Las interpretaciones abundan, pero hay dos puntos claves en los que muchos coinciden: que más que oxigenar su equipo de colaboradores, la decisión del presidente Juan Manuel Santos de pedirles la renuncia protocolaria a sus 16 ministros, tiene como trasfondo comenzar a acomodar las fichas pensando en la posibilidad de conversaciones de paz con las […]
Las interpretaciones abundan, pero hay dos puntos claves en los que muchos coinciden: que más que oxigenar su equipo de colaboradores, la decisión del presidente Juan Manuel Santos de pedirles la renuncia protocolaria a sus 16 ministros, tiene como trasfondo comenzar a acomodar las fichas pensando en la posibilidad de conversaciones de paz con las Farc y, al mismo tiempo, alinear fuerzas para buscar la reelección en 2014.
Lo cierto es que se trata de una crisis ministerial que, muchos esperaban, se diera el pasado 7 de agosto, cuando según las propias palabras del jefe de Estado, arrancó «el segundo tiempo» de su mandato. Más aún cuando varios de los miembros de su gabinete ya caminaban con el agua al cuello y hasta algunos partidos de la misma Unidad Nacional pedían cambios a gritos.
Para nadie es un secreto que los ministros de Educación, María Fernanda Campo; Salud, Beatriz Londoño, y Transporte, Miguel Peñaloza, han sufrido un fuerte desgaste por cuenta de los bajos índices de desempeño o, en el caso del último, por el escándalo suscitado tras revelarse los contratos de una firma familiar con entidades del Estado.
Pero a la hora de hablar de inconformismo en los sectores políticos o en los que tienen que ver con sus propias carteras, habría que mencionar también a Juan Camilo Restrepo, de Agricultura; Frank Pearl, de Medio Ambiente, Juan Carlos Echeverry, de Hacienda; Federico Renjifo, del Interior, y hasta Juan Carlos Pinzón, de Defensa.
Hay una verdad de Perogrullo y es que si Santos pidió la renuncia de su gabinete ministerial, es porque va a hacer cambios. Y, por lo visto, esos relevos cuentan con el respaldo de los partidos aliados. «El 20 de julio le dijimos al presidente que necesitaba refuerzos y definitivamente hay líneas que se tienen que ajustar», manifestó el senador Efraín Cepeda , presidente del Partido Conservador.
Incluso, el senador Juan Lozano , jefe del Partido de la U, felicitó al primer mandatario por la decisión. «Eso le permitirá introducir ajustes para mejorar el cumplimiento de las tareas del Gobierno. Con los elementos de juicio que tiene el presidente, podrá confirmar a los que lo están haciendo bien, apretar clavijas en otros casos y oxigenar el gabinete en aquellas carteras donde hay dificultades mayores», dijo.
Por su parte, el senador liberal Juan Fernando Cristo se atrevió a hablar de frente sobre algo que otros eluden: «Más que una crisis para buscar ministros mejores es una crisis política, porque ya es claro que el Gobierno se está encaminando hacia un proceso de negociación con las Farc y eso implica un cambio en el enfoque y en los objetivos y propósitos para los próximos dos años. Necesita un gabinete más político».
Pero además -según Cristo- se hace evidente que Santos está cada vez más decidido a ir por la reelección y por eso tratará de hacer un alineamiento de la coalición: «Los partidos de la Unidad Nacional van a tener que tomar decisiones políticas, si le jalan o no a la eventual negociación de paz y si apoyan la reelección».
Juan Carlos Vélez, senador de la U, cree también que las calificaciones que la ciudadanía le ha hecho al gabinete no son las mejores y hay ministros que no han podido dar resultados, como los de Salud, Educación y Hacienda, «que no ha podido enfrentar el tema de la revaluación. Los resultados no son buenos y el problema de credibilidad del Gobierno no es sólo del presidente, sino también de sus colaboradores», señaló.
Por los lados de la oposición, el representante a la Cámara Germán Navas, del Polo, es de los que considera que la crisis ministerial obedece más a la crisis que vive Santos en las encuestas, mientras que para el senador Jorge Guevara , de los Progresistas, llegó la hora de que el jefe de Estado tome la determinación de implementar un gabinete para la paz.
Mientras Santos anuncia quiénes se quedan y quiénes se van, por ahora, el turno es para la ‘gabinetología’ y ya se escuchan rumores y nombres: que el Partido Verde tendría su cuota con Enrique Peñalosa o Lucho Garzón; que Aurelio Iragorri Valencia o Federico Restrepo siempre son ministeriables; que a Beatriz Linares la pusieron a sonar en la terna para la Defensoría del Pueblo para proyectarla, y hasta del ‘reencauche’ de Horacio Serpa se ha hablado.
Fuente: http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-369489-crisis-ministerial