de crisis del sistema económico mundial y especialmente de la vivienda en el estado español, compartimos una propuesta de acción que generará una solución entre hipotecados, deudoras y todas las personas con problemas de acceso a la vivienda. Las deudas son productos que se compran y se venden en […]
Después de más de tres años de crisis del sistema económico mundial y especialmente de la vivienda en el estado español, compartimos una propuesta de acción que generará una solución entre hipotecados, deudoras y todas las personas con problemas de acceso a la vivienda. Las deudas son productos que se compran y se venden en el mercado financiero. Cuando una deuda empieza a tener pagos pendientes, su valor se devalúa progresivamente en ese mercado. Las deudas devaluadas se agrupan en paquetes para que salgan al mercado por un precio que pueda resultar interesante para grandes inversores.
En la actualidad, las necesidades de la banca para cumplir las reglas de los bancos centrales en cuanto a balances y activos sanos, le ha llevado a venderse paquetes de deudas hipotecarias a unos precios que pueden llegar hasta un 10% de su valor nominal, es decir, del precio oficial que deberían pagar los deudores para cancelarlas.
En el caso de las deudas impagadas sin garantía hipotecaria, y lo que se conoce como «las colas de hipotecas» (la cantidad que se sigue debiendo después de haber perdido la casa) la rebaja aun es más espectacular: los paquetes de ese tipo de deudas se están llegando a vender a un 2 o 3% de su valor nominal.
En el mercado, quienes actualmente están comprando esos paquetes de deudas, son especuladores sin escrúpulos. Estos contratan a cobradores profesionales que acosan a los deudores con el objetivo de hacer pagar una cantidad suficiente, a una parte de ellos para que la inversión resulte rentable a sus jefes.
¿Pero que pasaría si quien comprara esas deudas a precios irrisorios, lo hiciera en defensa de los intereses de los deudores? ¿Que pasaría si el 80 % de los deudores, cuando su deuda se ha devaluado hasta 10 veces, aceptaran un alquiler social de 300 euros al mes para quedarse en su casa o recompraran la finca mediante una hipoteca 7 veces más baja que la actual? ¿Os imagináis salir de la lista de morosos pagando 20 veces menos de lo que deben en cómodos plazos mensuales?
Bien, pues todo ello es posible: podemos ser parte de una Cooperativa de vivienda social que se encargue de comprar colectivamente las deudas y sacar las viviendas del mercado privado para que se conviertan en un bien común con el que no se pueda volver a especular. A nivel financiero, crear un fondo de inversión en vivienda social lo hará posible. Que esta acción se extienda y se multiplique, ahora sólo depende de que deudores y deudoras nos unamos, tomemos la iniciativa y generemos nuestros propios paquetes de deudas; acordemos con inversores éticos que las compren a los bancos y replanteemos los pagos de nuestra casa, como alquiler social o deuda mucho más reducida, para que sean viables de pagar y respondan a nuestras necesidades e intereses reales.
Destapamos un caso que sirve de ejemplo de la falta de escrúpulos de la banca.
Caixa de Terrassa (actualmente Unnim) vendió el 18 de marzo del 2011, 97 deudas hipotecarias a Aktua Soluciones Financieras, SA (filial de Banesto, parte del Grupo Banco Santander) por 3.270.672 €. Dichas deudas estaban valoradas en más de 30 millones de euros. Aktua Soluciones Financieras está subastando una por una estas 97 viviendas, y si no lo impedimos va a desahuciar las 97 viviendas, quedándose con ellas y reclamando el resto de la deuda a las familias expulsadas de sus casas.
Cada una de las deudas, aun habiéndose perdido el piso, será mucho mayor del precio pagado por Aktua. Algunos ejemplos de deudas que forman parte de este paquete:
• Piso en Badalona: Deuda reclamada de 240.120 euros. Vendida por 29.784 euros.
• Piso en Terrassa: Deuda reclamada de 271.527 euros. Vendida por 22.992 euros.
• Piso en Sabadell: Deuda reclamada de 255.048 euros. Vendida por 32.443 euros.
Es decir, el Banesto, a través de Aktua Soluciones Financieras, va a quedarse la mayoría de esas 97 viviendas por un precio promedio de 30.000 euros y va a seguir persiguiendo a las familias desahuciadas por una enorme deuda que no podrán acabar de pagar jamás.
¿Por qué estas familias no han tenido derecho a recomprar su casa por el mismo importe? ¿Y por qué sí lo tiene Aktua?
Como estos hay decenas de paquetes de deudas que están siendo vendidos por bancos a empresas que especulan con la miseria de las clases populares, solo si nos organizamos y obligamos a los bancos a vender esas deudas a los propios hipotecados o a cooperativas de vivienda social, podremos parar semejante despropósito. Para luchar contra esta injusticia, un equipo de asesores jurídicos vinculados a la Cooperativa Integral Catalana está apoyando a varios de los deudores que aparecen en este paquete de Caixa de Terrassa (Unnim), para ayudarles a recuperar el control de sus deudas y de sus vidas.
Organicémonos para recomprar nuestras deudas impagadas
Cuando reunamos un centenar de hipotecados con cada entidad bancaria, podremos empezar las acciones necesarias para recomprar esas deudas a los mismos precios que lo estan comprando los inversores especulativos. Para ello, hemos puesto en funcionamiento un formulario donde podéis registrar los datos de vuestras deudas y desde allí facilitaremos la autoorganización de deudores y deudoras. Liberaos de vuestras hipotecas registrándolas en este formulario: http://www.liberaos.net/hipotecas
Ese será nuestro gran objetivo. Un objetivo al alcance de las familias que ya han tenido que dejar de pagar sus hipotecas. Luego vendrán las que están a punto de hacerlo… Si somos capaces de organizarnos y recomprar nuestras deudas a precios 10 veces más bajos, ¿quién va a seguir pagando luego su mensualidad de la hipoteca, si dejando de hacerlo y organizándose con sus iguales puede conseguir pagar mucho menos al mes? A partir de ahora, la especulación hipotecaria se ha acabado, porque nosotros, el pueblo, tenemos la llave!!
Se pone en marcha la primera cooperativa de vivienda social, que arrienda pisos hipotecados, para asegurar vivienda social a los deudores que no puedan seguir pagando su hipoteca. Su nombre es CIC – Habitatge social y está vinculada a la Cooperativa integral Catalana. El funcionamiento básico es muy sencillo: el propietario que no pueda seguir pagando su hipoteca, arrendará su piso por 5 años a la cooperativa y se hará socio de ella. Ésta se encargará de asignarle otra vivienda de alquiler, de su parque de viviendas arrendadas. Los alquileres tendrán un precio social (se estima que en general no superaran los 4€ el m2).
La cooperativa puede apoyar también a los afectados por las hipotecas, mediante sus servicios jurídicos, retrasando el momento de toma de posesión del piso por parte del banco o incluso tratando de evitar que los avalistas de dichas hipotecas puedan acabar embargados. A largo plazo, la cooperativa quiere generar un parque social de viviendas para ofrecerlas a sus socios en régimen de cesión de uso. Tal y como se explica en esta página, la compra de paquetes de hipotecas impagadas puede ser uno de los mecanismos para llegar a generar propiedad colectiva a precio social.
Más información en http://www.habitatgesocial.cat